LA REVOLUCIÓN DE BEL

CON EL SECRETO DE TODOS LOS PODERES

Y LA LLAVE DE TODOS LOS IMPERIOS

Aun weor

Primera Edición, Colombia, 1950


Índice

Dedicatoria

Capítulo 1.- La Revolución de Bel

Capítulo 2.- La Arcadia

Capítulo 3.- Magia Blanca y Magia Negra

Capítulo 4.- Los Dos Caminos

Capítulo 5.- El Bastón de los Patriarcas

Capítulo 6.- Yo acuso

Capítulo 7.- El Átomo Nous

Capítulo 8.- La Mente y la Intuición

Capítulo 9.- El Período Lunar

Capítulo 10.- El Período Terrestre

Capítulo 11.- La Lemuria

Capítulo 12.- La Batalla en el Cielo

Capítulo 13.- La Atlántida

Capítulo 14.- La Magia Negra de los Atlantes

Capítulo 15.- El Nirvana

Capítulo 16.- El Elixir de Larga Vida

Capítulo 17.- Bel y su Revolución

Capítulo 18.- El Milenio

Himno de la Nueva Era



Dedicatoria

Dedico este libro a los hombres de voluntad de acero, a los grandes rebeldes, a las águilas altaneras, a los que no doblegan jamás su cerviz ante la fusta de ningún tirano, a los superhombres de la humanidad y a los grandes pecadores arrepentidos, porque de ellos saldrá una raza de dioses.

Sé demasiado que toda esa fauna de mentecatos teosofistas, rosacrucistas y espiritistas de Colombia lanzarán una vez más sus difamaciones contra el maestro de la Fraternidad Universal Blanca, Aun Weor, por el solo hecho de ser colombiano, pues es una tremenda verdad que nadie en su tierra es profeta.

Si alguien viene de oriente hablando inglés y sánscrito, esa fauna de pietistas y mojigatos le besarán los pies, aunque se trate de un impostor; pero que en Colombia exista un maestro colombiano, eso sí no lo pueden aceptar esos intonsos de espiritualismo, y llenos de ira acabarán de remacharle los clavos de su cruz a martillazos, y se mofarán del maestro y le escupirán el rostro porque es una tremenda realidad que nadie en su tierra es profeta.

Por ello leemos en el capítulo 4, versículo 24, del Evangelio de San Lucas estas palabras del Cristo: "Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su tierra.

Así pues, no es de extrañar que los mismos espiritualistas de Colombia traten de ridiculizarme, porque el mismo Jesús dio testimonio de que el profeta en su tierra no tiene honra.

Este sublime mensaje que yo, Aun Weor, le entrego a la humanidad, inevitablemente será rechazado por la mayor parte de los sabihondos del rosacrucismo, del teosofismo, del espiritismo y hasta por ciertos grupos de castrados volitivos llenos de mojigatería y pietismo, como los denominados hermanos herméticos de Luxor, famosos por su pereza mental, los denominados martinistas, secuaces del mago negro Papus, los denominados budistas libres, entre los cuales abunda el homosexualismo, los partidarios de Max Heindel, famosos por su ignorancia, los explotadores de las distintas religiones del mundo... Y es que es tremendamente real y verdadero que las muchas letras corrompen.

Se cuentan por millones los eruditos del espiritualismo que lo saben todo, y no saben nada. Ellos discuten, ellos polemizan, ellos argumentan y se declaran amos del saber, pero en el fondo no son sino pobres mentecatos llenos de odios, llenos de egoísmos, llenos de envidias, llenos de intrigas y rencores.

Y es que para llegar a la alta iniciación no se necesita ser erudito, lo que se requiere es ser perfecto como nuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

A la alta iniciación no se llega con el intelecto sino con el corazón, y existen verdaderos maestros de la Fraternidad Blanca que ni siquiera saben leer ni escribir y sin embargo son grandes sabios iluminados.

El tiempo que pierden esos mentecatos de las tan famosas escuelas espiritualistas, llenándose la cabeza de teorías y misticismos enfermizos que a nada conducen, debieran emplearlo en corregir todos sus defectos y acabar con todas sus lacras morales, porque al Gólgota de la alta iniciación sólo suben las almas de corazón puro y santo.

El intelecto no llega jamás a la iniciación. Al Gólgota de la alta iniciación sólo llega el corazón. La mayor parte de espiritistas, teosofistas, rosacrucistas etc. están ya corrompidos y tienen la cabeza llena de teorías absurdas y prejuicios ancestrales, ellos no le dan "pase" a nada nuevo. Cuando entró en circulación nuestro libro titulado «El Matrimonio Perfecto», no hubo espiritualista de Colombia que no lanzara contra nosotros la infamia de sus críticas, y es que los estultos no estudian para aprender, sino para criticar.

Cada escuela, sociedad o logia espiritualista tiene su "tiranuelo" y su "camarilla" de mentecatos, que no quieren nada nuevo. Ningún "jefecillo" o "tiranuelo de aula o logia" quiere admitir nada que pueda amenazarle la existencia y el "negocio" de su congregación.

Dentro de poco rugirán los cañones de la tercera guerra mundial, y entonces los que hoy se burlan de Aun Weor tendrán que escucharlo (y ¡En qué forma horrible!).

La justicia es la suprema piedad y la suprema impiedad de la ley.

Los Dioses juzgaron a la Gran Ramera (La humanidad) y la consideraron indigna, la sentencia de los Dioses es:

¡Al Abismo! ¡Al Abismo! ¡Al Abismo¡

¡Hombres de la edad de Acuario! ¡Hombres del siglo XXI! ¡Hombres del siglo XXX!, permaneced firmes en la luz, acordaos que los hombres del siglo XX fueron unos bárbaros y que todos ellos perecieron y fueron castigados por sus maldades. Que esto os sirva de ejemplo para que permanezcáis firmes en la fe de Cristo.

¡Hombres de Acuario! Apurad vuestro camino hacia la luz, redimíos y fusionaos con vuestros Íntimos antes de que los malvados del siglo XX salgan del Abismo. Un nuevo signo de tinieblas se acerca (Capricornio) y a vosotros os toca estar alertas y vigilantes, porque la tierra será nuevamente invadida por las "almas-demonios" de la edad negra que en el siglo XX yo, Aun Weor, encerré en el abismo para que vosotros tuvierais la felicidad que ahora estáis disfrutando.

Hombres de Acuario, a vosotros especialmente dedico este libro que los bárbaros del siglo XX no entendieron. Hombres del siglo XX, oíd la palabra de Jehováh:

"Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad (la civilización actual), como quien quiebra un vaso de barro, que no puede más restaurarse; y en Topheth (valle de la matanza) se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar" ( Jeremías Cap. 19. vers. 11).

Aun Weor

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Capítulo 1.- La Revolución de Bel

Canta, oh Diosa de la sabiduría, a la majestad del fuego.

Levantemos nuestras copas y brindemos por la jerarquía de las llamas.

Escanciemos nuestras ánforas de oro y bebamos del vino de la luz hasta embriagarnos.

¡Oh Demóstenes! cuán rápidos fueron tus pies en Queronea.

Mésmer, Cagliostro, Agripa, Raimundo Lulio, a todos os conocí, a todos os vi y os llamaron locos.

¿De dónde sacasteis vuestra sabiduría? ¿Por qué la muerte selló vuestros labios? ¿Qué se hicieron vuestros conocimientos?

Yo beberé el vino de la sabiduría esta noche en el cáliz de vuestros augustos cráneos, y en un gesto de rebeldía omnipotente me rebelaré contra la antigua huesa.

Yo romperé todas las cadenas del mundo y me declararé inmortal aunque me crean loco.

Yo empuñaré la espada de Damocles y haré huir a la inoportuna huésped.

Pero no podrás contra mí, muda calavera, porque yo soy eterno.

Cristo ígneo, Cristo ardiente, yo levanto mi copa y brindo por los dioses. Y Tú, bautízame con fuego.

¿De dónde surgió esta enorme creación?

¿De dónde surgieron estas inmensas moles planetarias que, como monstruos milenarios, parecen salir de las fauces de un abismo para caer en otro abismo más terrible y espantoso que el primero?

Levanto mis ojos a lo alto y sobre la cabeza ígnea del más grande de todos los sacrificados leo esta palabra: INRI. Igni Natura Renovatur Integra. (El fuego renueva incesantemente toda la naturaleza).

Sí, amados discípulos, todo en el universo no es sino las granulaciones del fohat.

¡Oh las jerarquías de los fuegos! ¡Oh las jerarquías de las llamas!.

Rosas ardientes, ardientes culebras ígneas, silbad, silbad eternamente sobre las aguas de la vida para que surjan los mundos. Silbad, silbad, silbad eternamente con el silbido de fohat, santas llamas.

Bendito sea el fiat luminoso, el fiat espermático del eterno Dios viviente que puso en existencia el universo.

Divino fuego, tú eres el numen divinal de todas las existencias infinitas, y cuando la llama subterránea devore la forma y queme los fundamentos del mundo, tú serás como eras antes, sin sufrir cambio alguno, ¡Oh fuego divino y eternal!. Fohat fecunda la materia caótica y surgen los mundos a la existencia. Todo lo que ha sido, lo que es y lo que será es hijo del fuego.

El fuego del Espíritu Santo es la llama del Oreb. Fohat vive en nuestros testículos y sólo es cuestión de ponerlo en actividad por medio de la magia sexual para convertirnos en dioses, en devas, en seres divinos e inefables. El fuego de la castidad es el fuego del Espíritu Santo, es el fuego de Pentecostés, es el fuego del Kundalini, es el fuego que Prometeo robó al cielo, es la llama sagrada del templo que las vestales encienden, es la llama de triple incandescencia, es el carro de fuego en que Eliseo subió al cielo.

En los tiempos del antiguo Egipto, el neófito que aspiraba a ser alquimista para despertar el divino fuego, había de casarse con una mujer madura, pero si lo hacía con una joven, había de demorar algunos meses antes de efectuar la conexión sexual, y entre las condiciones matrimoniales estaba el tener que obedecer a su mujer, a la cual se sujetaba con mucho gusto el alquimista.

Introducir el miembro en la vagina y retirarse sin derramar el semen, ésta es la vieja fórmula de los antiguos alquimistas. Con ella se despierta la culebra ígnea y logramos la unión con el Íntimo. Él es el real Yo, aquel Ruach Elohim que, según Moisés, labraba las aguas en el principio del mundo, y entonces nos convertimos en el Rey Sol, en el Mago Triunfador de la Culebra. Nos hacemos dioses omnipotentes y con la espada de Damocles derrotamos a la muerte. La naturaleza entera se arrodillará ante nosotros y las tempestades nos servirán de alfombra para nuestros pies. Fohat es el elixir de larga vida, y con ese elixir podremos conservar el cuerpo a través de millones de años. La mujer es la vestal del Templo, la mujer enciende la llama de nuestro arquín sonoro, el cual vibra en los espacios cósmicos con esa tremenda euforia solemne e inefable de los dilatados cielos de Urania.

Mujer, yo te amo...

hace muchas noches,

que lloro mucho... mucho...

y al fin de la jornada escucho tus cantares,

y tiemblan de amor los soñolientos astros,

y se besan las musas celestiales con tus cantos...

Eres un libro sellado con siete sellos.

No sé si eres dicha o veneno.

Estoy en el borde de un abismo que no entiendo.

Siento miedo de ti y de tu misterio.

Mujer, yo te adoro.

Quiero beber licor de mandrágoras,

quiero besar tus senos,

quiero sentir el canto de tus palabras

y encender mis fuegos.

Mujer, no me puedes olvidar.

me dijiste que me amabas

y me juraste tu cariño

en noches adoradas,

en noches de idilio,

en noches perfumadas

y de cantos y de nidos.

Vieja sacerdotisa, enciende mi pabilo,

enciende mi llama de triple incandescencia.

Núbil vestal de templo divino,

entrégame los frutos de la ciencia.

Por Aun Weor

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Capítulo 2.- La Arcadia

¿Quién es ese joven de túnica grisácea, ojos negros y profundos, nariz aguileña, alto cuerpo y pelo alborotado?

¿Quién es ese alegre joven que ríe alegremente en tertulia con amigos, despreocupado y feliz en la orgía?

¡Ah! es Belcebú, el rey de la fiesta, el simpático amigo de las tabernas, el alegre compañero de la orgía, el romántico galán despreocupado de la antigua Arcadia.

He penetrado clarividentemente en la época de Saturno. Aquí no veo nada vago ni vaporoso. Besant, Leadbeater, Heindel, Steiner, ¿Dónde están vuestros poderes? ¿Qué se hicieron vuestros conocimientos? ¿Para qué me habláis de cosas vagas cuando todo aquí es concreto y exacto?

Estos hombres de la época de Saturno eran hombres, y hombres de verdad, porque tenían un "Yo" y sabían que lo tenían...

Las humanidades siempre son análogas, y estos hombres de la época de Saturno eran como los actuales, el ambiente semejante. Cuando se habla de humanidad, vienen a la mente negocios, tabernas, lupanares, orgías, bellas muchachas casquivanas y apuestos galanes, princesas robadas y viejos castillos, tenorios de barrio y poetas trasnochados, el anciano que pasa y el niño que llora, la madre que arrulla una esperanza y el fraile que murmulla alguna oración... en fin, toda esa gama de cualidades y defectos variados, diversos, que constituyen los valores humanos. La humanidad es una matriz donde se gestan ángeles y diablos. De la humanidad no sale sino eso, ángeles y diablos.

Cuando las mónadas divinas animan los tres reinos inferiores no hay ningún peligro. El peligro está al llegar al estado humano. De ese estado se sale para ángel o para diablo.

Belcebú fue un gran rebelde que sacudió su cabeza y su melena alborotada sobre las copas y delicias de la Arcadia. Tuvo ansias de sabiduría y sus alas de águila rebelde no cabían dentro del gallinero parroquial. Su verbo tremendo y fogoso desconcertaba a los imbéciles y desenmascaraba a los traidores con sus proverbios contundentes y luminosos. En su alma ardía el fuego de la eternidad, y un grito de rebeldía sacudía sus entrañas de titán. Gozaba de toda clase de comodidades y habitaba en una casa confortable y lujosa de la Arcadia. Ése era su nido de águila rebelde.

La materia toda era mental. Todos los humanos usaban cuerpos astrales. Comían, vestían, bebían y se divertían como ahora, porque el cuerpo astral es un organismo casi tan denso como el físico y estaba análogamente constituido como el físico. Ciertamente los hombres de la Arcadia recordaban antiguos cataclismos y hermosas tradiciones milenarias de épocas presaturnianas, pero en el pleno apogeo del estado humano la vida era semejante a la actual.

Fiestecitas retozonas

de alegres camaradas.

Pálidas lumbres

y licor de mandrágoras.

Noches de borrasca y orgía,

noches de carnaval.

Romances de amor y poesía,

que vale más no recordar.

Doncellas de casta morena

que caen entre los brazos,

y son como el viento ligeras

con esos trajes de raso.

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Capítulo 3.- Magia Blanca y Magia Negra

Hay 7 verdades, 7 señores sublimes y 7 secretos. El secreto del Abismo es uno de los siete grandes secretos indecibles.

Abaddón es el ángel del Abismo. Viste túnica negra y capacete rojo como los dugpas y los bonzos del Tibet Oriental y de las comarcas de Sikkim y Bhután, como los magos negros del altar de Mathra (pronunciado Mazra por las rosacruces de la escuela "Amorc" de California). Magos de capacete rojo son también los venerables anagarikas y, en fin, los grandes jerarcas de las cavernas tenebrosas.

Una cosa es la teúrgia y otra cosa es la nigromancia. El maestro interno del teúrgo es su Íntimo. El maestro interno del nigromante es su guardián del umbral, al cual llaman el guardián de su conciencia, el guardián del recinto, el guardián de su cámara, el guardián de su sanctum.

El Íntimo es nuestro espíritu divinal, nuestro yo superior, nuestro ángel interno.

El guardián del umbral es el fondo interno de nuestro yo animal.

El Íntimo es la llama ardiente del Oreb, aquel ruach elohim que, según Moisés, labraba las aguas en el principio del mundo, el Rey Sol, nuestra mónada divina, el alter ego de Cicerón.

El guardián del umbral es nuestro Satán, nuestra bestia interna, la fuente de todas nuestras pasiones animales y apetitos brutales.

El yo superior del teúrgo es el Íntimo. El yo superior del nigromante es el guardián del umbral.

Los poderes del Íntimo son divinos. Los poderes del guardián del umbral son diabólicos.

El teúrgo rinde culto al Íntimo. El nigromante rinde culto al guardián del umbral.

El teúrgo se vale de los poderes del Íntimo para sus grandes trabajos de magia práctica. El nigromante rinde culto al guardián del umbral para sus trabajos de magia negra.

Hemos llegado al imperio omnipotente de la alta y baja magia.

La luz astral es el campo de batalla entre los magos blancos y negros. La luz astral es la clave de todos los imperios y la llave de todos los poderes. Ése es el gran agente universal de vida. En ella viven las columnas de ángeles y de demonios.

Para llegar a la teúrgia hay que ser primero alquimista, y es imposible ser alquimista sin una mujer.

Vitriol es una de las claves del alquimista gnóstico. Esta palabra significa Visita interiorem terram rectificando invenies ocultum lapidem (Visita el interior de nuestra tierra, que rectificando encontrarás la piedra oculta).

La clave está en el vidrio líquido flexible maleable. Este vidrio es el semen. Tenemos que hundirnos dentro de nuestro propio laboratorio orgánico y aumentar y rectificar nuestro vidrio líquido a fin de aumentar con heroísmo la piedra filosofal, la fuerza de nous, el Logos Inmortal, la Culebra Solar, que en el fondo de nuestra arca duerme con silente inquietud.

La mujer es la vestal del templo, y la vestal enciende el fuego sagrado de triple incandescencia.

El elixir de larga vida es oro potable y ese oro es el semen. El secreto está en conectarse sexualmente con la sacerdotisa y retirarse antes de derramar el semen.

I A O. Esas tres letras vocales deberán pronunciarse durante este trance sexual así:

IIIIIIIIII... AAAAAAAAAA... OOOOOOOOOO...

Cada letra requiere una exhalación completa de los pulmones, luego se llenan completamente y se pronuncia la segunda y luego la tercera. Esto se debe hacer mentalmente cuando la sacerdotisa no está preparada, evitando así malas interpretaciones por su parte.

Con esta clave despierta nuestro kundalini y al fin llegamos al matrimonio de nous y conquistamos a la Bella Helena por la cual pelearon tantos ilustres guerreros de la vieja Troya.

La Bella Helena es la mente ígnea del alma que ya se desposó con su amado eterno, con el Íntimo. La Bella Helena es la mente ardiente del teúrgo. Con esa mente el teúrgo transmuta el plomo en oro real y efectivo. El teúrgo empuña la espada y como un rey de la Naturaleza, resucita los muertos, cura los ciegos y los cojos y los paralíticos, desata los huracanes y heroico se pasea por los jardines de fuego de la Naturaleza.

¿Qué lógica inductiva o deductiva sirve de base a los neoplatónicos Plotino y Porfirio para combatir la teúrgia fenoménica?

Todas las existencias infinitas del universo son hijas de la teúrgia fenoménica. Hay una enorme diferencia entre el espejo de la teúrgia y el espejo de la nigromancia. El espejo de Eleusis es diferente del espejo de Papus y la escuela Amorc de California.

El espejo de la escuela de Papus es nigromancia y magia negra. El espejo de los misterios de Eleusis es pura y divina teúrgia.

El iniciado de Eleusis en estado manteia (éxtasis) pronunciaba la sílaba sagrada y entonces aparecía en el resplandeciente espejo el Íntimo del iniciado, todo hecho de luz y belleza. Muchas veces el iniciado provocaba el estado manteia bebiendo el cáliz del soma que lo transportaba al pleroma inefable del amor.

El nigromante de la escuela de Amorc de California ruega al guardián del umbral para que aparezca en el espejo, y una vez hecha la visión, el candidato queda esclavo del guardián del umbral y convertido en mago negro.

El ritual de primer grado de la escuela de Amorc de California es el crimen más monstruoso que se ha cometido contra la humanidad. El discípulo mirando al espejo invoca al monstruo del umbral con estas ocho preguntas que se hace a sí mismo:

1.- ¿Quisieras conocer el misterio de tu ser?

2.- ¿Quisieras conocer el terror del umbral?

3.- ¿Escucharás la voz que contesta?

4.- ¿Has oído hablar de la conciencia?

5.- ¿Sabes tú que la conciencia es la voz interna y que habla cuando se le da la oportunidad de hacerlo?

6.- ¿Darás a la conciencia libertad para que te hable?

7.- ¿Sabes que tu conciencia es tu guardián y por lo tanto el guardián de este sanctum?

8.- ¿Y sabes que este sagrado guardián estará siempre presente en este sanctum para guiarte y protegerte?

Estas ocho preguntas se las hace el ingenuo discípulo, y después de recitar algunos otros párrafos de magia negra ante el espejo, dice: "Ante mis fráteres y señores y en presencia del guardián del sanctum, proclamo que me he acercado al terror del umbral y que no he tenido terror por mi alma, ahora soy un morador en el umbral, me he purificado y he ordenado a mi verdadero "yo" (el guardián del umbra) que tenga dominio sobre mi cuerpo físico y mi mente".

Así queda el ingenuo discípulo convertido en mago negro, esclavo del guardián del umbral y de las tinieblas.

Este ritual de magia negra adaptada hoy al siglo XX es antiquísimo. Belcebú, después de haber pasado por él en la antigua Arcadia, comenzó su horrible carrera de demonio. Con justa razón el reformador tibetano Tsong-Ka-pa en 1387 echó a las llamas cuanto libro de nigromancia encontró, pero algunos lamas descontentos se aliaron con los bonzos aborígenes y hoy forman una poderosa secta de magia negra en las comarcas de Sikkín, Bhután y Nepal, entregados a los ritos negros más abominables.

Jámblico, el gran teúrgo dice:

"La teúrgia nos une más fuertemente con la divina naturaleza. Esta naturaleza se engendra por sí misma, actúa por medio de sus propios poderes, es inteligente y lo mantiene todo, es el ornamento del universo y nos invita a la inteligente verdad, a la perfección y a compartir la perfección con los demás. Tan íntimamente nos une a todos los actos creadores de los dioses, en proporción a la capacidad de cada cual, que luego de cumplir los sagrados ritos, se consolida el alma en las acciones de inteligencia de los dioses hasta que se identifica con ellas y es absorbida por la primieval y divina esencia. Tal es el objeto de las sagradas iniciaciones de los egipcios".

Jámblico invocaba y materializaba a los dioses planetarios. Primero se es alquimista, luego mago y por último teúrgo. Practicando magia sexual despertamos la culebra y nos volvemos teúrgos. Todo el secreto está en aprender a conectarse con la mujer y retirarse sin derramar el semen.

En los misterios de Eleusis el baile al desnudo, la magia sexual y la música deliciosa eran algo inefable.

La Iglesia Gnóstica ha abierto sus puertas a la humanidad entera, y a mí, Aun Weor, me ha tocado difundir la sabiduría de la culebra entre la humanidad doliente.

ELEUSIS

Manteia, manteia, manteia.

La música del templo me embriaga

con este canto delicioso

y esta danza sagrada.

Y danzan las exóticas sacerdotisas

con impetuoso frenesí de fuego

repartiendo luz y sonrisas

en aquel rincón del cielo.

Manteia, manteia, manteia.

Y la serpiente de fuego,

entre los mármoles augustos,

es la princesa de la púrpura sagrada,

es la virgen de los muros vetustos.

Es Hadid, la culebra alada,

esculpida en las viejas calzadas de granito,

como una diosa terrible y adorada,

como un genio de antiguos monolitos,

en el cuerpo de los dioses enroscada.

Y vi en noches festivales

princesas deliciosas en sus literas,

y la musa del silencio sonreía en los altares,

entre los perfumes y las sedas.

Manteia, manteia, manteia,

gritaban las vestales

llenas de loco frenesí divino.

Y silenciosos las miraban los dioses inmortales

bajo los pórticos alabastrinos.

Bésame amor, mírame que te amo.

Y un susurro de palabras deliciosas

estremecían el sagrado arcano

entre la música y las rosas

de aquel santuario sagrado.

Bailad, exóticas danzarinas de Eleusis,

entre el tintineo de vuestras campanillas,

magdalenas de un vía crucis,

sacerdotisas divinas.

(Manteia en los antiguos misterios de Eleusis quiere decir éxtasis).

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Capítulo 4.- Los Cuatro Caminos

"He aquí que ante vosotros pongo dos caminos: el de la vida y el de la muerte" (Jeremías, 21 v 8).

A la sombra del licor y la orgía crece la hechicera flor del delito.

A la sombra del follaje núbil de pasión, la alimaña silvestre y el reptil rastrero forman su nido.

En medio de la borrasca y la bacanal aprendió Belcebú a jugar grandes sumas de dinero. Y el dinero y el pecado original son coexistentes, ambos son la tragedia de lo humano.

El juego ha llevado a la ruina y al suicidio a la dama elegante y al astuto caballero, al hombre de trabajo y al tahúr bohemio.

Belcebú aprendió el vicio del juego y reía alegre en la bacanal, entre el seco sonido de los dados y el taponazo alegre y triunfador de otra botella.

Pero he aquí que nunca faltaba en la orgía un personaje misterioso. Este fatídico personaje de rostro siniestro vestía túnica negra al estilo de la arcadia y en sus orejas relucían siempre unos grandes aretes de oro.

¿Qué misterio envolvía a ese siniestro personaje?

¿Era acaso algún genio de la luz venido de remotas esferas? Era acaso algún luminoso señor de la llama o algún antiguo habitante de alguna época histórica ya fenecida? No, nada de esto. Este hombre era tan sólo un horrible y monstruoso trasgresor de la ley, un mago negro. Belcebú aprendió de este mago negro ciertas claves secretas para ganar en el vicio del juego. La amistad se mezclaba con el agradecimiento y la orgía, y así el siniestro personaje fue conduciendo a su víctima por el camino negro.

Los hombres de la época de Saturno usaban cuerpos astrales y eran altos de estatura. En ese entonces nuestros actuales cuerpos humanos eran tan sólo gérmenes con posibilidades de desenvolvimiento. Los actuales "íntimos" humanos, entonces eran sólo chispas virginales que animaban el reino mineral. Pero Belcebú era un hombre de aquella época porque tenía un yo y sabía que lo tenía. Si hubiera seguido por el angosto y estrecho camino que conduce a la luz, hubiera llegado a ser un señor de la mente, un hijo del fuego, como sus más queridos amigos. Pero el licor, el placer, el juego y la fornicación, con sus flores exóticas de belleza maligna y seductora hipnotizan al débil y lo llevan al Abismo.

Belcebú se hizo íntimo amigo del siniestro personaje que con sus claves milagrosas le sacaba triunfante en el vicio del juego, y al fin un día estuvo tristemente preparado para recibir la primera iniciación de magia negra en un templo tenebroso. Su maestro le había hecho promesas inefables, le había hablado tanto del amor y de la justicia que era imposible dudar de él, máxime cuando le había sacado con sus maravillosos secretos siempre triunfante en el juego.

¿Cómo podrían hoy en día los estudiantes de la escuela de Amorc dudar del imperator de su sagrada orden, o de sus "santos rituales"? El que va a caer no ve el hoyo.

El ritual de primera iniciación tenebrosa que el discípulo Belcebú recibió en el templo, fue el mismo primer ritual que hoy los estudiantes de Amorc verifican en su cuarto para recibir el primer grado. Así como el estudiante de primer grado de Amorc, después del rito, queda esclavo del guardián del umbral, así también Belcebú quedó esclavo del guardián del umbral y comenzó su carrera de demonio.

Sucede que durante las horas del sueño ordinario, "Veritas", el gurú negro, lleva en cuerpo astral a los discípulos del primer grado negro y los sujeta a un rito muy curioso. Veamos: el discípulo da algunas vueltas alrededor de una mesa golpeándola, y luego recibe un ladrillo de manos del iniciador, el cual pronuncia ceremoniosamente estas palabras "debajo del diablo, no se te olvide"; seguidamente el discípulo entierra el ladrillo en el suelo.

Esta ceremonia simboliza que el pobre discípulo ha puesto los fundamentos de su discipulado negro, y que ahora tiene que obedecer las órdenes de la fraternidad negra. Después de esto se le hacen ciertos tratamientos ocultos a la víctima ingenua sobre los chacras principales de la cabeza, a fin de controlarlo para la negra hermandad y se le aplica sobre la nuca un lente en forma de ojo para influir sobre los importantes centros de su subconsciente. Cuando el discípulo despierta en su cama no trae ningún recuerdo de lo que ha pasado en el astral.

Los magos negros tienen su mística, y siempre creen firmemente que van por el buen camino. Ningún mago negro cree que va por mal camino.

El camino de la magia negra es el camino ancho lleno de vicios y placeres.

Mariela, la gran maga negra, llena de una belleza deliciosa y fatal, con su voz encantadora y su tierno rostro, se deslizaba ágil y ligera sobre la mullida alfombra de los grandes y espléndidos salones de la más rancia aristocracia de la nobleza Europea. Su voz seductora resonaba en la fiesta como un poema de amor, como un beso de sombras, como una música inefable. Era algo así como el romance de una melodía o como el milagroso ensueño de una sinfonía de Beethoven.

Era Mariela la gran maga, la espléndida dama de todas las cortes de Europa.

Las 60 almas de la paila, con sus cabelleras canas, semejaban algo así como un jardín de blancas margaritas entre los perfumes, las sedas y los fracs de los regios palacios. Eran las 60 almas de la paila, un jardín de flores blancas donde soplaba un hálito de muerte.

El testamento de las 60 Elenas fue un testamento de tinieblas y de muerte. Y tú, Ángela, con esa regia vestidura de larga cola, pareces la ansiada prometida de un amante que nunca llega. Pareces la ninfa misteriosa de un delicioso laberinto encantado, pareces una beldad inolvidable entre el terciopelo de la noche salpicado de estrellas.

Cuántas veces te vi, ¡oh Ángela!, como una diosa fatal entre los espejos hechiceros de aquel elegante salón de la brujería, donde tú eras una reina del mal. ¿Cómo se llama, ¡oh hijos del mal!, esa espléndida mansión semejante a un idilio?

¡Ah! es Yahvé-semo, el salón delicioso de la púrpura y la seda. Aquí sólo reina el amor y la belleza fatal del Abismo del mal. Cada dama aquí es un poema, cada sonrisa un idilio y cada danza un romance de amor inolvidable. El tallo flexible y delicado de cada beldad maligna es una bayadera entre la silueta de un paisaje misterioso.

Andramelek, el rico y fastuoso mago negro de la China, dice que el ser humano es un ángel y por lo tanto no tiene por qué sufrir, y aconseja siempre a sus amigos que se metan en la aristocracia y se vistan como príncipes y consigan mucho dinero.

Cherenzi, el K. H. negro, hablando en el sentido social, dice que sus discípulos deben ser triunfadores, y que el discípulo que no sea triunfador no puede ser su discípulo.

Los magos negros aman la fornicación y, como tratando de justificarse, dicen que es una relación divina. Los magos negros saben demasiado que las almas que se alejan del Íntimo se desintegran en el Abismo. Pero entonces Cherenzi, portavoz de las enseñanzas de los hermanos de las cavernas tenebrosas, dice que el alma es tan sólo un vestido y que ella debe desintegrarse, porque a ellos sólo les interesa el "real ser" y que aspiran a construir su nidal en el absoluto. Esta es la mística peligrosa de la magia negra. Cualquier neófito en ciencia oculta cae fácilmente en esa filosofía de belleza terriblemente maligna y seductora...

Los magos negros odian a Cristo y lo consideran personaje malvado. Cherenzi, el K.H., dice que el señor Cristo no era iniciado porque ningún iniciado se deja matar. Los magos negros de San José de California son más diplomáticos por conveniencia económica. Con esa filosofía de las tinieblas, los magos negros forman su mística y, llenos de regocijo, beben, cohabitan y se divierten, asisten a sus grandes festines y danzan deliciosamente en sus elegantes salones, y en brazos de la fornicación gozan y se ríen.

El camino negro es fácil y llano y por ese camino fácil y alegre se orientó Belcebú, el apuesto y simpático galán de la antigua Arcadia. "Angosta es la puerta y estrecho es el camino que conduce a la luz, y muy pocos son los que la hallan". El camino que conduce a la luz está lleno de abrojos y espinas. "Muchos son los llamados y pocos los elegidos".

Y en nuestra evolución terrestre la mayor parte de las almas se perdieron. A todas ellas les fue más fácil y accesible el camino negro, lleno de vicios y placeres.

La evolución humana está fracasada. Sólo un puñado de almas se unirán con el Íntimo e ingresarán al reino angélico. La mayor parte de las almas humanas se desintegrarán en el Abismo a través de los siglos y de los eones, entre las tinieblas exteriores, el llanto y el crujir de dientes.

Cristo, el Divino Redentor del mundo, vino a abrir el sendero de la iniciación públicamente para la humanidad entera. Todo el vía crucis del Divino Rabí de Galilea es el camino de la iniciación que el iniciado debe recorrer en su camino hasta el Gólgota de la alta iniciación, donde el alma se une con el Íntimo y se inmortaliza, alcanzando las almas inefables del pleroma.

Un sopor de siglos impenetrables pesa sobre los augustos y sagrados misterios. El verbo hecho carne yace en el fondo de nuestra arca sagrada aguardando el instante supremo de nuestra resurrección. La doctrina santa del Salvador del mundo brilla con el fíat luminoso y espermático del primer instante, y la vara de Aarón permanece aguardando el paso da la culebra.

La Santa Iglesia Gnóstica es la celosa guardadora de la Pistis Sophia, donde se halla escrita toda la enseñanza del Divino Rabí de Galilea, y en el fondo de las edades brilla resplandeciente el antiquísimo y doloroso camino por donde han transitado todos los maestros de la humanidad.

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Capítulo 5.- El Bastón de los Patriarcas

Belcebú, ansioso cada vez más de sabiduría, cumplía fiel y sinceramente todas las órdenes que su siniestro instructor le daba. Conoció el curso de las corrientes seminales y despertó su kundalini negativamente por los procedimientos de la fornicación y de la concentración, tal como lo enseña Omar Cherenzi Lind en su libro titulado «el kundalini o la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes».

El crepúsculo de la noche cósmica extendía el terciopelo de sus alas misteriosas sobre los valles profundos y las enormes y gigantescas montañas de la vieja Arcadia. Los corpulentos árboles milenarios, últimos vástagos de padres desconocidos, habían ya visto durante largos años caer las hojas del otoño y ahora parecían secarse definitivamente para caer en brazos de la muerte. Nuestros actuales cuerpos humanos parecían ya fantasmas de hombres y los íntimos de nuestra actual humanidad habían ya recibido su más fina vestidura.

Terribles terremotos sacudían la Arcadia y por donde quiera se sentía un hálito de muerte. De aquellas enormes multitudes de seres humanos habían salido dos clases de seres: ángeles y diablos.

La antigua belleza del apuesto galán de la Arcadia había desaparecido. Su cuerpo se cubrió de pelo y tomó la semejanza de un gorila. Sus ojos tomaron el aspecto criminoso y horrible de un toro. Su boca se agigantó y con sus horribles colmillos presentaba el aspecto de las fauces de una bestia voraz. Su cabeza de enorme melena y sus pies y manos deformes y gigantescos le dieron el aspecto de un monstruo horrible, corpulento y enigmático. Este era Belcebú, el enigmático y apuesto galán de la antigua Arcadia.

¿Esta era la copa de sabiduría en que él quería beber? ¿Para llegar a esa horrible monstruosidad fueron todas esas sagradas iniciaciones que él pasó en el templo? ¿Este era el néctar de la ciencia o el licor de la sabiduría que él anhelaba?

Sabiduría, divino tesoro,

que con tu fuego me quemas,

cuando quisiera llorar no lloro

y si lloro tú me consuelas.

Érase un viejo leñador de la comarca

que no sabía leer ni escribir,

sólo amaba el filo de su hacha

y sentía ansias de vivir.

Regaba el surco con sus lágrimas

y amor sentía por la sabiduría,

sonreían sus mejillas pálidas

y se embriagaba de amor y de poesía.

¡Sabiduría, sabiduría, sabiduría,

cuánto me quemas!

Exclamó el anciano que moría

bajo las rubias estrellas.

Sabiduría, licor de los dioses,

es licor que envenena,

y por un camino muy duro mi espíritu vendrá.

Es terrible, Dios mío, la tortura de esperar.

Sabiduría, por ti levanto mi copa

y estoy cansado de llorar.

Sabiduría, a ti canto mis estrofas

y aguardo entre las rosas

al amor que ya volverá.

Sabiduría, divino tesoro,

que con tu fuego me quemas,

cuando quisiera llorar no lloro

y si lloro tú me consuelas.

El kundalini despertado en forma negativa lo convirtió en una potencia tenebrosa de la naturaleza. Los magos negros durante la fornicación pasional aprovechan el instante de la eyaculación seminal para hacer ascender, por medio de la concentración mental, las hormonas vitalizadoras que segregan las glándulas sexuales hacia la cabeza, luego con la mente las llevan al corazón y este último las envía hacia el dedo grande del pie derecho, y así despiertan el kundalini negativamente y se convierten en el monstruo de las siete cabezas de que habla el Apocalipsis.

En la India hay escuelas de yoga negra, que instruyen a sus discípulos en esa ciencia tenebrosa. Todos los profundos estudios de ocultismo los podemos reducir a una síntesis: la culebra. Derramando el semen nos convertimos en diablos, y no derramándolo nos convertimos en ángeles. Si la culebra sube, somos dioses, y si la culebra baja, se forma la cola del demonio en nosotros y nos volvemos demonios. La cola del demonio es una prolongación de la contraparte astral del coxis y resulta del movimiento de la culebra hacia abajo, hacia la tierra.

El kundalini es el bastón de los patriarcas, la vara de Aarón, el báculo de Brahma y el cetro de los dioses.

Practicando la magia sexual el alquimista gnóstico despierta el kundalini y sube por el conducto de un canal llamado susumná. Esa culebra ígnea es gruesa en aquellos que tienen mucha sustancia cristónica (semen) acumulada, y delgada en aquellos que no tienen mucha energía sexual almacenada. El despertar positivo del kundalini va acompañado de una gran fiesta en el templo.

Terribles dolores se producen en el coxis y el fuego serpentino se va abriendo paso hacia arriba, hacia la cabeza. El paso de un cañón a otro se realiza según los méritos morales del discípulo. Estos cañones son las vértebras de la columna espinal; también se les llama pirámides.

Cualquier acto indigno le rebaja al discípulo uno o más cañones según la magnitud de la falta. Son 33 cañones que tenemos que conquistar para llegar a la alta iniciación, que es la unión con el Íntimo. Esos 33 cañones pertenecen al grado 33 de la masonería, esos son los 33 años de la vida de Cristo. El grado 33 sólo lo tienen los maestros de misterios mayores, los dos 3 unidos son el símbolo de la unión de la materia con el espíritu, el círculo perfecto de la eternidad, cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.

La alta iniciación se realiza cuando ya el kundalini ha llegado a la cabeza, pero para que el kundalini suba triunfante a través de los 33 cañones, se necesita practicar al pie de la letra todas las enseñanzas de los Santos Evangelios. Para llegar a la alta iniciación hay que pasar primero las nueve arcadas; estas son las nueve iniciaciones de misterios menores.

Conforme el fuego serpentino va subiendo por la columna espinal, van despertando todos los poderes del hombre, pues cada cañón tiene su nombre oculto y se relaciona con determinados poderes.

Cierto maestro de misterios mayores cuenta que, antes de llegar a la alta iniciación, tuvo la debilidad de caer en cierta falta y entonces el kundalini le bajó cuatro cañones y para volver a conquistarlos tuvo que luchar muchísimo.

Las ordalías de la alta iniciación son sumamente severas. El discípulo tiene que seguir un sendero de santidad y castidad perfectas, pero al llegar a la unión con el Íntimo, el hombre se convierte en un maestro de misterios mayores y en un teúrgo.

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Capítulo 6.- Yo acuso

Después de un período de reposo cósmico, la vida recapituló la época de Saturno y entonces se inició la época solar. La tierra brillaba y resplandecía con los coloridos inefables de la luz astral, y la materia del universo era la misma luz astral. Los cuerpos físicos de nuestra actual humanidad se desarrollaron un poco más y recibieron el cuerpo vital que hoy en día sirve de base a toda la biología humana.

Los ángeles y los diablos de la época de Saturno flotaban en el ambiente de la época solar. Allí vemos clarividentemente a Belcebú, el príncipe de los demonios, entregado a los peores delitos. Miembro activo de un gran templo de magia negra, luchaba intensamente para hacer prosélitos entre la humanidad de la época solar y fueron muchas las almas que él conquistó para su tenebroso templo. Bajó Belcebú los 13 escalones de la magia negra y logró la 13ª iniciación negra, que lo convirtió en príncipe de los demonios. En su cintura llevaba el siniestro cordón de 7 nudos tal como lo usan los dizque caballeros templarios del mago negro Omar Cherenzi Lind y los miembros de la escuela de magia negra Amorc de San José de California.

Se hizo hábil en el manejo de la mente y recibió la palabra perdida de los magos negros que se escribe Mathrem y se pronuncia Mazrem. En su cabeza melenuda colocó el bonete de la magia negra, y cubrió sus anchos y velludos hombros con la negra capa de príncipe de los demonios. En su frente aparecieron los cuernos del diablo; estos cuernos son la marca de la bestia. Se familiarizó con todas las palabras de pase y se convirtió en un gran jerarca de la Logia Negra, en un adepto de la mano izquierda.

Los magos negros de la Amorc de San José de California tienen algunas palabras de pase muy curiosas para reconocerse entre sí: arco, palabra de pase para los de segundo grado; khei-ra para los de tercer grado y la cual pronuncian así: que-i-raa; mathra, palabra de pase para los de cuarto grado (se pronuncia mazra); esta es la palabra perdida de los magos negros, es el nombre de un templo de magia negra llamado Mathra. Dicho templo está situado en estado de jinas en la Montaña del Pico o Pico de Montaña en las Islas Azores.

Los magos negros del altar de Mathra son magos de capacete rojo como los bonzos y dugpas del Tíbet. De este tenebroso templo atlante provienen los rituales de la Amorc y no del Egipto como falsamente sostienen.

Yo, Aun Weor, el antiquísimo hierofante de los misterios egipcios, acuso a esa negra institución ante el veredicto de la conciencia pública por el delito de engaño. Yo acuso a esa negra institución por atribuirnos a los antiguos egipcios rituales de magia negra que nosotros en el Egipto jamás usamos. Yo acuso a la Amorc de California por el delito de profanación. Yo acuso a la Amorc de California por su mercadería de almas. Yo acuso a la Amorc de California ante el veredicto de la conciencia pública por el horrendo engaño de hacer creer a sus discípulos ingenuos que es una institución blanca.

Pueblo de los Estados Unidos, levantaos como un solo hombre para acabar de una vez con esos antros de corrupción que están conduciendo a millonadas de almas al Abismo. Pueblo bravo, pueblo heroico, ha llegado la hora de las grandes revoluciones y no hay tiempo que perder. Ha llegado la hora de las grandes decisiones, y todos los seres humanos debemos reunimos alrededor del Divino Rabí de Galilea, que desde las cumbres del Gólgota exclama: ¡señor, señor, cómo me has glorificado!

En vano los magos negros del quinto grado gritarán su palabrita de pase astro, porque ese antro de magia negra irá al Abismo donde está la gran bestia y el falso profeta.

En vano gritarán zocas, zocas, zocas, las víctimas horribles del sexto grado, porque el filo de la espada de la Justicia Cósmica sellará sus gargantas entre las horribles tinieblas de la desesperación donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.

Y vosotros los místicos negros del séptimo grado, en vano quemaréis la sal de las brujas con alcohol e incienso.

El guardián inmundo de vuestro sanctum no podrá salvaros de las tinieblas y la desesperación, porque ha llegado el milenario y todo aquel que no esté junto a Cristo, irá al Abismo aunque grite como loco mazrem, mazrem, mazrem.

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Capítulo 7.- El Átomo Nous

Belcebú, el príncipe de los demonios, fue engrosando las filas de sus legiones con nuevos prosélitos que diariamente reclutaba entre los hombres de la época solar y así se convirtió en jerarca de legiones.

El universo brillaba y resplandecía lleno de inefable belleza. La humanidad de la época solar era análoga a las demás humanidades de cualquier época, y entre los hombres de aquella época, hubo uno que se esforzaba terriblemente por llegar a la perfección. Ese hombre fue más tarde Cristo, el Divino Rabí de Galilea, el Logos Solar.

Había en la época solar otro templo de magia negra donde se iniciaron también muchísimos hombres que más tarde se convirtieron en demonios. Astarot fue iniciado en ese negro y gigantesco templo.

Al acercarse, después de millones de años, la noche cósmica de aquella época solar, los cuatro señores de la llama dotaron a los actuales íntimos humanos del alma espiritual o cuerpo búdico, que es el cuerpo de la intuición.

El vehículo de la intuición está conectado directamente con el corazón. El corazón es pues el centro de la intuición. El chacra o flor de loto de la intuición gira y resplandece con extraordinaria belleza. En ese chacra hay 7 centros atómicos que sirven de instrumentos a las 7 grandes jerarquías cósmicas para actuar sobre nuestro maravilloso organismo. Como ya dijimos en nuestro libro titulado «El Matrimonio Perfecto o la Puerta de Entrada a la Iniciación», el corazón del Sol está análogamente construido como el corazón de nuestro organismo humano. Así como en el Sol hay 7 jerarcas que dirigen los 7 rayos cósmicos, así también en nuestro corazón hay 7 cámaras que pertenecen a las 7 grandes jerarquías cósmicas.

Así como el Sol tiene un núcleo atómico central, que es el átomo nous, que es la sede de Brahma en nosotros, dicho átomo es el primer centro vital que funciona en el feto y el último que deja de vivir en nuestro organismo.

Este átomo contiene la mente, la vida, la energía y la voluntad del hombre, y tiene un aura luminosa opalescente que irradia y resplandece.

Al final de la época solar, la humanidad de aquel tiempo llegó al estado angélico, y son los arcángeles de hoy en día. El más alto iniciado de ellos fue Cristo, pero no todos los humanos de ese entonces llegaron a ese estado, pues la mayoría se convirtieron en demonios.

Yahvé, el polo contrario del Cristo, fue el más alto iniciado negro y tenebroso de esa época. Llegada la noche cósmica, pareció el universo sumirse en el caos. La naturaleza entera entró en el sueño feliz. Las semillas de todo lo viviente se entregaron en brazos del sueño y en los espacios infinitos vibraron deliciosamente las arpas de los Elohim.

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Capítulo 8.- La Mente y la Intuición

El hombre mental reside en la cabeza con sus 7 portales. El cerebro está hecho para elaborar el pensamiento, pero no es el pensamiento. El cerebro es tan sólo el instrumento del cuerpo mental.

El cuerpo mental es un organismo material, pero no es el organismo físico. El cuerpo mental tiene su ultrafisiología, y su ultrabiología y su patología interna que los actuales hombres de ciencia desconocen por completo. El cuerpo mental está envuelto en una sedosa envoltura que lo protege y lo mantiene en línea con el sistema nervioso cerebro-espinal. Esta envoltura es la armadura engendrada del cuerpo mental. Dicha armadura está recubierta toda de ciertos conos truncados llamados módulos, los cuales vienen a ser los sentidos del cuerpo mental.

Entre esos centros sensoriales del cuerpo mental hay uno que le permite manejar las corrientes seminales, individuales y universales.

También existen en nuestro cuerpo mental ciertos sentidos que nos permiten recibir la sabiduría de las distintas estrellas. La parte inferior de nuestra armadura vino a formar las circunvoluciones del cerebro. El cuerpo mental tiene un núcleo atómico que le sirve de base. Dicho núcleo es el átomo maestro de la mente. El átomo maestro de la mente tiene toda la sabiduría de la naturaleza y el que, a través de la meditación interna, aprenda a comunicarse con dicho átomo, él lo enseña e instruye en la sabiduría cósmica, porque él es sabio.

El átomo maestro reside en nuestro sistema seminal, pero practicando magia sexual, el átomo sube a la cabeza y entonces nos ilumina en el mundo de la mente.

La armadura argentada brilla como el oro cuando practicamos magia sexual, porque millones de átomos transformativos de altísimo voltaje la recubren y transforman totalmente. Entonces sí viene el despertar de la conciencia y la aristocracia de la inteligencia. Entonces sí se puede hablar de cultura mental y de transformación étnica.

¿Cómo puede hablar el señor Cherenzi Lind de sublimación humana, de superación actual y de inmediatos resultados sin poseer una sólida cultura mental? ¿Conoce acaso el señor Cherenzi Lind las íntimas relaciones existentes entre la sexualidad y la mente? El señor Cherenzi Lind, antes de seguir con su impostura de avatar, debiera estudiarse el psicoanálisis de Sigmund Freud para que siquiera conozca las primeras nociones de la sexualidad en relación con la mente.

¿Está creyendo el señor Cherenzi que jugando football, montando a caballo y seleccionando sensaciones va a lograr eso que se llama ampulosamente novísimas concepciones, cultura mental, aristocracia de la inteligencia y el renacimiento espiritual? ¿Está creyendo el señor Cherenzi que con su simpático sistema de controles mentales van sus discípulos a lograr la intuición?

Las 10 reglitas de la lección cuarta de su «Curso esotérico», están buenas como para que se las venda al señor Israel Rojas, para que con ellas haga mucho negocio. Eso de hablar de practicismo positivo y pragmático sin haber pasado el discípulo por una regeneración sexual, es el colmo de la necedad.

¿Cómo puede hablar de vida metódica y plena de atención un individuo degenerado por el morbo de la pasión carnal? ¿Cómo puede hablar de asociación de ideas y de anhelos un individuo cuyo cuerpo mental aún no ha sido transformado por los átomos transformativos?

¿Cómo puede hablar de expansión mental aquel que aún no tiene el átomo maestro en su trono? ¿Cómo puede hablar de la mente creadora el coitoso? ¿No sabe el señor Cherenzi que los pensamientos que no están penetrados por la energía determinativa de la naturaleza (energía sexual) se desintegran?

¿Ignora el señor Cherenzi que la energía determinativa es la fuerza sexual? ¿Cómo puede hablar de valor, voluntad y triunfo un individuo cuya glándula pineal esté atrofiada por la fornicación?

¿Es que el señor Cherenzi ignora las íntimas relaciones existentes entre la glándula pineal y las glándulas sexuales? ¿O es que el señor Cherenzi ignora que la glándula pineal es el centro emisor del pensamiento?

¿Cómo puede hablar de concentración mental un individuo cuyo cerebro está debilitado por el vicio del coito?

¿Cómo se atreve el señor Cherenzi a decir a sus discípulos aquello de suprimir los esfuerzos inútiles sin darles una orientación definida? ¿Cómo puede hablar de satisfacción personal y de bastarse a sí mismo un individuo que no se ha reencontrado a sí mismo y que, debido a la magia negra, se ha alejado del Íntimo? ¿Cómo puede bastarse a sí mismo un alma débil? ¿No se da cuenta el señor Cherenzi que las almas alejadas del Íntimo son débiles?

El señor Cherenzi no es más que un arribista, un paranoico, un parvenú, un megalómano, autoconsagrado de avatar, un falso profeta.

La mente se divide entre mente concreta y mente abstracta.

Una cosa es la «Crítica de la razón práctica» y otra cosa es la «Crítica de la razón pura». Los conceptos de contenido de la crítica de la razón práctica se fundamentan en las experiencias de las percepciones sensoriales externas, y los conceptos de contenido de la crítica de la razón pura se alimentan de las ideas a priori y de los intuitos.

Cherenzi ignora totalmente la filosofía de don Emmanuel Kant, el gran filósofo de Königsberg. Cherenzi, con su sistema de controles y de selección de sensaciones, sólo busca esclavizar a sus discípulos de la crítica de la razón práctica, de la mente inferior y de la mente concreta. Todo eso es pura y legítima magia negra. Con ello sólo se consigue convertir al discípulo en un esclavo de las sensaciones externas y en un mago negro. ¿Qué sabe Cherenzi de la «Crítica de la razón pura»?

¿Qué sabe Cherenzi sobre el brahmavidya y sobre los íntimos? ¿Acaso conoce Cherenzi las íntimas relaciones físico-somáticas del brahmavidya? Acaso Cherenzi es un samnyasin del pensamiento? ¿Acaso Cherenzi es un damiorfla de la mente? ¿Acaso Cherenzi es un estudiante del «Azug», libro de sabidurías orientales?

No, querido lector, Cherenzi no es más que un arribista, un paranoico, un megalómano, autoconsagrado de avatar y un falso profeta.

El brahmavidya es la mente del Íntimo.

La mente del Íntimo viene a ser el fruto o extracto de todas las experiencias adquiridas con el cuerpo mental.

El brahmavidya viene a ser el cuerpo aureolado de la victoria, mencionado en el libro «Dioses Atómicos» (M.Moria).

Una cosa es la mente como mente y otra cosa es la mente como instrumento. De las uniones momentáneas del brahmavidya con el cuerpo mental, resultan las grandes iluminaciones cósmicas. El alma unida entonces con el Íntimo se sume dentro de la gran alma del mundo, la superalma de Emerson, y percibe todas las maravillas macrocósmicas. Pero para realizar estas maravillas es necesario haber abierto el Ojo de Dagma. Este ojo es la intuición.

El que ya es intuitivo tiene un cuerpo mental especialmente constituido. El núcleo de una mente así es un círculo de color violáceo resplandeciente. El libro «Azug» llama a esta mente así organizada damiorfla. Un damiorfla no se doblega ante las potencias del mal, ni tampoco es esclavo de maya (la ilusión).

El que quiera estudiar el «Azug», libro de la sabiduría oriental, tiene que someterse primero a las grandes y terribles pruebas iniciáticas. Yo recibí ese libro de manos del auténtico maestro de la sabiduría, Kout-Humi (K. H.).

El simpático sistemita Cherenzista de vivir todo el día seleccionando sensaciones y aguijoneando la mente con controles y más controles, sólo consigue esclavizar al discípulo a la mente animal, y al no menos fatídico del intelecto; todo ello es pura magia negra. Con esta clase de enseñanzas tenebrosas sólo se consigue una separación total entre la mónada y la personalidad, y esto es precisamente lo que busca el señor Cherenzi, porque a él no le interesa la mónada, él solo rinde culto al guardián del umbral, a la bestia interna.

Cherenzi, Paul Yagot, Marde y Atkinson, no han sido más que grandes charlatanes, pietistas y paranoicos embaucadores que sólo han conocido las actividades inferiores del entendimiento. ¿Cuál de ellos conoció la ultrafisiología y ultrabiología del cuerpo mental? La mayor parte de esos ampulosos psicólogos practicistas con sus famosas inyecciones psicológicas no saben sino de reacciones sensoriales y atavismos subconscientes, pero ¿Cuál de ellos conoce la estructura del cuerpo mental de un brahmin? ¿Cuál de ellos conoce el uso y el manejo del tridente? Todos esos famosos psicólogos modernistas no son sino analfabetos en su ramo.

Una cosa es la razón y otra cosa es la intuición. La razón solo se alimenta de percepciones sensoriales externas. Por medio de los sentidos percibe o recibe las impresiones y ella elabora las sensaciones, por ende es negativa y limitada.

El razonativo cree llegar a la verdad a través del batallar de las antítesis que dividen la mente y que la incapacitan para comprender la verdad.

El intuitivo, sólo sabe escuchar la voz del silencio, y en su mente serena se reflejan con esplendente belleza las verdades eternas de la vida.

El razonativo convierte su mente en un campo de batalla lleno de prejuicios, miedo, apetencias, fanatismos, teorías... y sus conclusiones siempre le deben ser favorables. Un lago turbio no puede jamás reflejar el sol de la verdad.

La mente del intuitivo fluye serena y silenciosa, lejos, muy lejos del negro batallar de las antítesis y de la tempestad de los exclusivismos.

La mente del razonativo es como un barco que sólo sabe cambiar de muelles, y desde esos muelles que se llaman escuelas, teorías, religiones, partidos políticos, etc., acciona y reacciona con los preceptos ya establecidos. Una mente así es esclava de las energías estancadas de la vida, por ende tiene complicaciones y dolor.

Los hijos de la intuición, cual águilas rebeldes, se remontan altaneras hacia el sol de las grandes verdades inefables, libres del miedo, de ansias de acumulación, libres de sectas, religiones, escuelas, prejuicios sociales, fanatismos de banderas, apetencias, teorías, intelectualismos, odios, egoísmos, etc.

La mente del intuitivo fluye serena y silenciosa, deliciosamente como fuente cristalina de resplandeciente belleza entre el augusto tronar del pensamiento. El cuerpo mental del intuitivo es un vehículo maravilloso del Íntimo. La mente del intuitivo sólo actúa bajo la dirección del Íntimo y de ello resulta la recta acción, el recto pensar y el recto sentir.

El hombre que en el mundo sólo se mueve bajo la dirección del Íntimo, es feliz porque está lejos de toda clase de complicaciones y conflictos.

Para llegar a las cimas inefables de la intuición, hay necesidad de vivir integralmente de acuerdo con las sabias enseñanzas que el Divino Rabí de Galilea trajo a la Tierra. Son las enseñanzas del Cristo las que nos conducen a las cimas inefables de la intuición. Lo interesante es movernos en el mundo físico exactamente de acuerdo con las sabias enseñanzas del Maestro. Lo interesante es hacer carne y sangre en nosotros las enseñanzas del Cristo.

Cristo no vino a fundar religiones, Cristo vino a unirnos con el Íntimo (nuestro Padre Eterno).

Todas las enseñanzas del Cristo tienen el gran ritmo musical del plano de las oleadas de vida, que es el mundo búdico o intuicional. El mantram Om mani padme hum, vocalizado 10 minutos diarios, desarrolla la intuición. Ese mantram se pronuncia así: om... ma... sssssss... iiiiiii... pad... me... yom... Éste es el mantram de la intuición".

La práctica de las enseñanzas crísticas despierta el chacra del corazón en nosotros y pone en actividad el cuerpo búdico o intuicional, que nos conduce a la sabiduría y a la felicidad eterna. La magia sexual forma parte de las enseñanzas que Cristo enseñó en secreto a sus 70 discípulos, y conforme vamos practicando las enseñanzas crísticas, el cuerpo etérico se va reorganizando totalmente, aumentando el volumen de los dos éteres superiores. Cierto centro que se forma en la cabeza desciende al corazón y organiza este centro para la intuición.

Al no desperdiciar nuestra fuerza crística, se forma una malla protectora alrededor del cuerpo etérico y en esta forma queda este cuerpo protegido de las corrientes externas. El cuerpo físico también se hace más fino y fuerte y hasta el rostro se transforma y embellece.

Las enseñanzas del Logos Solar operan sobre todos nuestros cuerpos internos y los convierten en finos instrumentos del Íntimo. Lo importante es vivir estas enseñanzas en la vida práctica.

Los miembros de Amorc confunden tristemente la mente cósmica con la conciencia cósmica. Una cosa son las ondas de la mente y otra cosa son las ondas de la conciencia.

La mente se nutre de la conciencia. La conciencia cósmica reúne las ondas afines de la mente. El tridente simboliza el juego de triple fuerza de los átomos transformativos de la mente.

El cuerpo mental no es el yo. El cuerpo mental sólo es un instrumento del yo, y pretender el señor Cherenzi esclavizar a sus discípulos de ese instrumento material es el colmo de la necedad.

La mente del intuitivo es un cáliz inefable lleno de sabiduría.

La mente del intuitivo es el cáliz del Santo Grial repleto de la sangre del Mártir del Gólgota.

La mente del intuitivo es la copa sagrada del pleroma, es la copa sagrada del samadhí, es el licor de los dioses, es el soma que beben los señores de la mente, es licor del amor, es el licor búdico, es el vino de luz ya transmutado en la retorta ígnea de la Bella Helena. Es la copa de los dioses inmortales.

HELENA

¡Salve! ¡Salve Dioses Inmortales!,

yo brindo por vosotros en este cáliz delicioso

y brindo por la virgen de los siete portales.

Yo brindo por la Helena de rostro majestuoso

y a ella canto mis cantares

bajo los pórticos inmortales

de su templo silencioso.

Helena, llena mi copa

con el vino de la intuición

Helena, escancia entre mi vaso

tu ánfora de amor.

Helena, consuela tú mi adolorido corazón.

Quiero libar el licor de la sabiduría

aunque añada dolor, quiero embriagarme de luz y poesía

y despertar en brazos de tu amor.

Bella Helena, yo te amo,

tú eres el buril de la filosofía,

tú eres el fuego del arcano,

tú eres el ánfora de la sabiduría

y la ansiada prometida de los sabios.

La púrpura y el oro

de la antigua Ítaca los pongo a tus pies.

¡Oh Helena!

pongo a tus pies el lujo del Atrida,

¡oh! núbil doncella,

pongo a tus pies las naves griegas.

¡Oh! diosa serena,

pongo a tus pies todas las antiguas ciudadelas,

¡oh! bella Elena.

Helena, llena mi copa

con el vino de la intuición,

escancia entre mi vaso

tu ánfora de amor.

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Capítulo 9.- El Período Lunar

Pasada la noche cósmica del período solar, se inició el alba del período lunar. El universo solar se condensó en materia etérica. La vida recapituló todos los estados de los pasados períodos cósmicos y, después de esos procesos de recapitulación, se inició en nuestra etérica tierra, llamada Tierra-Luna, el período lunar en toda su plenitud. Los hombres de la época lunar eran pequeños de estatura y sus cuerpos eran de materia etérica. Construían sus casas bajo tierra, aunque sobre la superficie ponían techos análogos a los techos de nuestras actuales casas. Negociaban, trabajaban y se divertían lo mismo que nosotros. Sus poblaciones urbanas eran pequeñas y estaban conectadas como las nuestras con caminos y carreteras.

Tenían también automóviles semejantes a los nuestros y las montañas eran transparentes como el cristal y de un color azul oscuro muy hermoso; ese es el color azul que nosotros vemos en las lejanas montañas, ese es el éter. Toda nuestra antigua tierra era de ese bello color.

Los volcanes estaban en incesante erupción y había más agua que en nuestra época actual; por donde quiera se veían lagos inmensos y mares dilatados. En ese período lunar vemos a Belcebú viviendo en una enorme casa construida bajo tierra. Allí instruía a sus discípulos en un amplio salón, vestía túnica de rayas negras y rojas y usaba turbante y capa de ese mismo color, era un mago negro de cuerpo alto y robusto. Todos los chelas negros lo veneraban profundamente.

Tenía Belcebú dos libros. Uno en el cual leía a sus discípulos y los instruía y otro que sólo él estudiaba en secreto. Fueron muchos los prosélitos que él conquistó para la magia negra entre los hombres del período lunar.

La flora y la fauna de ese tiempo era muy diferente a la nuestra. Allí vemos clarividentemente vegetales minerales, es decir, semivegetales, semiminerales, vegetales semianimales, etc., es decir, los tres reinos de la naturaleza no estaban completamente definidos como ahora; en esa época un reino se confundía con otro. Había entre los árboles una marcada tendencia a tomar con sus ramas y hojas las formas cóncavas, lo cual los hacía semejantes a gigantescos paraguas. Se adivinaba a través de todo lo existente una marcada tendencia a inclinarse "hacia abajo", es decir, hacia la condensación de nuestra tierra actual. La naturaleza es una viviente escritura por donde quiera, y con esa viviente escritura escribe sus designios.

Vemos en cambio ahora, en nuestra época actual del siglo XX, una marcada tendencia del hombre a construir elevados edificios y aviones cada vez más rápidos etc. Nuestros actuales arbustos no quieren inclinarse sino subir hacia el Sol, hacia arriba, y es que nuestra Tierra ya llegó al máximo de condensación material y ahora anhela subir nuevamente, volver a eterizarse. En realidad el éter está inundando el aire y eterizando la tierra cada vez más, y al final de la gran Raza Aria, el éter se hará totalmente visible en el aire, y entonces las criaturas que viven en el éter compartirán con el hombre todas sus actividades.

En el período lunar los cuerpos físicos de nuestra actual humanidad llegaron a un mayor grado de perfección y entonces recibimos el cuerpo astral. Los hombres de hoy éramos los animales del período lunar, y los ángeles y los demonios de los antiguos períodos flotaban en la atmósfera etérica de nuestra Tierra-Luna. Eran visibles y tangibles para toda la humanidad. El hombre percibía tras el fuego de los volcanes en erupción, a los arcángeles (archangeloi) o criaturas del fuego y tras de todas las formas existentes a los Señores de la Forma. Los hijos de la vida regulaban las funciones vitales de todo lo existente y las criaturas elementales de los 5 elementos de la naturaleza convivían con los hombres.

Fueron los Señores de la Sabiduría quienes nos dotaron de cuerpos astrales, y fueron los Señores de la Personalidad los que nos dotaron de esta personalidad que hoy en día miran con tanto desprecio los teosofistas.

Al finalizar aquel gran período lunar, los íntimos de la actual humanidad recibieron el cuerpo del espíritu humano, llamado cuerpo de la voluntad, que tanto desprecia Krishnamurti.

Voluntad es el poder con el cual dominamos nuestras pasiones y nos convertimos en dioses.

Al cumplir con la ley del alquimista gnóstico, de introducir el miembro en la vagina y retirarlo sin derramar el semen, el fuego de la pasión se transmuta en luz astral y entonces el cuerpo astral se robustece y se llena de luz resplandeciente, y todos los frutos esplendentes de ese maravilloso organismo astral se sumen dentro del cuerpo de la voluntad y lo embellecen. El fuego de la castidad es el fuego del Espíritu Santo, y el cuerpo del Espíritu Santo es el cuerpo de la voluntad, llamado mente abstracta, cuerpo causal. En realidad, este es el cuerpo de la mente abstracta que, al inundarse en fuego por medio de la magia sexual, se convierte en el fuego del Pentecostés, y el hombre extático parla embriagado del Espíritu Santo en todos los idiomas cosas inefables. Dice textualmente la Santa Biblia Gnóstica.

"Y como se cumplieron los días de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino un estruendo del cielo, como de un viento recio que corría, el cual hinchó toda la casa donde estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego que se asentaron sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el espíritu les daba que hablasen" (Capítulo 2 de los Hechos de los Apóstoles. Versículos 1-4).

Jehová, el Espíritu Santo, vela por el cuerpo del Espíritu Santo en nosotros. Este fue el mayor iniciado de la época lunar. Al finalizar aquel gran período la humanidad se dividió en ángeles y luciferes, pues muchos son los llamados y pocos los elegidos.

Max Heindel y Steiner sostienen en sus obras que toda la humanidad se salvará, y ello se debe a la ignorancia de esos autores. Los versículos 23, 24, 25, 26, 27 y 28 del capítulo 13 de Lucas dicen textualmente:

"Y díjole uno: Señor, ¿son pocos los que se salvarán? y él les dijo: Porfiad a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
Después que el padre de familia se levantare y cerrare la puerta, y comenzareis a estar fuera y llamar a la puerta diciendo: Señor, Señor, ábrenos ,y respondiendo os dirá: No os conozco de dónde seáis.
Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.
Pero os dirá: Os digo que no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí, obreros de iniquidad.
Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros excluidos".

Llegada la noche cósmica del período lunar, Jehová y sus ángeles, Lucifer y sus demonios se retiraron del escenario cósmico y la naturaleza toda entró en profundo reposo.

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Capítulo 10.- El Período Terrestre

Pasada la noche cósmica del período lunar, el universo se condensó en la nebulosa de que nos habla Laplace. Este fue el comienzo de la época físico-química en la cual vivimos nosotros. La naturaleza recapituló los pasados períodos cósmicos tal como alegóricamente los describe el Génesis.

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Génesis versículos 1 y 2, capítulo 1).

Estos fueron los tiempos de la nebulosa de Laplace, durante los cuales la tierra recapituló la época de Saturno.

"Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y apartó Dios la luz de las tinieblas" (Versículos 3 y 4 del Génesis).

Las moléculas de la nebulosa caliente y oscura entraron en fricción, bajo el poderoso impulso de la palabra perdida del Creador y entonces la nebulosa se hizo ígnea.

Esta fue la época hiperbórea durante la cual entraron en actividad los átomos solares de la época solar. Nuestra tierra fue entonces un globo ígneo lleno de la sabiduría del fuego y de la luz que el mismo fuego produce. Y en ese globo ardiente vivieron los arcángeles que fueron los hombres de la época solar, y se expresaron en toda la plenitud de su sabiduría.

"Y dijo Dios: haya expansión en medio de las aguas, y separó las aguas de las aguas.

E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.

Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana del día siguiente". (Versículos 6, 7, 8 del capítulo 1 del Génesis).

Aquí la Biblia sigue hablando de la recapitulación del período solar. El globo ardiente, al contacto con las húmedas regiones interplanetarias, producía vapor de agua y se formaban enormes nubes que, al condensarse, caían en forma de lluvia, formando enormes mares y pozos que hervían incesantemente sobre el globo ardiente, y las nubes separaron las aguas del cielo, de las aguas del ardiente globo.

"Y Dios dijo: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca. Y fue así.

Y llamó Dios a la seca Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno". (Versículos 9, y 10, del Capítulo 1 del Génesis).

Los pozos de agua que hervían incesantemente sobre el ardiente globo, vinieron a cristalizarse en forma de "incretos" sobre la superficie del ardiente globo, y así se cumplió la palabra del Creador que dijo: "Descúbrase la seca. Y fue así. Y llamó Dios a la seca Tierra". Así fue como se formó la primera costra terrestre llamada Lemuria.

En esta época Lemur la Tierra recapituló el período lunar, porque es una ley de la vida que la naturaleza, antes de iniciar sus nuevas manifestaciones, recapitula todas sus pasadas manifestaciones.

El que quiera conocer objetivamente todos los procesos evolutivos de la humanidad, que observe el feto humano desde su concepción. Entre el vientre de la madre, el feto recapitula todas las metamorfosis del cuerpo humano desde sus antiquísimos orígenes.

El cuerpo humano es tan sólo la escama de nuestra serpiente ígnea, y el universo solar es la escama de la culebra del Logos del Sistema Solar. Cuando la culebra abandona la escama, la escama se desintegra. (La culebra ígnea es el Kundalini, véase el capítulo que se titula el Bastón de los Patriarcas).

Hay en Colombia una altísima montaña llamada "La Juratena". Dicha montaña está situada en el territorio Vásquez, Departamento de Boyacá, a orillas de un río de aguas anchas y profundas, llamado el Río Minero.

Los campesinos dicen que esa montaña está "encantada", y cuentan de ella las más antiguas tradiciones. Cuando va a llover, dicen ellos sentir ruido como de enormes moles de piedra que ruedan hacia el abismo; y cuando ellos quieren lluvia, les basta prender fuego a la montaña para tenerla en abundancia. A esos campesinos no les importa un ápice el comentario de los científicos sobre ese particular, pues como bien dijo Goethe: "Toda teoría es gris, y sólo es verde el árbol de doradas frutas que es la vida".

Cuentan aquellos campesinos que a la cumbre de La Juratena se llega por unas escalinatas de piedras labradas por manos antiquísimas. Uno de aquellos campesinos relataba al autor de la presente obra, cómo al llegar a las escalinatas milenarias fue detenido por una lluvia de piedras tiradas por manos invisibles, y cómo estuvo a punto de perecer bajo el peso arrollador de una gigantesca mole que estuvo a punto de aplastarlo. Otro campesino exploró las bases de la montaña siguiendo el curso de aquel río, de aguas anchas y profundas. Sucedió que en las enormes moles de granito, bañadas por las aguas tormentosas del río, encontró un gigantesco templo incrustado en la roca viva. El campesino intentó penetrar al templo por la puerta central (aquel templo gigantesco tenía tres puertas), pero se encontró con una gran cantidad de escamas de serpiente y huyó despavorido. Más tarde volvió al lugar para ver el templo, pero ya no encontró nada. El templo desapareció como si se lo hubieran devorado las rocas gigantescas.

Yo, Aun Weor, visité en cuerpo astral aquel templo. Los maestros que allí moran me recibieron con los brazos abiertos y me condujeron al interior del monasterio, iluminado por un candelabro de oro macizo de 7 brazos, semejante al candelabro de oro de 7 brazos del Templo de Salomón, y de ellos recibí secretas enseñanzas.

Los teosofistas creen que sólo en el Tíbet están los maestros, y muchos de ellos desearían viajar allí para seguir el chelado, pero en realidad los monasterios de la Logia Blanca están esparcidos por el mundo entero. En el Oriente, a los mahatmas los llaman "nagas", es decir, serpientes, y todos los guardianes de las sagradas criptas de los templos de misterios tienen la figura de serpientes gigantescas y sólo permiten el paso a los "iniciados.

Así como el veneno de la culebra mata, así también ese veneno es el arcano precioso con el cual llegamos a la alta iniciación. Óyeme, lector iniciado, "el silbido de la culebra es la base de la vida". Esto no es para todos los lectores. El que tenga oído que oiga.

Los habitantes de "Tierra Llana" (Estado Zulia, Venezuela), hacen huir las culebras pronunciando los siguientes mantrams:

Oooooooo... S... Oooooooo

Oooooooo.... go... Aaaaaaaa

Aaaaaaaa..... S..... Iiiiiiii

Las vocales de estos mantrams son I. A. O. combinadas con la terrible letra S. Aquí, hay sabiduría y el que tenga entendimiento que entienda.

La S también es vocal, aunque los gramáticos no lo digan. Durante la conexión de magia sexual con la sacerdotisa, tenemos que pronunciar estas tres vocales I. A. O., porque I. A. O. es el nombre de nuestra culebra.

Para aclarar este capítulo diremos que la época polar corresponde a la inteligencia mercuriana de la culebra del Logos (Al calor). La época hiperbórea, a los átomos solares de la culebra (Al fuego). Y la época lemúrica, a los átomos lunares de la culebra del Logos (La humedad). Nuestro kundalini también está formado de átomos solares y lunares y de una síntesis de átomos omniscientes. Dentro de la culebra está íntegra la sabiduría de 7 eternidades.

La mujer es la vestal del templo y la vestal enciende el fuego del templo. Antiguamente el fuego sólo lo encendían y cuidaban las vestales. Con ello se simbolizaba que sólo la mujer es la única que puede encender el fuego del kundalini de nuestro cuerpo o de nuestro templo, pues el templo del altísimo Dios viviente es nuestro cuerpo, y el fuego de ese templo es el Kundalini, que nuestra esposa vestal enciende por medio del mismo contacto sexual de la magia sexual, tal como lo enseñamos en el libro «El Matrimonio Perfecto o la Puerta de entrada a la Iniciación» y en la presente obra. Hoy la Iglesia Romana perdió totalmente la tradición y vemos que el fuego del templo lo encienden los monaguillos, lo cual no solamente es un adefesio sino un gravísimo sacrilegio y un insulto a la misma vida.

Esos pasados períodos cósmicos existen actualmente en nuestros átomos seminales y sólo es cuestión de aprender la técnica de la meditación interior para entrar en sus dominios. La puerta de entrada a esas poderosas civilizaciones atómicas son nuestros órganos sexuales.

Los pralayas y los mahamanvantaras se suceden dentro de un instante siempre eterno. El pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno ahora.

El tiempo no existe. Es la mente del hombre la que se encarga de dividir el eterno "ahora" entre pasado y futuro.

Las poderosas civilizaciones saturnianas, solares y lunares, todavía existen en el fondo atómico de nuestro sistema seminal y podemos entrar a sus dominios por medio de la meditación interior. La transición entre uno y otro estado de conciencia es lo que erradamente llamamos tiempo, pero esos estados de conciencia dentro de un eterno ahora están en sucesiva encadenación. El hombre debe aprender a vivir siempre en el presente. El hombre debe libertarse de toda clase de teosofismos ampulosos, sectarismos de religión, fanatismo de patria y de bandera, religiones, intelectualismos, ansias de acumulación y apegos en general. Todas esas jaulas de loros sibaritas son antros de negocios y tiranía, y nada ganamos con esas jergas, porque ellas sólo consiguen llenarnos de prejuicios y fanatismos absurdos. Toda la sabiduría de las edades está dentro de nosotros mismos, y el pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno "ahora".

Dentro de nosotros mismos está toda la sabiduría cósmica. Los átomos solares nos inician en la sabiduría del fuego, y los átomos lunares nos inician en la antiquísima sabiduría neptuniana amentina. Cuando los átomos solares y lunares hacen contacto, entonces despierta el fuego sagrado y nos convertimos en dioses.

En noches de luna llena los átomos lunares hacen contacto con la armadura argentada de nuestro cuerpo mental, y entonces por medio de la meditación podemos recibir las enseñanzas de la sabiduría lunar. Hay 7 corrientes etéricas lunares dentro de las cuales vive intensamente la civilización de nuestra antigua Tierra-Luna.

Las civilizaciones solar y lunar viven en nuestros mundos interiores y nosotros podemos visitar esas civilizaciones por medio de la profunda meditación interna. Despertando el fuego sagrado del kundalini por medio de la magia sexual, las civilizaciones solares y lunares que palpitan intensamente en nuestros propios mundos interiores nos inician en sus profundas verdades, y nos llevan a la gran iluminación.

Nuestros 7 chacras son 7 iglesias internas y cada una de estas iglesias contiene la sabiduría de un período cósmico. Cuando ya hemos roto los 7 sellos de las 7 iglesias del libro humano, por medio de la espada del kundalini, entonces las 7 iglesias nos entregan toda la sabiduría cósmica de los 7 períodos cósmicos del mahamanvantara y nos hacemos omniscientes. El Apocalipsis dice lo siguiente:

"Y cuando él abrió el séptimo sello fue hecho silencio en el cielo casi por media hora. Y vi los 7 ángeles que estaban delante de Dios; y les fueron dadas 7 trompetas. Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a todas las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y el humo del incienso subió de la mano del ángel delante de Dios, con las oraciones de los santos" (Apocalipsis, Capítulo 8, Versículos 1, 2, 3, 4).

Aquí nos habla el Apocalipsis de ese libro sellado con 7 sellos que es nuestro organismo con sus 7 iglesias. Nos dice claramente que sólo el Cordero debe abrir sus 7 sellos con la espada del kundalini. El Cordero es nuestro Ángel interior, es decir, nuestro Íntimo. Nos enseña que, al abrirse el séptimo sello que es el de la Iglesia de Laodicea situada en la cabeza, los 7 ángeles de las 7 trompetas son los 7 ángeles de las 7 iglesias.

El Ángel del incensario es nuestro Íntimo, que ingresa triunfalmente en la Jerarquía Blanca junto con su alma de diamante. Un perfecto más, en la comunidad de los elegidos.

"Y el Ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y echolo en la tierra; y fueron hechos truenos y voces y relámpagos y terremotos". (Apocalipsis, Capítulo 8, Versículo 5).

Aquí nos dice el Apocalipsis que cuando ya hemos abierto el séptimo sello con la espada del kundalini, entonces las 7 Iglesias nos abren sus puertas y nos enseñan la sabiduría de los 7 grandes períodos terrestres, que corresponden a los 7 grandes períodos cósmicos.

Y sigue el capítulo 8º del Apocalipsis hablándonos de los 7 ángeles que, conforme tocan sus respectivas trompetas en sucesivo orden, van sucediéndose los grandes acontecimientos cósmicos. Esos 7 ángeles son los ángeles de nuestros 7 planetas que dirigen los 7 chacras de nuestro organismo y las 7 épocas terrestres.

Así pues, las 7 épocas terrestres están dirigidas por 7 jerarcas cósmicos, y toda la sabiduría de esas 7 épocas está dentro de nuestros 7 chacras. Nuestro período terrestre tiene 7 épocas.

"Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, envuelto en una nube y el arco iris sobre su cabeza, y el rostro era como el Sol y sus pies como columnas de fuego. Y tenía en su mano un libro abierto, y puso su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra. Y clamó con gran voz, como cuando un león ruge; y cuando ya hubo clamado, 7 truenos emitieron sus voces". (Apocalipsis, Cap. 10, Versículos 1, 2, 3).

Este ángel es el jerarca de la séptima época. El arco iris simboliza nuestro actual período terrestre que comenzó con la señal del arco iris. Esto fue en la Atlántida, pues la Lemuria fue una recapitulación del período lunar. El librito que el ángel tenía en su mano es el libro de la evolución humana; es el libro sellado con 7 sellos; es el libro ya sin sus sellos; es el organismo humano del que ya rompió los 7 sellos. ¡Es el cuerpo del Maestro! ¡Es la sabiduría cósmica del que ya se realizó a fondo!

"Y clamó con gran voz, como cuando un león ruge; y cuando hubo clamado, 7 truenos emitieron sus voces". Aquí el Apocalipsis nos habla de la palabra perdida, de la sílaba sagrada: y los 7 truenos de los 7 chacras repiten sus voces. Éstas voces son las 7 notas de la palabra, y la sílaba sagrada abre los 7 chacras y cada chacra tiene su nota clave. El que tenga oídos que oiga. El que tenga entendimiento que entienda, porque aquí hay sabiduría.

En la 7ª época, la palabra perdida se habrá encontrado.

"Y cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir, pero oí una voz del cielo que me decía: sella las cosas que los siete truenos han hablado y no las escribas" (Apocalipsis, cap. 10, versículo 4).

Cada nota de la palabra perdida encierra terribles secretos indecibles y cada una de las notas de la palabra perdida es la nota clave de una época terrestre. La nota clave de la civilización egipcia es una, la nota clave de la civilización hindú es otra y así sucesivamente.

En la séptima época la palabra perdida habrá consumado totalmente el reino de Dios. Swedenborg, (filósofo místico sueco), decía de la palabra perdida: "Buscadla en la China, y tal vez la encontraréis en la gran Tartaria".

Los magos de Amorc usan para sus fines demoníacos el mantram mathra (se pronuncia mazra), y aseguran a sus discípulos que esa es la palabra perdida; pero en realidad, este es el nombre de un templo de magia negra de la antigua Atlántida y a la vez un mantram de magia negra; así que no es la palabra perdida. En la India los arhats fueron perseguidos por poseer la sílaba sagrada. En la China los discípulos del Tathagata la poseen.

La palabra perdida está muy bien guardada en el Tíbet. Allí reside el Maha-Choan.

En la 7ª época la palabra perdida se habrá encontrado. "Pero en los días de la voz del 7º ángel, cuando él comenzare a tocar la trompeta, el misterio de Dios será consumado, como Él lo anunció a sus siervos los profetas" (Apocalipsis, capítulo 10, versículo 7).

"Y juró por el que vive para siempre jamás, que ha creado el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no será más" (Apocalipsis, capítulo 10, versículo 6).

El iniciado que ya se une con el Íntimo, se libera de la ilusión del tiempo, porque el pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno ahora.

Cada una de las 7 épocas terrestres finaliza con un gran cataclismo, descrito simbólicamente por el Apocalipsis en la siguiente forma:

"Y el primer ángel tocó la trompeta, y fue hecho granizo y fuego, mezclados con sangre, que fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y quemóse toda la hierba verde" (Apocalipsis, cap. 8, versículo 7). Este fue el primer cataclismo de la primera época.

"Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como un gran monte ardiendo con fuego fue lanzado en la mar; y la tercera parte de la mar se tornó en sangre" (Apocalipsis, cap. 8, versículo 8)

"Y murió la tercera parte de todas las criaturas vivientes que estaban en la mar; y la tercera parte de los navíos pereció" (Apoc. cap. 8, vers. 9). Este fue el final de la segunda época.

"Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtieron en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque se hicieron amargas". (Apoc. cap. 8, vers 10-11). Este fue el final de la tercera época.

"Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol y la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche" (Apoc. cap. 8, vers.12). Este fue el final de la cuarta época.

"Y el quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y le fue dada la llave del pozo del abismo. Y abrió él pozo del abismo, y subió humo del pozo como el humo de un gran horno, y oscureciose el sol y el aire por el humo del pozo" (Apoc. cap. 9, vers. 1 y 2.).

El Abismo es el Avitchi, y éste es el plano de conciencia sumergido donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes. Allí entran las almas que tengan cuernos en la frente. Los cuernos en la frente son la señal de la bestia. En estos instantes el Abismo está abierto y millones de almas demoníacas están entrando al Abismo.

"Y tienen sobre sí por rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abaddón y en griego Apollyón (Apoc. cap. 9, vers. 11).

Estamos en épocas de guerras porque ellas son necesarias. La guerra da millones de muertos, y las almas que tienen cuernos entran al Abismo. (Todo clarividente ve las almas demoníacas).

"Y el sexto ángel tocó la trompeta; y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata los cuatro ángeles que están atados en el gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban aparejados para la hora, día, mes y año para matar la tercera parte de los hombres" (Apocalipsis. cap. 9, vers. 13-15).

Esta es la sexta época. En ella serán llevados nuevamente al Abismo los demonios humanos, después de habérseles dado una buena oportunidad para progresar.

"Y el séptimo ángel tocó la trompeta, y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser los reinos de nuestro Señor y de su Cristo; y reinará para siempre jamás" (Apoc. cap. 10. vers. 15).

En estos tiempos la tierra será más etérica y en ella sólo vivirán los seres humanos que hayan llegado al estado angélico, porque los millones de almas demonios irán definitivamente al Abismo, donde se desintegrarán a través de las edades. ¡Esa es la muerte segunda!

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Capítulo 11.- La Lemuria

"Y había Jehová Dios plantado un huerto en el edén al oriente, y puso allí al hombre que había formado" (Gén. cap.2, vers. 8).

Mucho se ha discutido sobre el paraíso terrenal. Max Heindel sostiene que ese paraíso terrenal es la luz astral y no quiso darse cuenta de lo que significa la palabra "terrenal". Realmente ese paraíso existió y fue el continente de la Lemuria, situado en el Océano Pacífico. Esa fue la primera tierra seca que hubo en el mundo. La temperatura era extremadamente cálida.

"Más subía de la tierra un vapor que regaba toda la faz de la tierra" (Gén. cap. 2, vers. 6).

El intensísimo calor y el vapor de las aguas nublaban la atmósfera y los hombres respiraban por agallas como los peces.

"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (Gén. cap. 1, vers. 27).

Los hombres de la época polar y de la época hiperbórea y principios de la época lemúrica eran hermafroditas, y se reproducían como se reproducen los microbios hermafroditas. En los primeros tiempos de la Lemuria, la especie humana casi no se distinguía de las especies animales; pero a través de 150.000 años de evolución llegaron los lemures a un grado de civilización tan grandiosa, que nosotros los arios estamos todavía muy lejos de alcanzar. Esa era la Edad de Oro, esa era la edad de los titanes. Esos fueron los tiempos deliciosos de la Arcadia. Los tiempos en que no existía lo mío ni lo tuyo, porque todo era de todos. Esos fueron los tiempos en que los ríos manaban leche y miel.

La imaginación de los hombres era un espejo inefable donde se reflejaba solemnemente el panorama de los cielos estrellados de Urania. El hombre sabía que su vida era la vida de los dioses, y el que sabía tañer la lira estremecía los ámbitos divinos con sus deliciosas melodías. El artista que manejaba el cincel se inspiraba en la sabiduría eternal y daba a sus delicadas esculturas la terrible majestad de Dios.

¡Oh! La época de los titanes, la época en que los ríos manaban leche y miel.

Los lemures fueron de alta estatura y tenían amplia frente. Usaban simbólicas túnicas, blancas por delante, negras por detrás. Tuvieron naves voladoras y buques propulsados por la energía atómica. Se alumbraban con la energía nuclear, y llegaron a un altísimo grado de cultura. (En nuestro libro «El matrimonio perfecto», hablamos ampliamente sobre el particular).

Esos eran los tiempos de la Arcadia. El hombre sabía escuchar entre las siete vocales de la naturaleza la voz de los dioses, y esas siete vocales i, e, o, u, a, m, s, resonaban en el cuerpo de los lemures con toda la música inefable de los acompasados ritmos del fuego.

El discípulo gnóstico debe vocalizar una hora diaria en el orden aquí expuesto. La forma indica el sonido prolongado de cada vocal que debe ser una exhalación completa de los pulmones: iiiiiiiiiii eeeeeeeee ooooooooo uuuuuuuu aaaaaaaa mmmmmmmm sssssssssss.

La I hace vibrar las glándulas pituitarias y pineal y el hombre se hace clarividente.

La E hace vibrar la glándula tiroides y el hombre se hace clariaudiente.

La O hace vibrar el chacra del corazón y el hombre se hace intuitivo.

La U despierta el plexo solar (boca del estómago) y el hombre desarrolla la telepatía.

La A hace vibrar los chacras pulmonares y el hombre adquiere el poder de recordar sus vidas pasadas.

Las vocales M y S coadyuvan eficientemente en el desarrollo de todos los poderes ocultos. Una hora diaria de vocalización vale más que leer un millón de libros de teosofía oriental.

El cuerpo de los lemures era un arpa milagrosa donde sonaban las 7 vocales de la naturaleza con esa tremenda euforia del cosmos. Cuando llegaba la noche, todos los seres humanos se adormecían como inocentes criaturas entre la cuna de la madre naturaleza, arrullados por el canto dulcísimo y conmovedor de los dioses. Y cuando rayaba el alba, el sol traía diáfanos contentos y no tenebrosas penas.

¡Oh la época de los titanes! Esos eran los tiempos en que los ríos manaban leche y miel.

Los matrimonios de la Arcadia eran matrimonios gnósticos. El hombre sólo efectuaba el connubio sexual bajo órdenes de los Elohim, y como un sacrificio en el altar del matrimonio para brindar cuerpos a las almas que necesitaban reencarnarse. Se desconocía por completo la fornicación, y no existía el dolor en el parto.

A través de muchos miles de años de constantes terremotos y erupciones volcánicas, la Lemuria se fue hundiendo entre las embravecidas olas del Pacífico, a tiempo que surgía del fondo del océano el continente Atlante.

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Capítulo 12.- La Batalla en el Cielo

"Y fue hecha una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón, y lidiaba el dragón y sus ángeles. Y no prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el cielo. Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él". (Apoc. cap. 12, vers. 7-9). "Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo" (Apoc. cap. 12, vers. 12).

Ha habido dos grandes batallas contra los magos negros: La de la Arcadia y la del año de 1950 en que se abrió el pozo del Abismo. Esta última es la del milenario. La tercera será la de la nueva Jerusalén.

Al iniciarse el período terrestre, el plano mental y aun los planos más divinos de conciencia, estaban densamente superpoblados por toda clase de magos, blancos y negros, pertenecientes a los períodos de Saturno, solar y lunar. Los millones de magos negros constituían gigantescas poblaciones de malvados, que obstaculizaban la acción y la vida de los magos blancos, y eran ya un gravísimo inconveniente para la evolución cósmica en los mundos superiores de conciencia. De haber seguido la vida en esa forma, hubiera sido totalmente imposible el progreso de los aspirantes hacia los mundos superiores. Pero entonces la Fraternidad Blanca entregó a Miguel la misión de arrojar de los planos superiores de conciencia a todos los magos negros, y recibió Miguel la espada de la justicia, y se le confirieron terribles poderes para que pudiera cumplir su misión totalmente.

Todas las organizaciones de la Logia Negra y todos los templos de la fraternidad tenebrosa estaban establecidos en los planos superiores de conciencia. Miguel pudo recibir esta misión debido a que pertenecía al rayo de la fuerza.

Y se trabó Miguel en tremendos combates, cuerpo a cuerpo, con los terribles jerarcas de la Logia Negra, y así pudo arrojar de los planos superiores de conciencia al Dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, es decir, a la magia negra con todas sus legiones de demonios.

Luzbel, es un gran jerarca de la Logia Negra. Usa capa roja y túnica del mismo color. Su cola o rabo es sumamente larga y en la punta de ésta lleva un papiro enrollado donde está escrita la ciencia del mal. Esa cola en los demonios se va formando cuando la corriente del kundalini se dirige hacia abajo, hacia los infiernos del hombre. Esa cola no es más que el mismo kundalini que parte del coxis hacia abajo. Los cuernos de todo mago negro son propiamente la marca de la bestia y, por lo tanto, pertenecen al guardián del umbral, que viene a ser el yo superior del mago negro.

Ahriman, gran jerarca negro, usa turbante rojo y es jefe de enormes legiones. Lucifer fue el mayor iniciado negro de la época lunar, y sus legiones son numerosas. Todos estos millones de demonios quedaron en el ambiente de nuestra Tierra y se dedicaron a encaminar las almas humanas por el sendero negro. Belcebú, con sus legiones, también se estableció en nuestro ambiente y a través del tiempo se hizo muy conocido de todos los actuales humanos. A Belcebú lo llama la Biblia: dios de Ecrón, porque en Ecrón se le levantó un templo y se le adoró como a un dios.

Belcebú estableció su caverna y se dedicó de lleno, como en los antiguos períodos, a extraviar las almas. La Biblia nos habla de Belcebú en el cap. 12 de San Mateo, versículos 24, 25, 26 y 27.

"Más los fariseos, oyéndolo, decían: Éste no echa fuera los demonios, sino por Belcebú príncipe de los demonios. Y Jesús, como sabía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿Cómo pues permanecerá su reino? Y si yo por Belcebú echo fuera los demonios, ¿por quién los echarán vuestros hijos? Por tanto ellos serán vuestros jueces". (Mateo, cap. 12, vers. 24-27).

Todos los magos negros establecieron en nuestra tierra sus templos, logias, aulas, cultos etc. y se entregaron a desarrollar sus planes, de acuerdo con las órdenes supremas de Yahvé. Ellos fueron los responsables del fracaso de nuestra presente evolución humana, pues es una terrible realidad que la evolución humana fracasó.

Miguel triunfó en los cielos pero nuestra tierra se llenó de profundas tinieblas. ¡Ay de los moradores de la tierra!

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Capítulo 13.- La Atlántida

Los hombres de la Atlántida llegaron a un altísimo grado de civilización, análoga a la Lemur. La tierra estaba envuelta de una espesa niebla y los hombres respiraban por agallas. Como en la Lemuria, en la Atlántida también se conocieron las naves aéreas y los buques movidos por energía atómica.

En los primeros tiempos, las relaciones sexuales se verificaban únicamente para engendrar cuerpos para las almas reencarnantes, y se escogían hora y día por los ángeles, y por ello no existía el dolor en el parto, y el hombre vivía en estado paradisíaco; pero Lucifer y los luciferes, que son los magos negros del período lunar, tentaron al hombre y lo extraviaron por el camino negro.

La serpiente es la fuerza sexual y no las atracciones puramente materiales como pretenden los rosacruces de Amorc, (California) en sus monografías del noveno grado.

La fuerza sexual tiene dos polos: el positivo y el negativo. El positivo es la serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el desierto, y el negativo, la serpiente tentadora del Edén.

El trabajo de los luciferes fue un trabajo de magia negra. Ellos despertaron el fuego pasional de la humanidad, con el único objeto de hacer prosélitos para la Logia Negra, pues todo demonio es fornicario.

El líquido cefalorraquídeo y el semen son los dos polos de la energía sexual. El ángel tiene sus dos polos para arriba hacia la cabeza, y el hombre y los demonios tienen un polo para arriba y otro para abajo. Con el uno forman el cerebro, y con el otro cohabitan. El kundalini del ángel sube. El kundalini del demonio baja.

Jehová prohibió al hombre la fornicación. Lucifer lo sedujo a ella.

"Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás, porque el día que de él comieres morirás". (Génesis, cap. 2, versículos 16 y 17).

"Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal". (Génesis, cap. 3, vers. 4-5).

La orden dada por Jehová es magia blanca. La orden dada por Lucifer es magia negra.

Conforme el hombre se entregó a los placeres del coito, perdió sus poderes ocultos y se cumplieron las palabras de Jehová cuando dijo: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra; porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo serás tornado" (Génesis, cap. 3, vers. 19).

"A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores de tus preñeces; con dolor parirás tus hijos; y tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti" (Génesis, cap. 3, vers. 16).

La violación de toda ley trae dolor. En la Lemuria la mujer no tenía dolor en el parto, porque el hijo era engendrado en hora, minuto y segundo en que las leyes cósmicas favorecían la reproducción. La violación de esta ley trajo los dolores en el parto. Sin embargo, aun hoy en día hay remedio para todos aquellos que se resuelvan a seguir el matrimonio gnóstico. El matrimonio gnóstico regresa al hombre al paraíso. En la Iglesia Gnóstica reciben los matrimonios gnósticos el día, hora y minuto en que deben engendrar los hijos y así no hay dolores en el parto. Lo importante es aprender a viajar en cuerpo astral para visitar el templo. Más adelante daré las claves.

Los Lemures no conocían la muerte. Ellos sabían exactamente la fecha y hora exacta de su desencarnación, y ellos mismos cavaban su tumba. Así abandonaban su cuerpo físico a voluntad con la sonrisa en los labios. Tampoco desaparecían de la vista de sus deudos, porque ellos eran clarividentes. Ellos seguían conviviendo con sus desencarnados, porque lo único que sucedía era que habían pasado a un diferente estado. Pero cuando el hombre, por culpa del coito perdió sus poderes, conoció la muerte.

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Capítulo 14.- La Magia Negra de los Atlantes

Los magos negros de la escuela Amorc de California dicen que la magia negra no existe, que eso es sólo una superstición, porque dizque los pensamientos de odio y maldad emitidos por las mentes malvadas se desintegran, porque el cósmico es puro bien y por lo tanto no puede servir de instrumento a las fuerzas del mal. Ese concepto de los magos negros de la Amorc tiene por objeto justificar sus tenebrosas enseñanzas y darles un colorido de pura magia blanca. El cósmico es todo el infinito y en el cosmos hay de todo. "Tal como es arriba es abajo". Si el pensamiento emitido por un malvado se desintegrara en el acto, ¿Por qué no se desintegra una bala en el espacio? ¿Por qué el cósmico le sirve de instrumento a la bala que va a matar a un ser humano, que bien puede ser un anciano o un niño?


fig. 1.- Magos negros anagarikas en meditación

Si ese concepto de los magos negros de la escuela de la Amorc fuera cierto, la bala tendría que desintegrarse en el acto. Ellos me objetarían que la bala es un cuerpo material y un pensamiento no lo es, pero esa tampoco es razón porque un pensamiento también es materia, pues nada puede existir, ni aun Dios, sin el auxilio de la materia. Además, todo átomo es séptuple en su constitución. La bala, por ejemplo, es un compuesto de átomos físicos, etéricos, astrales, mentales, causales, concientivos y divinales; un núcleo de conciencia atómica cargada de las ondas del odio de quien la disparó. ¿Por qué no se desintegra? ¿Por qué el cósmico le sirve de instrumento? ¿Por qué el cósmico le sirve de instrumento a las ondas destructivas de la bomba atómica? ¿Acaso las ondas mentales son inferiores a las ondas radioactivas de los átomos de uranio?

El concepto de los magos negros de la Amorc es tan sólo para encubrir sus delitos y para engañar incautos. Con ello sólo tratan de justificarse como magos blancos. La mayor parte de las enseñanzas y conocimientos negros de la escuela Amorc provienen de la Atlántida. En las monografías del 9º grado llaman "asunción" a una clave mágica para dominar la mente y la voluntad de sus semejantes; este procedimiento es de pura magia negra. El procedimiento en referencia consiste en sentarse o acostarse cómodamente, cerrar los ojos y concentrar la mente en la víctima distante, identificándose con ella y cambiar su personalidad por la de la víctima, aunque sea de sexo opuesto. Ese cambio se realiza con la imaginación, sintiéndose ser la personalidad de la víctima y actuando exactamente como desea que ella actúe. Esto es pura magia negra porque nadie tiene derecho a ejercer coacción sobre la mente de nadie; hay que respetar el libre albedrío de los demás.

Todas las aperturas de las convocaciones negras de 9º grado de la Amorc son exactamente como las de los templos de magia negra de la Atlántida, en profundas tinieblas.

El maestro negro comienza sus convocaciones con una plegaria tenebrosa que dice así:

"Amados profetas velados, nos reunimos para comulgar bajo la protección del velo de la oscuridad. Que nuestros pensamientos y acciones den testimonio de nuestras sagradas obligaciones y de nuestras tradiciones consagradas por el tiempo. Esta convocación tiene ahora carácter secreto. La luz en el shekinah se extinguirá ahora. (Mandar un frater o soror al oficial que apague la vela)".

Los amados profetas velados son magos negros que usan túnica marrón o roja y medio cubren sus rostros con una capucha. Es que los magos negros comulgan bajo el velo de oscuridad y aman las tinieblas; ellos no quieren nada con la luz. Todas estas prácticas vienen del continente Atlante.

Las palabras de clausura pronunciadas por el tenebroso maestro de 9º grado de la Amorc, son las siguientes:

"Levantaos, amados profetas, y separémonos con la bendición del signo de la cruz y la protección del velo de la oscuridad; esta convocación ha terminado".

El maestro actuante sale primero, y los tenebrosos profetas velados protegidos por las tinieblas se retiran entre las sombras de la noche.

Las escuelas de magia negra dan a sus afiliados un sin número de prácticas absurdas para el desarrollo de los poderes ocultos. Tales prácticas de carácter absolutamente externo, sólo consiguen romper las membranas del cuerpo mental y convertir al discípulo en un auténtico mago negro.

En la monografía Nº 38 del 9º grado se lee la siguiente práctica:

Tomad un pequeño frasco que se mantenga firme sobre una mesa y tenga un tapón de corcho; el frasco puede ser de un tamaño que contenga cuatro o seis onzas; tomad una aguja corriente de coser y enterrad perpendicularmente como un centímetro de la punta en el tapón, de modo que fuera del tapón queden como unos cuatro centímetros de aguja. Tomad una hojita de papel de poco más de siete centímetros de largo por un centímetro de ancho y dobladlo por la mitad en forma de V. Cualquier clase de papel de mediana consistencia y de cualquier color servirá. Tomad este pedazo de papel y colocadlo en la parte de arriba hacia abajo en forma de la letra A y colgadlo de la punta de la =ja de manera que ésta quede en el centro del doblez que se hizo en el papel. Si el papel está doblado en partes iguales, ahora se mantendrá en equilibrio sobre la aguja con las dos puntas hacia fuera como la letra A, o en forma de una V con los dos extremos hacia abajo. Colocad el frasco con el papelito sobre la aguja, en el centro de la mesa a distancia de poco menos de un metro de vuestro cuerpo, mientras os sentáis quietamente en una silla. Estad seguro de que en la habitación no haya ninguna ventana abierta por donde entre el viento que pueda mover el papel y evitad que vuestro aliento tampoco lo mueva. Ahora concentrad en el papel y ejercitad la voluntad para que el papel se mueva. Si el equilibrio es completo sobre la aguja, se moverá fácilmente y debéis hacerlo girar en una dirección; entonces haced que detenga su movimiento y que gire en dirección contraria. Practicad como diez minutos en cada acción concentrando en el papel y movedlo a vuestra voluntad. Pronto descubriréis que existe una fuerza motriz que emana de vosotros hacia el papel. Ello probará lo que hemos estado diciendo y lo que expondremos en las próximas monografías, a saber: que la voluntad y el "área psíquica" se pueden emplear para dirigir la fuerza dentro o fuera del cuerpo. "Fraternalmente el Maestro de vuestra clase".

Estas clases de enseñanzas vienen de un templo de magia negra de la Atlántida llamado el altar de Mathra, situado en las islas Azores, en la montaña del Pico. Este templo todavía existe dentro del plano astral. Antiguamente se llegaba a dicho templo en una jornada de siete días, y al final de cada jornada diaria se hacía una gran fiesta. Allí en ese templo hay un salón llamado el Salón de la Voluntad, donde se practican innumerables ejercicios similares al de la Amorc de California. El esfuerzo que el discípulo realiza con esta clase de prácticas absurdas da por resultado que se rompan las delicadas membranas del cuerpo mental.

No deseéis poderes, querido lector; ellos nacen como frutos del Íntimo cuando nuestra alma se ha purificado. La fuerza mental que gastamos neciamente en mover un papel, empleémosla en dominar la pasión carnal, en acabar con el odio, en dominar el lenguaje, en vencer el egoísmo, la envidia, etc. Purifiquémonos, que los poderes se nos irán confiriendo a través de las sucesivas purificaciones. ¡Los poderes son flores del alma y frutos del Íntimo!. Los poderes de un mahatma son el fruto de milenarias purificaciones. El discípulo gnóstico va recibiendo de la Logia Blanca, a través de las pruebas iniciáticas, distintos poderes. Esos poderes los recibe el alma y los "agarra" el Íntimo, porque el Íntimo es el real hombre en nosotros.

Cuando el gnóstico desea, por ejemplo, que un distante amigo venga a nosotros, ruega a su Íntimo así: "Padre, tráeme al señor (fulano de tal), pero no se haga mi voluntad sino la tuya". Y si el Íntimo considera justa la petición, realiza el milagro, que es un trabajo teúrgico, y llega el distante amigo; pero si el Íntimo considera injusta la petición, no accede a la petición del alma. Esta es pura magia blanca.

El mago negro procede a usar su llamada "asunción" o la fuerza de la voluntad, sin tener en cuenta para nada la voluntad del Íntimo.

"Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo", dice el gnóstico, porque el gnóstico no hace sino la voluntad del Íntimo, así en la tierra como en el cielo, o sea en los planos superiores de conciencia. El gnóstico pone todos sus anhelos en manos del Íntimo.

Dominando la cólera y adquiriendo la serenidad, preparamos nuestras glándulas pituitaria y pineal para la clarividencia. Hablando siempre palabras de amor y de verdad, nos preparamos para despertar el oído interno.

La magia sexual, la vocalización diaria y la purificación incesante nos llevan a las cumbres de "la alta iniciación". No deseéis poderes. No significa que los gnósticos tomemos una actitud pasiva al estilo de los teosofistas, sino que debemos prepararnos practicando magia sexual, vocalizando y expulsando todas las escorias. El gnóstico transmuta sus secreciones sexuales y aguarda pacientemente ser digno de recibir los poderes ocultos que, como flores del alma, brotan cuando ya nos hemos purificado. El gnóstico no desea poderes, se prepara para recibirlos. La preparación del gnóstico es purificarse y practicar diariamente la magia sexual.

Los magos negros tienen establecidas en sus templos pruebas similares a las del mago blanco. Cherenzi permite que en sus festivales, al presunto candidato se le insulte, regañe, digan vejámenes y hasta se le pegue para aceptarlos como candidatos para su iniciación.

En la monografía número cinco del grado noveno de la Amorc, después de que el discípulo ha pasado las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire en un templo de magia negra, el discípulo recibe un pergamino que dice así:

"Paz, los saludos del maestro del templo. Por decreto del alto sacerdote, a través de los guardianes que han servido y velado sobre ti, en prueba de tu perseverancia, fe y deseo, según se han manifestado en las cámaras externas, se te permite entrar al siguiente sanctum en espera para ser preparado para admisión dentro del santo de los santos. Después de tres días de santificación y de purificación, tu nombre será el 777, tu letra R, tu salutación AUM, tu libro será aquel con la letra "m", tu joya el jaspe verde y en la forma de un escarabajo, y tu hora será nueve. Descansa en paciencia y espera la hora, el número y el signo".

Esta es, pues, pura y legítima magia negra. Estas pruebas las pasa el discípulo en un templo de magia negra situado en el plano astral.

Cuando el gnóstico pide las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire a los maestros en el astral, éstas las van soltando los maestros tal como lo describimos en nuestro libro «El Matrimonio Perfecto o La Puerta de Entrada a la Iniciación», de una en una, casi siempre con intermedio de varios días entre una y otra prueba y siempre que haya salido triunfante en la prueba anterior. Cada triunfo se le festeja al discípulo en el Salón de los niños con música inefable y agasajos. Cada una de las cuatro pruebas tiene su fiesta especial. Se le llama el Salón de los niños porque los maestros reciben al discípulo con la figura de niños para decirles: "Hasta que no seáis como niños no podréis entrar en el reino de los cielos". Nada de letras R, nada de 777, nada de piedra de jaspe, nada de horas ni de signos; esta es pura magia negra proveniente de la Atlántida. Al discípulo gnóstico, lo único que se le pone cuando la pide es la pequeña capa de chela.

El mago negro, después de haber pasado la prueba de aire, recibe una joya con dos anillos entrelazados, lo cual viene a ser el signo de su triunfo.

El mago blanco recibe el anillo simbólico que representa el rayo al cual pertenece.

El anillo del mago negro recuerda que estuvo sobre un abismo colgado de dos argollas. Los maestros del templo negro visten de blanco, los profetas velados llevan velos negros, los estilistas llevan estolas color gris, los escribas van de azul, los astrólogos de azul y blanco, los músicos de amarillo y los doctores de color pardo. El templo permanece en oscuridad. Al discípulo de 9º grado se le amonesta con estas palabras:

"El alma viviente que atraviesa sola este horrendo camino sin vacilaciones o timidez, después de la purificación por la tierra, el fuego, el agua y el aire, será iluminada por los gloriosos misterios".

Inmediatamente después, el discípulo negro avanza por entre los guardianes de la muerte. En la prueba de fuego, un guardián le dice al discípulo negro lo siguiente:

"Si deseas llegar hasta el maestro, por esta puerta deberás pasar; para llegar a esta puerta, a través de este salón deberás pasar; para cruzar este salón, sobre los hierros de fuego deberás pisar. Ven si buscas al maestro". El discípulo dice: ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Adelante! y lleno de valor pasa por entre el fuego.

En la prueba de agua un guardián negro dice:

"Si quieres ver al maestro y entrar al santo templo, debes llegar a esta puerta y pasar por ella; para cruzar esta puerta debes pasar el lago".

Todo lo aquí expuesto se refiere al 9º grado de la fraternidad Amorc. Todo esto es pura y legítima magia negra.

Los discípulos de la Logia Blanca, como ya dijimos, únicamente celebran su fiesta en el Salón de los Niños, después de cada prueba en que han salido triunfantes. En la Logia Blanca, las cuatro pruebas son para examinar la moral del discípulo blanco.

En la prueba del fuego, al discípulo lo atacan turbas de enemigos que lo insultan, y si el discípulo, en vez de lanzar improperios, lanza amor sobre sus enemigos, entonces triunfa en la prueba, y si es sereno, pasa por entre el fuego sin quemarse. Como se ve, en la prueba de fuego hay que llegar a besar el látigo del verdugo para triunfar en la prueba. En cambio, en la prueba de fuego del mago negro, sólo se trata de pasar por entre el fuego, porque allí la preparación moral no tiene importancia.

Con la prueba de agua del gnóstico, sólo se trata de saber hasta dónde ha llegado el altruismo y la filantropía del discípulo. Con la prueba de aire, sólo se trata de conocer la capacidad de resistencia del discípulo contra las grandes adversidades, y su despego de las cosas materiales. Es lógico que un discípulo que se suicide porque perdió su fortuna no puede pasar la prueba del aire. Simplemente por el hecho de no ser capaz de resistir moralmente un fracaso, es claro que no pasará la prueba de aire. El que sucumbe ante los graves inconvenientes de la vida, fracasa en la prueba de tierra. Hay muchas personas que han pasado esas pruebas en la misma lucha con la vida, en el mismo diario batallar por el pan de cada día. A veces, en la misma vida ha habido hombres que se han trazado un gran plan en beneficio de la humanidad y lo han cumplido a cabalidad a pesar de todos los reveses, penas y lágrimas. Dichos hombres han pasado en carne y hueso las cuatro pruebas.

[Tenemos el caso típico de Lenin, que libertó a un pueblo de la esclavitud. Lenin es realmente un maestro de misterios mayores, lo mismo Carlos Marx]. (nota 1)

Las cuatro pruebas de tierra, fuego, agua y aire son sencillamente para examinar la moral del discípulo. Todos nuestros defectos y lacras morales son precisamente el aspecto negativo de los cuatro elementos de la naturaleza para poder convertirnos en reyes de ella. En la Logia Blanca, las cuatro pruebas van acompañadas de un riguroso examen verbal para conocer hasta dónde llegan las purificaciones del discípulo. (Todo esto se sucede en el plano astral, y el discípulo preparado, es decir, que tiene madurez espiritual, trae al plano físico los recuerdos, algo así como si hubiera soñado). En la Logia Negra sólo se trata de tener el valor del macho brutal para salir triunfante en las pruebas.

Las monografías del 9º grado de la Amorc de California prueban hasta la saciedad el carácter tenebroso de la institución. Pueden alistar sus armas los oficiales de Amorc contra el autor de la presente obra, porque el hierofante Aun Weor no les teme. Ha llegado la hora de desenmascarar a los responsables del fracaso de la evolución humana y Aun Weor sólo sigue los dictados de la venerable Logia Blanca. La pistola silenciosa es inventada en los laboratorios de la Amorc y sabemos muy bien que ustedes se la enseñan a armar a sus discípulos muy adelantados. ¿Cómo puede un mago blanco inventar armas destructivas? El mal no puede provenir sino del mal. Uds. Están violando uno de los preceptos de la Ley de Dios que dice: "No matar" Yo, Aun Weor, no le temo a esa pistola silenciosa porque estoy dispuesto a subir hasta el cadalso en nombre de la Verdad.

Después de esta pequeña digresión, volvamos al tema de nuestro presente capítulo.

La monografía número 6 del noveno grado nos relata que, después que sus tétricos discípulos han pasado triunfantes sus cuatro pruebas, ya dizque tienen derecho a recibir la sagrada iniciación. Veamos el siguiente párrafo de la página nº 3, de la 6ª monografía de 9º grado:

"Ahora bien, de este modo quedé enterado de que dos anillos entrelazados habían de ser mi signo; por lo tanto, dos círculos entrelazados semejantes a dos eslabones de una cadena son mi signo y serán también vuestro signo en esta iniciación. Tan pronto como esto se me hizo entender, se me pidió firmar mi nombre y dejar la marca digital del pulgar sobre una página de papel especial, adherida a una pieza de madera, con otras también adheridas, y luego se me ordenó ir a la puerta, empujar una pequeña tapa corrediza, y dar mi letra y número".

Esto huele a oficinas de policía, pero jamás a templos de iniciación blanca. En ningún templo de iniciación blanca se firma con el nombre personal, ni se reseña a nadie. En las Logias Blancas y en los archivos kármicos, el ser humano figura con el nombre de su Íntimo y no con nombres profanos. Muchos de los estudiantes de Cherenzi, al formar parte de su universidad espiritual, pierden su nombre profano, y al que conquista el anagarikado le asignan un nombre caprichoso en substituto del propio, como premio por su conquista; y en cadena en sus sanctum exclaman E........ I........ E........ I........ E........ I........ en acción de gracias a los adeptos de la mano izquierda.

Los magos negros de Amorc dan en el ritual de tercer grado el nombre de un demonio a sus ingenuos discípulos, y para el efecto el discípulo escribe en varios papelitos determinados nombres que le proporcionan, y al sacar un papelito con el nombre sigue figurando con él en el astral. Los nombres son los siguientes: adjutor, afectator, amorifer, benefactor, cognitor, divinator, justificator, pensator.

Cada uno de estos nombres pertenecen al nombre de un demonio que es cabeza de legión, y el ingenuo discípulo queda bajo las órdenes y mando del nombre que escogió al azar. Los oficiales de la Amorc hacen creer a sus discípulos que esos nombres revelan simples cualidades morales y así engañan a sus víctimas.

Amorifer es un demonio de capacete rojo, alto de cuerpo y rostro redondo. Cada uno de estos demonios es terriblemente perverso.

En la religión católica, el lego también recibe un nuevo nombre al acomodo de los magos negros y esto debido a que hoy en día todas las sectas religiosas cayeron bajo el dominio de la magia negra. Eso de adoptar nombres apócrifos es propio de las escuelas de magia negra. En la Logia Blanca al discípulo se le hace saber el nombre de su "Yo superior" (nota 2), es decir de su Íntimo, nombre con el cual ha figurado a través de toda la eternidad y en todos los libros kármicos.

Así tenemos, por ejemplo, que Gautama el Buda, en los mundos internos, se llama Amithaba. Krumm Heller se llama Huiracocha, etc. Si abrimos el capítulo 19 del Apocalipsis vemos que el Santo de la revelación llama al Jinete del Apocalipsis "Verbo de Dios". Dios se representa por el monosílabo "Aun" y las dos letras vb de la palabra verbo forman una doble V, lo cual puede escribirse W, y con las vocales e, o, más la letra r formamos el nombre Weor. Así completamos el nombre del Yo divino del autor "Aun Weor".

Yo vine al mundo a cumplir una gran misión de carácter mundial. Todos los hombres occidentales han leído la Biblia y saben que el Jinete del Apocalipsis vendrá (El Jinete de que nos habla el capítulo 19 del Apocalipsis), pero vine y no me han conocido; antes por el contrario, los líderes espiritualistas se lanzarán furiosos contra mí y es que el mundo no quiere tratos con los profetas de la luz. La humanidad ha matado siempre a los profetas; la humanidad no gusta de los iluminados; la humanidad sólo gusta de los imbéciles. De ahí que la condición indispensable que se necesita para ganar aplausos es ser imbécil. La humanidad crucificó a Cristo, y dejó libre a Barrabás. A los campeones de boxeo les llueven los aplausos porque saben dar puñetazos, ¡esa es la humanidad!.

Volvamos al tema de nuestro capítulo. En la iniciación blanca gnóstica, el discípulo no tiene que escoger ningún nombre ni se le da un nombre al azar, sino que recibe el nombre de su Íntimo, el de su Real Ser, nombre con el cual figura en el libro kármico a través de todas las edades.

Antes de entrar a la autentica iniciación blanca, el discípulo tiene que recibir instrucciones esotéricas en el salón de preparaciones. Todo esto es en astral, esto no es en el plano físico. Oigamos ahora cómo comienza la iniciación de los magos negros de la Amorc, también en el plano astral:

"Se me pide ahora caminar detrás de una gran pantalla dorada y allí dos oficiales me ponen una túnica azul que me queda holgada. Después me ponen sobre la cabeza un fino velo amarillo o dorado y en mi mano una cruz de ébano sobre la que hay una rosa roja. Después un oficial viene hacia mí y anuncia que él es mi conductor; viste una túnica negra y una capucha también negra; me toma por el brazo derecho y me voltea de modo que estoy listo para salir de detrás de la pantalla y de nuevo hacia adentro de la cámara o templo. Entonces un juego de campanas principia a sonar sus notas que parecen anunciar mi llegada y entramos del brazo dentro del templo y nos separamos al centro en el fondo".

El conductor del discípulo usa túnica y capucha negra; es, pues, un auténtico mago negro, porque entre los maestros de la Logia Blanca, ningún maestro lleva capucha negra. Zanoni viste túnica negra y lleva manto de distinción negro, pero no capucha negra. La capucha negra sólo es de los magos negros.

"Habiendo llegado al fondo del templo nuevamente, se me conduce hasta el centro del templo y un oficial coloca una gran cruz sobre mi cabeza, mientras me arrodillo, y tres campanadas suenan en alguna otra parte del templo. Entonces desde el Este del templo, un maestro con túnica de púrpura se acerca a mí llevando una gran cruz egipcia precillada, sostiene ésta sobre mi cabeza en lugar de la otra cruz, mientras algunos oficiales se paran cerca de mí y dicen: 'bajo la cruz de inmortalidad y vida eterna bendito tú eres'".

En los salones de iniciación gnóstica auténtica, jamás viste túnica de púrpura o roja ningún maestro. Esos colores sólo lo usan los jerarcas de la Logia Negra.

En la iniciación blanca se echa sobre los hombros del discípulo una enorme y pesada cruz de madera, que significa que el discípulo ya empezó el víacrucis de las 9 arcadas. El peso de la cruz difiere mucho; el peso depende del karma de cada cual. Algunas veces el discípulo no puede con el peso de la cruz y entonces el Cirineo tiene que ayudarle.

Las vocales E U facilitan al discípulo el poder cargar la cruz cuando ésta es muy pesada. La cruz sobre los hombros es magia blanca; la cruz sobre la cabeza es magia negra. Cristo no llevó la cruz sobre la cabeza, sino sobre los hombros. La cruz significa la materia, y llevarla sobre la cabeza es resolverse a vivir bajo la materia, bajo el mundo. El mago negro dice: Bajo la cruz de la inmortalidad y vida eterna bendito tú eres. El mago blanco dice: Sobre la cruz yo soy. La cruz sobre la cabeza la llevan los pontífices en sus mitras. Ningún mago blanco lleva la cruz sobre la cabeza, sino sobre los hombros, tal como lo mostró el Divino Redentor. Nosotros los gnósticos no estamos debajo de la cruz, sino sobre ella.

El gnóstico tiene que morder cierta figurita en la primera iniciación, y antes de entrar a ella, ya ha recibido la auténtica palabra perdida, que jamás se ha escrito. Los exámenes verbales son muy rigurosos para recibir la iniciación. Al mago negro poco le importa la moral. Una vez que el chela pasa triunfal la iniciación blanca, se le hace la fiesta.

En la ceremonia negra, el discípulo recibe de un mago negro vestido de amarillo una serie de enseñanzas que ellos utilizan para hacerse invisibles y para hacer invisibles a los demás. En el próximo capítulo titulado El Nirvana, hablaremos sobre el particular. Como ya hemos dicho, todas estas enseñanzas vienen de la Atlántida. En la Atlántida, los hombres utilizaban también las fuerzas sexuales para hacer grandes daños. Orhuarpa formaba con la mente monstruos que luego materializaba físicamente y los alimentaba con sangre. Esos monstruos los arrojaba sobre sus indefensas víctimas cuando quería. La humanidad atlante fue clarividente y manejó a la maravilla las fuerzas cósmicas. En dicha época hubo un santuario muy importante llamado Santuario de Vulcano. Los guardianes de esos santuarios tenían bajo su control a Ahrimán y a sus legiones para que no pudieran actuar libremente en nuestro planeta. Esos átomos de Ahrimán dañaron la clarividencia del hombre y entonces la humanidad quedó esclava de la ilusión del mundo físico.

Sin embargo, en la Atlántida había un gran colegio de iniciados, y cuando los malvados intentaban contra ellos, eran muertos por la espada de la justicia.

Los Señores de Mercurio le dieron al hombre la mente para que pensara y no para que la usara con fines destructivos.

Viendo Orhuarpa que el pueblo lo adoraba como a un Dios, armó un poderoso ejército y se puso en marcha contra Tollán, la ciudad de las siete puertas de oro macizo, donde reinaba el mago blanco de la Atlántida.

Y vestido de acero con escudo, yelmo, casco y espada peleaba durante el día, y por la noche desataba sus bestias y sus hechiceras que, en forma de lobos, dañaban a sus enemigos, y así se tomó a Tollán, la ciudad de las siete puertas de oro macizo, y se hizo emperador de toda la Atlántida y estableció el culto del sol tenebroso.

Así estaban las cosas cuando el maestro Moria se reencarnó, reunió su ejército de soldados y se puso en marcha contra Orhuarpa.

Orhuarpa lanzaba contra el maestro Moria sus bestias feroces, que el maestro disolvía con sus luminosos poderes. Y con el filo de su espada se tomó el maestro a Tollán, la ciudad de las siete puertas de oro macizo, y todos los soldados de Orhuarpa cayeron bajo el cuchillo de las fuerzas de la luz. Viéndose Orhuarpa perdido, se encerró en una torre, y allí murió quemado, pues los soldados del maestro Moria le prendieron fuego a la torre.

Pero ahí no terminaron las cosas. Inmediatamente se volvió a reencarnar Orhuarpa, y cuando ya tuvo edad, reunió otra vez su ejército de guerreros y hechiceros y se puso en marcha nuevamente contra Tollán, y no volvió a tomarse la ciudad y estableció trono contra trono.

Entonces los cuatro tronos dijeron al emperador blanco Noenrra (Noé): "Salid de esta tierra y pasad al desierto de Gobi por donde quiera que haya tierra seca, porque Dios va a hundir esta tierra". Y obedeció Noenrra y salió con toda su gente hacia el desierto de Gobi.

La gente de Noenrra eran las tribus semitas primitivas que habían seguido el camino de la magia blanca, y Orhuarpa quedó amo y señor de la Atlántida.

Tiempo después de la salida del pueblo de Israel, comenzaron a aparecer algunas manifestaciones ígneas peligrosas.

El uso de las fuerzas sexuales utilizadas para la magia negra hizo entrar en actividad el fuego de los adormecidos volcanes.

Y es que las fuerzas sexuales tienen íntima relación con todas las fuerzas de la naturaleza, porque la fuerza sexual no solamente está en nuestros órganos sexuales sino en todas nuestras células y más todavía, en cada átomo del Cosmos.

La fuerza sexual es la causa de la electricidad.

Es lógico, pues, que por inducción hubieran entrado en actividad los adormecidos volcanes. Pues esos volcanes y los magos negros, estaban íntimamente relacionados por medio de la energía sexual. Y a través de grandes terremotos se hundió la Atlántida con todos sus magos negros en el fondo del océano Atlántico.

Todas las tribus indias de América son vestigios atlantes. Estas tribus conservan muchas prácticas de magia negra provenientes de los atlantes.

En América hay quienes hacen muñecos de cera y los entierran con alfileres y así exaltan la imaginación y concentran la mente sobre la víctima. Hay quienes utilizan las fuerzas sexuales con propósitos destructivos. Todo esto es originario de la Atlántida.

Los indios Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta quemaron todo un pueblo llamado Dibuya, por medio de los elementales del fuego, llamados animes por ellos.

En el pequeño poblado de Santa Cruz de Mora (Estado Mérida), conocí una anciana humilde, que hizo maravillas con los elementales de la naturaleza. Dicha anciana, cuando era joven, se casó con un indio. Su marido la llevó para la selva, y cuenta de esa tribu las cosas más "raras"; dizque durante el día los indios abandonaban su caserío, y por la noche llegaban todos con apariencia de animales y ya dentro de sus ranchos, tomaban su figura humana.

Cierto día, el marido se despidió de ella diciéndole que se iba para la selva a morir (pues esos indios se retiran a la selva para morir), y le entregó un amuleto diciéndole: "Te dejo este recuerdo para que le pidas lo que necesites cuando tengas necesidad".

Hizo maravillas la anciana en el poblado de Santa Cruz. Pedía al amuleto lo que quería y le venía el dinero, el vino, las joyas, los licores, los perfumes etc. etc., como por encanto. Aquellas personas que hubieran sido robadas, no tenían más trabajo que consultarla a ella, y en el acto, ella pedía el objeto robado al amuleto, y traído por manos invisibles, éste llegaba, y así recobraba cada cual lo perdido. Estas maravillas terminaron para la anciana cuando tuvo la debilidad de confesarse con un cura, el cual le quitó el maravilloso talismán.

Esto no tiene nada de fantástico ni de raro; esto se hace sencillamente con los elementales de la naturaleza. La obra de don Francisco Hartmann titulada «Los Elementales» trata ampliamente de estas cosas.

Todos estos conocimientos vienen de la Atlántida. Los elementales, lo mismo sirven para el bien que para el mal. Los atlantes utilizaron los elementales para el mal.

Todos los conocimientos de la escuela Amorc de San José de California vienen de la magia negra de los atlantes.

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Capítulo 15.- El Nirvana

Las tribus israelitas emigraron hacia el Oeste desde el desierto de Gobi para formar la raza Aria. Esto está representado en el Éxodo por la salida de Israel de la tierra de Egipto rumbo a la tierra prometida.

Enormes caravanas de seres humanos capitaneadas por los maestros de misterios mayores salieron de la Atlántida al desierto de Gobi, y luego, de ese desierto se encaminaron hacia el Oeste para cruzarse con algunas razas occidentales y formar nuestra actual raza Aria.

Los capitanes de esos éxodos bíblicos eran los mismos maestros de misterios mayores. Ellos eran profundamente venerados por la humanidad y nadie osaba desobedecer sus sagradas órdenes.

Moisés duró 40 años en el desierto, es decir, 40 años permanecieron los israelitas primitivos en el desierto y construyeron el Arca de la Alianza y establecieron los misterios de Leví y adoraron a Jehová.

Los siete santuarios de misterios emigraron hacia el occidente y a la luz de estos santuarios floreció la Persia de los magos, la India de los rishis, la Caldea, el Egipto, la Grecia Helénica, etc.

La sabiduría oculta iluminó a Solón, a Pitágoras, a Heráclito, a Sócrates, a Platón, a Aristóteles, a Buda, etc.

A la luz de los sagrados misterios florecieron las más poderosas civilizaciones del pasado.

El hombre fue desarrollando el intelecto y el intelecto lo sacó de los mundos internos. Cuando el hombre perdió la clarividencia conoció el miedo. Antes no había miedo porque el hombre contemplaba la acción de los dioses y veía el desenlace de todo.

El hombre se alejó de la Gran Luz y ahora tiene que regresar a la Gran Luz.

Los budistas nos dicen que cuando el hombre se libera de la rueda de nacimientos y de muertes, entra en la dicha inefable del NIRVANA.

Los gnósticos sabemos que Cristo es un Nirmanakaya, que renunció al Nirvana para venir a salvar a la humanidad.

El libro de los muertos dice: "Yo soy el cocodrilo Sebec. Yo soy la llama de tres pabilos y mis pabilos son inmortales. Yo entro en la región de Sekem. Yo entro en la región de las llamas que han derrotado a mis adversarios".

Esa región de Sekem, esa región de las llamas, es la dicha inefable del Nirvana.

Un dhyanchoan es aquel que ya abandona los cuatro cuerpos de pecado: físico, astral, mental y causal.

Un dhyanchoan sólo funciona con su alma de diamante y por lo tanto ya se ha liberado de Maya y vive feliz en el Nirvana.

El cocodrilo sagrado es el Íntimo. El Íntimo es la llama con sus tres pabilos inmortales. Esos tres pabilos son su alma de diamante, su mente ígnea y Atman, su propio cuerpo espiritual.

El Nirvana es una región de la naturaleza donde reina la felicidad inefable del fuego. Ese plano nirvánico tiene siete subplanos y en cada uno de esos siete subplanos de materia nirvánica hay un gran salón esplendoroso, donde los nirmanakayas estudian sus misterios. Por ello es que llaman a sus subplanos "salones" y no subplanos como los llaman los teosofistas.

Los nirvanis dicen: "estamos en el primer salón del Nirvana o en el segundo salón del Nirvana o en el tercero o en el cuarto o en el quinto o en el sexto o en el séptimo salón del Nirvana".

Es imposible describir la inefable felicidad del Nirvana. Allí reina la música de las esferas y el alma se arroba en un estado de beatitud imposible de pintar con palabras.

Los habitantes de los salones superiores del Nirvana usan túnica de diamante y llevan sobre sus cabezas mantos de distinción que caen hasta sus pies.

Nosotros podemos visitar el Nirvana en cuerpo astral, y los yoguis de la India, en estado shamadi, visitan el Nirvana en sus cuerpos mental o causal, pero pretender visitar el Nirvana con procedimientos de magia negra al estilo de los Amorc de San José de California es el colmo de la locura.

Los discípulos de 9º grado de la Amorc, después de haber pasado por la iniciación negra, reciben enseñanza para formar una nube con la mente y con el verbo, utilizando el mantram "rama" que se pronuncia así raaaamaaa (ra es masculino, ma es femenino).

Ellos utilizan la fuerza sexual y la fuerza mental para formar una nube de materia astral. Una vez formada la nube, se meten en ella, se tonifican con tal o cual lugar y, como es perfectamente lógico, se produce una separación o desprendimiento del astral y se transportan a donde quieren en cuerpo astral. A esto llaman ellos "Nirvana" y realmente con este procedimiento viajan en cuerpo astral, pero no en el Nirvana.

El gnóstico sabe entrar al Nirvana utilizando los poderes de su Íntimo. Cuando el gnóstico quiere entrar al Nirvana hace lo siguiente:

Primero: Se sale en cuerpo astral.

Segundo: Ya fuera de su cuerpo físico, ora a su Íntimo así: "Padre mío, llevadme al Nirvana", y entonces el Íntimo transporta el alma del gnóstico hacia las dichas inefables del Nirvana.

El procedimiento gnóstico para salir en cuerpo astral es muy sencillo.

El gnóstico aprovecha el estado natural de transición entre la vigilia y el sueño para salirse del cuerpo, con tanta naturalidad como cuando se sale de su casa. Le basta pronunciar el mantram "rustí" en el momento de estarse adormeciendo y luego se va bajando de su cama, no con la mente, ni con la imaginación, sino como si fuera en carne y hueso. El cuerpo queda entre la cama. El mantram se pronuncia así: russsssssstiiiiiii, por varias veces.

Ese trabajo de concentración del mago negro de 9º grado de Amorc, junto con el gasto tremendo de energía sexual, es perjudicial para los discípulos. El mantram "ra" pone en actividad el polo masculino de la fuerza sexual que llevamos en nuestras glándulas sexuales. La sílaba "ma" exterioriza la fuerza sexual femenina que llevamos dentro.

El mago negro de la Amorc utiliza con el mantram "rama" sus propias fuerzas sexuales que, combinadas con la fuerza mental, le permiten la salida en cuerpo astral. Claro que tiene que formar una nube con la mente, luego atraer esa nube estando en meditación y luego meterse entre ella, tonificarse con determinado lugar y queda fuera del cuerpo.

Los antiquísimos magos negros se envolvían con la nube así formada y luego llenos de fe intensa echaban a andar con cuerpo de carne y hueso y entonces ese cuerpo se sumergía dentro del plano astral y así se transportaban a remotas distancias en pocos minutos. Esto ya se les olvidó a los oficiales modernos de la Amorc. Los magos negros siempre gastan sus energías sexuales en estos experimentos y en muchos otros.

El gnóstico sabe muy bien que debe ahorrar siempre sus fuerzas sexuales, porque con ellas despierta su KUNDALINI.

El procedimiento de los rosacruces de Amorc daña el kundalini de cualquier discípulo de la fraternidad blanca y así se estancaría su progreso.

El mantram "ra" ayuda a despertar el kundalini, pero hay que saber cómo y esto es lo que ignoran los magos negros de Amorc. Ellos creen que pronunciando ra-ma todas las mañanas, en posición de pies y haciendo varias aspiraciones de aire, van a purificarse, y con ello demuestran desconocer por completo la sabiduría de los egipcios.

Nosotros, los antiguos egipcios, pronunciamos el mantram "ra" en la posición egipcia: las rodillas en tierra, las palmas de la mano tocándose con los pulgares en tierra y la cabeza sobre el dorso de las manos. Se pronuncia el mantram así: raaaaaaa, por varias veces.

Como ya dijimos, los antiguos magos negros envueltos en la nube se transportaban físicamente donde querían.

La nube venía a ser la palanca o instrumento para sacar el cuerpo físico de la región física y sumergirlo dentro del plano astral. Y cuando llegaban a donde querían ir, entonces abandonaban la nube y quedaban nuevamente dentro del plano físico, en el lugar anhelado.

Los magos negros de la Amorc ya están olvidados de esto.

La fuerza con que se hace esto es extraída de las glándulas sexuales y esto es lo que ellos no explican a sus discípulos. Ellos dicen lacónicamente en su monografía séptima de noveno grado: "Ra representa la positiva fuerza creativa y Ma la negativa que completa a Ra. Ra Ma juntos es la fuerza de la creación".

¿Por qué no les explican a sus discípulos esto? ¿Por qué le tapan esto a sus estudiantes? ¿Por qué no hablan con franqueza? ¿Qué les pasa? Ellos saben muy bien que el día que se quiten la máscara fracasa su tenebrosa institución, y por eso es por lo que se callan.

Eso de emplear la fuerza sexual para estas cosas es magia negra. Con estos experimentos el discípulo negro se descarga totalmente como una pila eléctrica y pierde las fuerzas que podría utilizar para despertar el kundalini positivamente.

Cristo, el Divino Rabí de Galilea, nos enseñó el secreto para viajar con cuerpo físico por entre el plano astral: veamos los versículos 24-32, cap. 14, Evangelio de San Mateo

"Y ya el barco estaba en medio de la mar, atormentado de las ondas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vela de la noche , Jesús fue a ellos andando sobre la mar. Y los discípulos viéndole andar sobre la mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma!, y dieron voces de miedo. Mas luego Jesús les habló diciendo: ¡Confiad, yo soy, no tengáis miedo!. Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si tú eres, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro del barco andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Mas viendo el viento fuerte, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!. Y luego Jesús, extendiendo la mano, asió de él y le dice: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y como ellos entraron en el barco, se calmó el viento".

Este es el secreto gnóstico para entrar con cuerpo de carne y hueso dentro del plano astral.

Pedro estaba caminando sobre las aguas porque su cuerpo físico, por obra de la fuerza de la fe, se sumergió dentro del plano astral, pero en el momento en que dudó se salió del plano astral y estuvo a punto de sumergirse.

Las fuerzas del plano astral sostenían a Pedro sobre las aguas y era el plano astral el que sostenía a Cristo sobre las aguas.

Los gnósticos, cuando queremos ir con cuerpo de carne y hueso al astral, utilizamos la clave que nos enseñó el Maestro.

Nosotros procedemos de la siguiente manera: En el preciso momento de despertarnos del sueño natural, sin dar tiempo a ningún análisis, duda o vacilación, llenos de intensísima FE, nos levantamos de nuestro lecho, salimos de nuestro cuarto y nos suspendemos en la atmósfera.

En esto sólo la fe nos sostiene. Cualquier análisis, duda o vacilación perjudican el experimento.

También podemos aprovechar el instante de estarnos adormeciendo, o simplemente un instante en que la mente esté en profundo reposo, como un lago tranquilo.

El cuerpo físico flota sencillamente porque por medio de la fe abandonamos la fuerza de la gravedad y el plano físico, y penetramos con nuestro cuerpo físico dentro del plano astral, donde reinan las leyes de levitación.

Nuestros discípulos también saben caminar sobre las aguas, lo mismo que nuestro Maestro.

Nosotros somos cristianos auténticos.

Los magos negros de la escuela de Amorc también utilizan el procedimiento de la nube para envolverse con ella y hacerse invisibles. En esto no olvidaron el "mimetismo". Si se encuentran entre una selva, harán la nube verde, y si es entre un cuarto de paredes blancas, la harán blanca, y así se hacen invisibles.

Los magos blancos utilizamos el poder de nuestro Íntimo para hacernos invisibles, pero ese poder sólo se nos entrega cuando lo hemos merecido. Los magos negros de la Amorc creen que con sus experimentos negros pueden penetrar al Nirvana, y están equivocados. Penetran en el astral, pero no en el Nirvana.

Los gnósticos podemos visitar el Nirvana hasta en carne y hueso. Claro es que los teosofistas se reirán de nosotros, porque ellos no saben de estas cosas. Ellos lo único que tienen en la cabeza es un arsenal de teorías, pero en la práctica realmente no son más que unos eunucos del entendimiento, místicos morbosos, sibaritas fornicarios.

Todavía me acuerdo del teosofista A., miembro de la Logia Arco iris de Bogotá, cómo huyó despavorido en el parque de Cartagena cuando yo, Aun Weor, le comuniqué que él trabajaba conscientemente en el astral.

Este es el colmo del negativismo de los teosofistas. Se horrorizan al solo hecho de pensar en despertar la conciencia. A ellos sólo les interesa tener la cabeza llena de cucarachas y vivir dormidos; sin embargo, dizque algún día piensan entrar al Nirvana. Estultos, dechados de sabiduría, imbéciles. Al Nirvana sólo entran aquellos que ya han pasado por la alta iniciación. Aquellos que han dado hasta su última gota de sangre por la humanidad.

Todos anhelamos la alta iniciación, pero al altar de la alta iniciación sólo se llega con el miembro viril en estado de erección. Para llegar a la alta iniciación han tenido que ser bien machos.

El gnóstico tiene siempre un yo fuerte y una robusta y poderosa personalidad, nada de debilidades.

El gnóstico vive siempre heroico, siempre triunfante y siempre rebelde, como los héroes de Rabelais, nada de debilidades.

El gnóstico sube a la alta iniciación con el miembro bien recto, porque el gnóstico es bien macho. El gnóstico aspira al Nirvana, pero sabe muy bien que el Nirvana lo tiene en los testículos y sólo quiere realizarlo en sí mismo por medio del coraje.

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Capítulo 16.- El Elixir de Larga Vida

El maestro Zanoni recibió su iniciación caldea en edades remotísimas, y se conservó joven durante miles de años. Megnour, compañero de Zanoni, vivió también edades enteras. Estos maestros eran invencibles y la muerte no podía contra ellos. Fueron los ciudadanos de una antigua nación ya desaparecida (La Caldea). ¿Dónde estaba su secreto? ¿Cuál su poder? Al llegar al presente capítulo de esta obra, muchos cirujanos, analfabetas de la medicina oculta, mirarán con desprecio y con ademanes compasivos se mofarán del "Elíxir de Larga Vida" considerando insensatas estas enseñanzas, que para ellos son un imposible. Los rosacruces desequilibrados y los místicos enfermizos del espiritismo no han comprendido jamás ni quieren admitir que el "elíxir de larga vida", "la piedra filosofal", y "la clave del movimiento perpetuo", se encuentran dentro de los testículos del macho y dentro del útero de la hembra.

Ya hemos dicho, y no nos cansaremos de repetirlo, que la iniciación es la misma vida intensamente vivida, y que la redención del hombre reside exclusivamente en el acto sexual.

Cuando circuló nuestra obra «El Matrimonio Perfecto», tal como ya lo habíamos previsto, surgieron innumerables críticos que nos calificaron de pornográficos, por haber hablado con un lenguaje sencillo al alcance de toda comprensión y por haber dado la clave de la magia sexual. Nosotros, sin embargo, sabemos que "para el puro todo es puro y para el impuro todo es impuro". Esos tales, dechados de sabiduría, místicos enfermizos, a través de sus elucubraciones morbosas, que se creen supertrascendidos, nos calificaron de materialistas.

Tales sujetos ignoran totalmente que nada puede existir, ni aun Dios, sin el auxilio de la materia.

Algunos viejos decrépitos y desgastados por el coito pasional y beatas sexuales insatisfechas, arrojaron horrorizados el libro, calificándolo de escandaloso y pornográfico. Es que la humanidad no ama el bien sino al mal. Hubo místicos alucinados que abogaron por la castidad absurda que predican, y que no practican, algunas sectas religiosas, no sabiendo que la naturaleza misma se rebela contra esa nefasta abstención. Por ello vienen las poluciones nocturnas, la descalcificación general por la uretra y, como consecuencia, la enfermedad. Es que la naturaleza es sabia en sus designios. Los hombres se hicieron para las mujeres y las mujeres se hicieron para los hombres. Lo que tenemos es que aprender a gozar la mujer sin perjudicarnos; para ello, la magia sexual.

Durante los trances amorosos, el gnóstico refrena el acto sexual y entonces el semen se transmuta en energía atómica y sube por ciertos canales espermáticos a la cabeza y el hombre se convierte en un Dios. Esto no lo entienden, no lo pueden entender ni se lo explican, los pseudoapóstoles de la medicina moderna, simplemente porque ellos no conocen la anatomía de los siete cuerpos del hombre, ni la química oculta, ni la ultrabiología de los organismos interiores del hombre, que son la base fundamental de la vida hormonal y de las glándulas endocrinas.

Los hindúes llaman a los canales espermáticos por donde sube internamente la energía sexual a la cabeza, canales de "ida y pingalá". Estos son los cordones nerviosos que se relacionan con el vago y el simpático. Se enroscan en la columna espinal en la forma simbólica con que lo representa el Caduceo de Mercurio.

El organismo humano tiene canales para la salida del semen y también posee canales espermáticos por donde el semen, convertido en energía, sube desde la bolsa seminal hasta la cabeza, porque la masa se transforma siempre en energía, como ya lo probó el gran sabio Einstein, y este proceso es lo que nosotros llamamos "transmutación".

En épocas antiquísimas el hombre usaba los canales espermáticos de subida, y actualmente los médicos de los indios de la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia), usan esos canales desde tiempo antiquísimo. Por ello llegan hasta edad muy avanzada, manteniendo lúcido su entendimiento, con sus cabellos negros, su dentadura intacta y con frecuencia se ve en ellos hijos de octogenarios y centenarios, mientras que en nuestra actual civilización el hombre a los sesenta años de edad es un decrépito.

Existen miles de pruebas para poner al hombre civilizado y científico a pensar sobre este particular. Por ejemplo, en un niño donde todavía no se ha recogido su fuerza sexual en sus gónadas, esta fuerza está latente en todo su organismo, y por ello, si el niño se corta, sana más rápidamente que un adulto, porque éste, desde la pubertad, ya está desperdiciando sus fuerzas sexuales, además que no sabe manejarlas como en el caso del niño.

Gran error cometen los jóvenes, y sus padres cuando permiten que sus hijos derrochen la fuerza sexual en placeres y displicencias. Hay que enseñarles que en esa gran fuerza reside el principio vital. Es verdad que, como dice la ciencia oficial, es una función biológica, pero el Decálogo nos enseña con el sexto mandamiento que no debemos desperdiciar esa fuerza porque ella sólo cumple la función creadora o de crear, así que la libertad que los padres dan a sus hijos para que cumplan libremente sus funciones biológicas no deja de ser un crimen que se comete con la juventud.

La magia sexual tiene las siguientes ventajas:

1º Marido y mujer permanecen de por vida amándose con mayor intensidad que si fuesen novios.

2º No llena a los esposos de hijos.

3º La mujer rejuvenece, se vuelve cada día más bella y atractiva porque, gracias a su marido, diariamente se carga de poderosas fuerzas.

4º El hombre de edad rejuvenece y no envejece jamás porque se está dando vida con su fuerza creadora y la suerte y felicidad lo rodean por todas partes.

5º Se les despierta a ambos el sentido de la clarividencia y entonces el velo de los mundos invisibles se descorre ante su vista.

6º El fuego sagrado del Espíritu Santo los ilumina internamente.

7º Se unen con su Íntimo (Dios interno) y se convierten en reyes de la creación, con poderes sobre los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego.

8º Adquieren el elíxir de larga vida que reside en el kundalini.

9º La muerte ya no será más. Todo esto a pesar de las bravuconadas de nuestros mediquillos que consagra la universidad materialista.

Cuando entró en circulación nuestro libro «El Matrimonio perfecto», miles de magos negros se lanzaron iracundos con piedras en las manos contra nosotros, muy a pesar de que ese libro enseña el bien y enseña al hombre a ser casto y puro.

Israel Rojas R., mi discípulo traidor, no pudo resistir el colapso de la ira cuando constató que habíamos publicado en nuestra obra las enseñanzas secretas que el Maestro Huiracocha trajo a Colombia para bien nuestro, y dio motivo para que el señor Rojas quemara el libro, porque él quería que jamás la pobre humanidad doliente conociera los misterios del sexo. Él sólo enseñaba esta ciencia secreta a sus discípulos más adictos; en cambio, en sus muchísimas obras que le dieron pingues utilidades, nada concreto enseñó a sus lectores. Al señor Rojas le confiaron los Maestros de la Venerable Logia Blanca una misión que no supo cumplir, llenándole su sabiduría de orgullo y vanidad, traicionando a su antiguo maestro Aun Weor.

El hecho de que algunos elementos hagan mal uso de estas enseñanzas no puede privar a la humanidad de este conocimiento, porque la humanidad ya está madura para recibirla, señor Rojas.

Por el hecho de que algunos discípulos del señor Rojas hayan hecho mal uso de la magia sexual, por este motivo no se va a privar de este conocimiento a la humanidad, porque más daño le hace a la humanidad su vida fornicaria y pasional. Mientras la humanidad sea fornicaria, no tendrá la luz.

Ni entráis al paraíso ni dejáis entrar a los demás. Yo desenmascararé a los traidores y desconcertaré a los tiranos, ante el veredicto de la conciencia pública. Yo romperé todas las cadenas del mundo.

Yo, Aun Weor, el poderoso hierofante de los misterios egipcios, iniciaré la era de Acuario, aunque tenga que convertir la tierra entera en un gigantesco cementerio. No me atemoriza la sonrisa sutil de Sócrates, ni tampoco me desconcierta la carcajada estruendosa de Aristófanes.

El cielo se toma por asalto, porque el cielo es de los valientes.

El gnóstico, envuelto en la coraza de acero del carácter, empuña la espada de la voluntad y, como un guerrero terrible, se lanza a la batalla a tomarse el cielo por asalto.

Los gnósticos somos los hombres de las grandes tempestades y, entre el estampido del trueno, sólo entendemos en lenguaje de majestades.

Cuando ya el guerrero se acerca a la iniciación, puede entonces reírse de la muerte con una carcajada que puede estremecer todas las cavernas de la tierra. Entonces sí tiene derecho al elíxir de larga vida, que es oro potable, vidrio líquido, flexible, maleable. Pide a los Señores del Karma más años de vida para pagar sus deudas, y así se cumple la muerte y resurrección en la presente encarnación; se une con el Íntimo y luego, pagado el karma, convoca a los Señores del Karma para declararles que ha resuelto quedarse en el mundo a trabajar por la humanidad, y que, en consecuencia, sigue con su cuerpo físico hasta la consumación de los siglos.

Los maestros Kout Humi, Moria, San Germán, etc., tienen cuerpos físicos que datan de miles de años atrás, todos ellos tienen edades Incalculables. ¿Qué haría un maestro de Misterios Mayores cambiando de cuerpo constantemente? El fundador del Colegió de Iniciados es el Maha-Gurú, permanecerá con nosotros hasta que el último iniciado haya llegado a su estatura.

El autor de «Dioses Atómicos», nos dice que en Egipto hay dos maestros de edades realmente indescifrables; uno de ellos lo mencionan antiquísimas escrituras religiosas. El Maestro conserva su cuerpo durante millones de años porque posee el elíxir de larga vida, y éste reside en el kundalini. El Maestro vive engendrando su cuerpo diariamente por medio del kundalini. Las células de un maestro no se marchitan, porque el fuego del kundalini no las deja marchitar. El kundalini es pues el elíxir de larga vida. Este fuego es el oro potable de los antiguos alquimistas, este es el árbol de la vida del cual nos habla el Génesis en el siguiente versículo:

"Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal" (Génesis, cap. 2, versículo 9).

El árbol de la vida es el kundalini, y el árbol de la ciencia del bien y del mal es el semen. Ambos árboles son del huerto de Dios.

"Y salía del Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales.

El nombre de uno era Pisón; éste es el que cerca toda la tierra de Havilah, donde hay oro; Y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra cornalina". (Génesis, cap. 2, vers. 10-12)

La tierra de Havilah es nuestro propio cuerpo, y el oro de esta tierra son los átomos solares de nuestro sistema seminal, es decir, el oro potable del semen.

"El segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía" (Gén. cap 2, vers 13).

Este segundo río es el líquido céfalo-raquídeo, que es el otro polo de nuestro sistema seminal, con el cual rodeamos toda nuestra tierra de Etiopía, es decir, nuestra cabeza y garganta, pues con el líquido céfalo-raquídeo formamos cerebro y garganta.

"Y el nombre del tercer río es Hiddekel; éste es el que va delante de Asiria, y el cuarto río es el Eufrates" (Gén. cap. 2, vers. 14)

El río que va delante de Asiria y el Eufrates son los dos polos de la fuerza seminal de la mujer. La mujer está delante de nosotros porque es la puerta del Paraíso, y la puerta siempre está delante.

El Edén es el mismo sexo, y el árbol de la vida está en el mismo Edén. El gran hierofante, Eliphas Levi, dijo que el gran arcano era el árbol de la vida, bañado por los cuatro ríos del Edén. Pero entonces, temeroso, dice en un momento de arrebato: "Temo haber dicho demasiado".

Este es el terrible secreto indecible que jamás ningún iniciado había osado divulgar. Este es el terrible secreto del "Gran Arcano".

Estos cuatro ríos del Edén son las fuerzas sexuales del hombre y de la mujer. El Árbol de la Vida está en medio de los cuatro ríos del Edén.

Si el hombre, con todos sus vicios y pasiones, hubiera podido comer del Árbol de la Vida, entonces todavía tendríamos a Nerón vivo y los grandes tiranos no hubieran dejado un solo instante de luz a la humanidad. Aún viviría Calígula y los 12 Césares de Roma; todavía estarían sentados sobre sus tronos, pero afortunadamente Jehová supo guardar el árbol de la vida.

"Echó fuera al hombre, y puso al oriente del huerto del Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía a todos lados, para guardar el camino del Árbol de la Vida" (Génesis. cap. 3, vers. 24).

Enciende tus nueve lámparas místicas, ¡oh chela!.

¡Óyeme! Hay en el fondo de tu alma un Maestro que permanece en acecho místico, aguardando la hora de ser realizado.

Escúchame, amado discípulo, ese Maestro es tu "Íntimo" y tú eres el alma del Maestro.

El Íntimo se hace Maestro con los frutos de las experiencias milenarias a través de las innumerables reencarnaciones.

No olvides, amado discípulo, que tú eres un alma y que tu cuerpo es tu vestido.

Escúchame, amado discípulo. Cuando un vestido se te daña, ¿qué lo haces? Lo arrojas de ti, porque ya no te sirve, y ello no me lo puedes negar. Ahora bien, y si tú deseas reponer tu vestido ¿a dónde vas? Tú me contestarás que vas a la sastrería para que el sastre te confeccione otro vestido. Pues bien, querido discípulo, ya te dije que tú eres un alma y que tu cuerpo es tu vestido. Tu vestido de carne fue bien hecho a tu medida, y lo hicieron dos obreros, tu padre y tu madre. Cuando ese vestido se te dañe, ¿qué lo haces? Lo arrojas de ti, y si quieres reponerlo, tienes que buscar un nuevo par de obreros que sean varón y hembra para que te hagan otro vestido de carne bien hecho y a tu medida. Tú me dirás que cómo, y yo te pregunto: ¿Cómo te hicieron el vestido de carne que tienes? En la misma forma te harán los nuevos sastres otro vestido de carne. ¿Por qué se te hace raro? Cuando tú te quitas un vestido de paño y te pones otro, ¿dejas de ser el señor XX, y te olvidas de tus negocios y de tus cuentas? Claro que no. Sea con un vestido de paño o con uno de dril, tú siempre pagas tus cuentas. Lo mismo sucede cuando tú, que eres un alma, te revistes con un vestido de carne. Tú pagas tus cuentas viejas y las pagas porque no queda más remedio. Esas cuentas son tus malas acciones.

Escúchame, amado lector. Son millones los vestidos de carne que tú te has quitado desde el principio del mundo. Si tú no te acuerdas de eso, otros sí se acuerdan, y llegará el día en que tú podrás recordar tus millonadas de muertes y nacimientos desde la constitución del mundo.

No olvides que Adán no es un solo individuo, ni Eva una sola mujer, Adán son los millones de hombres de la Lemuria, y Eva las millonadas de mujeres de la Lemuria.

Las almas que hoy en día veis vestidas con carne y hueso son las mismas de la Lemuria, que en ese entonces estaban vestidas con otros vestidos de carne y hueso.

Los Cuatro Tronos, en el amanecer de la vida, emanaron de su propia vida millones de cuerpos humanos en estado de embriones. Esos cuerpos humanos se desarrollaron a través de las edades, y ahora son nuestros maravillosos vestidos, hechos del limo de la tierra.

Todo esto lo explica la Biblia. Pero para estudiar la Biblia se necesita haber estudiado ocultismo, porque la Biblia es un libro de ocultismo y no se puede leer a la letra muerta como quien lee un periódico. La Biblia es el libro de los gnósticos y sólo siendo gnóstico se la puede entender.

Entremos ahora en el problema de la vida y de la muerte.

Óyeme, lector. Cada vez que te pones un nuevo vestido de carne, sois un poquito menos bellaco, un poquito menos asesino, un poquito menos envidioso, porque es muy cierto que en la vida se aprende a garrotazos y realmente a fuerza de sufrir se va perfeccionando el alma. El potro cerrero se amansa a latigazos, y llega el día en que el alma se fusiona con el Íntimo y se convierte en ángel. Esto se realiza naciendo y muriendo millones de veces, pero es también muy cierto que en una sola vida bien aprovechada se puede llegar a la unión con el Íntimo.

También es muy cierto que nos podemos conservar jóvenes y no morir por medio del elíxir de larga vida.

Megnour vivió siete veces siete siglos con su cuerpo de carne y hueso. Zanoni también vivió millones de años, siempre joven. El conde San Germán vive actualmente en el Tíbet con el mismo cuerpo que tuvo durante los siglos XVII, XVIII y parte del XIX en Europa.

Nosotros los gnósticos nos reímos de la muerte. Nosotros tenemos el secreto para burlarnos de la muda calavera, y, como ya dijimos en el primer capítulo, "con la espada de Damocles haremos huir a la inoportuna huésped".

Nos sentimos omnipotentes, y con un gesto de rebeldía soberana desafiamos a la ciencia. Médicos estultos, biólogos ignorantes, físicos pedantes, ¿dónde está vuestra sabiduría?

La muerte barre con todos, ricos y pobres, creyentes y descreídos. A todos los vence la muerte, menos a nosotros los gnósticos. Nosotros, los gnósticos, nos reímos de la muerte y la ponemos a nuestros pies, porque somos omnipotentes.

Enciende tus nueve místicas lámparas, ¡oh lanú! (discípulo). Recuerda que cada una de las nueve iniciaciones de misterios menores tiene una nota musical y un instrumento que la produce.

Tres son las condiciones que se necesitan para adquirir el elíxir de larga vida: magia sexual, santidad perfecta y saber viajar conscientemente en cuerpo astral.

Muchos pueden empezar viajando con su propio cuerpo físico por entre el astral, porque esto es más fácil. Más tarde se ponen prácticos en el uso y manejo del astral.

Otros van adquiriendo la santidad poco a poco. Para el efecto, lo mejor es hacer una suma de los defectos propios y luego ir acabando en sucesivo orden con cada defecto, dedicando dos meses a cada uno.

El que intente acabar con varios defectos a la vez, se parece al cazador que quiere cazar diez liebres al mismo tiempo. Entonces no caza ninguna.

Ahora, en cuanto a la magia sexual, hay que ir acostumbrando el organismo poco a poco. Hay individuos tan brutales que podría hasta amputárseles una pierna durante el acto sexual sin que sintieran ni el más leve dolor. Esas son bestias humanas.

Al principio la pareja podrá practicar de pies. El hombre hará un masaje a su mujer desde el coxis hacia arriba con los tres dedos, índice, medio y pulgar, y con la intención de despertarle el kundalini a su mujer, y ésta a su vez hará lo mismo a su marido con la intención de despertarle el kundalini. La mente hay que concentrarla en la médula y no en los órganos sexuales. Los días serán jueves y viernes en la aurora para los principiantes. Al principio no habrá conexión sexual. Más tarde ya el hombre podrá introducir el pene entre la vagina y retirarlo a tiempo para evitar la eyaculación seminal.

Hombre y mujer deberán besarse y acariciarse mutuamente durante esta práctica pronunciando el Mantram I A O, así: Iiiiiii Aaaaaaa Ooooooo, siete o más veces, una letra por cada aspiración de aire.

Cuando ya se sientan fuertes dolores en el coxis, es señal de que el kundalini ha despertado. Él irá subiendo por el canal de la columna espinal, cañón por cañón, según nuestros méritos morales.

El despertar del kundalini es celebrado en el salón de los niños con una gran fiesta. En el progreso, desarrollo y evolución del kundalini, la ética es el factor decisivo.

Hay necesidad de que el discípulo se adiestre en el astral, y asista al pretor de la Santa Iglesia Gnóstica los viernes y domingos en la aurora. Los demás días puede el discípulo recibir sabiduría en el salón de instrucción esotérica del templo.

En el pórtico de la Santa Iglesia Gnóstica hay algunos guardianes que sólo permiten el paso a los discípulos con la condición de que la conducta de éstos haya sido recta durante el día, y tienen estos guardianes ciertas balanzas para pesar las buenas y malas acciones del discípulo durante el día. Hay también en la Iglesia Gnóstica un lente para examinar los colores del discípulo.

Cuando el discípulo no lleva todos sus colores completos, no puede traer los recuerdos al cuerpo. Esos colores quedan muchas veces entre el cuerpo físico debido a las preocupaciones diarias.

En nuestro cerebro existe un tejido nervioso sumamente fino y que los hombres de ciencia desconocen totalmente. Dicho tejido es el instrumento para traer nuestros recuerdos internos, pero cuando se presenta algún daño en dicho tejido, el discípulo no puede traer sus recuerdos al cerebro. Entonces hay que solicitar a los maestros Hermes o Hipócrates o Paracelso la curación de dichos centros.

Escríbase una carta al Templo de Alden solicitando ayuda de cualquiera de los tres maestros mencionados. Dicha carta se satura primero de incienso y luego se quema con fuego, pronunciando los mantrams OM TAT SAT OM.

Este acto debe realizarse lleno de fe y estando en posición de rodillas, orando al cielo y rogando ser escuchado.

Ciertamente se quema la parte material de la carta, pero la contraparte astral de ésta va directamente a manos del maestro al cual se haya dirigido la carta. El maestro lee la contraparte astral de la carta y procede a curar al discípulo.

El Templo de Alden es el templo de la ciencia. Los cuerpos internos también enferman y necesitan de médicos.

Los maestros de la ciencia son ricos en sabiduría y ellos curan los cuerpos internos de los iniciados y de todo el que pida ayuda.

Uno de los inconvenientes más graves para la práctica de magia sexual es la impotencia. El exceso de coito trae entre otras cosas la impotencia, y ninguno de los remedios inventados por los médicos alópatas ha dado resultado, pero la práctica de magia sexual diaria cura la impotencia.

Ahora voy a dar dos fórmulas para que se curen los que sufran de esa terrible enfermedad, siempre y cuando no haya ninguna lesión en el miembro viril.

Muy pocos son los seres humanos que se han detenido a meditar sobre el valor trascendental de la planta llamada sábila.

He visto esa planta colgada de una pared sin aire puro, sin agua y sin luz y sin tierra, y sin embargo, llena de vida, multiplicando sus hojas y reproduciéndose milagrosamente. ¿De qué vive? ¿De qué se alimenta? Eso es lo que ningún hombre de ciencia se ha detenido a meditar jamás. Ni al señor Israel Rojas, que tanto ha escrito y tanto ha hablado sobre Botánica, se le ha ocurrido jamás estudiar este caso. Y es que en realidad dicho señor no es más que un copista de la obra de Juanzín.

Esa es precisamente la inconveniencia de todos estos pseudobotánicos modernos. No hacen sino copiar lo que otros dicen, pero a nadie se le ocurre investigar por su propia cuenta en el maravilloso laboratorio de la Naturaleza. Los farmaceutas, lo único que saben es hacer aguardiente alemán y componer pectorales de sábila. Eso es lo único que hacen con sus famosos cristales de sábila. Es un gran pectoral, pero la trascendental importancia de la sábila ni remotamente la conocen.

La sábila se alimenta directamente de los rayos ultrasensibles del sol, de la sustancia cristónica del sol. Los cristales vienen a ser la cristalización de la luz astral del sol. Los cristales son, pues, el semen del sol, y existe un gran parecido entre los cristales de la sábila y el semen humano. La sábila es, pues, una gran panacea para curar la impotencia.

El procedimiento es el siguiente: Échese entre una sartén, olla o caldereta, una panela bien blanca para que se derrita al fuego. La vasija no debe llevar agua. Una vez licuada la panela, échense los cristales de una sábila entera, añádasele unos diez gramos de hierro "Giraud" y bátase bien, todo al fuego, con un molinillo. Luego ya bien batido todo, bájese la vasija del fuego, embotéllese su contenido, añádasele un poquito de benzoato de sodio para que no se fermente, rotúlese y tómese por cucharadas una cada hora. Con esta maravillosa fórmula se cura la impotencia.

En nuestro próximo libro en preparación titulado: «TRATADO DE MEDICINA OCULTA Y MAGIA PRACTICA», daremos la otra fórmula maravillosa para curar la impotencia.

La mujer que quiera despertar el kundalini tiene que practicar magia sexual con su marido. Ella también deberá vocalizar el I A O y refrenar el acto. También la mujer deberá retirarse del marido antes que le sobrevenga el derrame de semen femenino. Así despierta el kundalini la mujer en una forma positiva.

La única diferencia con el varón, en cuanto al kundalini se refiere, es que los dos canales espermáticos, IDA y PINGALÁ, están a la inversa del varón. El orden es: el IDA a la derecha y el PINGALÁ a la izquierda en el varón, y en la mujer el IDA a la izquierda y el PINGALÁ a la derecha. Estos dos canales espermáticos resuenan con la nota Fa de la Naturaleza.

Óyeme, buen lector, cuando ya te sientas debidamente preparado, pide en la Santa Iglesia Gnóstica a los maestros que te sujeten a las pruebas de rigor, y si deseas ayuda especial, invócame a mí, AUN WEOR, y yo te conduciré a través de los nueve portales que te darán el derecho de subir al Gólgota de la Alta Iniciación, con la cruz de madera tosca y pesada que te entregan en la primera iniciación de misterios menores.

Acuérdate, buen discípulo, que esa cruz pesa con el peso de tu propio karma y no te dejes caer, porque el discípulo que se deja caer tiene que sufrir y luchar muchísimo para recuperar lo perdido.

Óyeme, buen discípulo, el camino es duro y lleno de guijarros y espinas, la pobreza y la infamia se quitarán sus máscaras para herirte en mitad de la jornada. Sudarás sangre y tus pies también sangrarán en mitad de la jornada con los guijarros del camino.

El sendero de la Alta Iniciación es el sendero del Gólgota, un sendero de angustias y lágrimas.

En el silencio de la noche enciende tus candelas, y en el silencio profundo donde velas, acuérdate de tu Dios interior y penetra en su caverna, que él te aguarda allá dentro, muy dentro de ti mismo, aguardando la hora de ser realizado.

Enciende tus candelas, ¡oh chela! en el silencio profundo de la noche y penetra hondo, muy hondo, en la ciudad sagrada de la serpiente; allá dentro está tu Dios, aguardándote. Enciende el fuego de la noche, cierra tus ojos, retira tu mente de toda clase de preocupaciones mundanales, adormécete un poquito y trata de conversar con tu Dios interior, en misterio, a través de la meditación interior, ¡oh lanú!.

Cuando aprendas a entrar en tu propia caverna a través de la profunda meditación interior, podrás conversar con tu propio Íntimo, oh discípulo.

Enciende el fuego sagrado en la noche profunda donde velas, dejando la densa oscuridad. Tu Dios quiere hablarte entre la zarza ardiente del Oreb.

Sensibiliza tus siete iglesias con tu canto, oh discípulo, y no olvides que el verbo abre las siete puertas de las siete iglesias de tu organismo. ¡Canta discípulo, canta!

Éfeso corresponde a la nota do, Esmirna vibra con la nota re, Pérgamo con la mi, Tiatira con la fa, Sardis con la nota sol, Filadelfia con la nota la y Laodicea corresponde al si musical.

I Clarividencia, nota si,

E Oído oculto, nota sol,

O Corazón, intuición, nota fa,

U Plexo solar, nota mi,

A Pulmones, vibra con nota la.

Una hora diaria de vocalización, cantando estas vocales, despierta todos estos poderes internos.

Israel Rojas en su libro «Logos Sophia» dice que vocalizando la "i" la sangre sube a la cabeza. Con la "e", la sangre va al cuello. Con la "o" va al corazón. Con la "u" va la sangre a los intestinos, y con la "a" va a los pulmones.

Claro que esto es así, y en consecuencia se pueden sanar estos órganos cuando están enfermos. Pero ¿Por qué se calla Israel Rojas sobre lo mejor? ¿Por qué le negó a la pobre humanidad doliente el secreto de la vocalización? ¿Por qué no les dijo el secreto de la vocalización oculta para el desarrollo de los poderes internos? ¿Por qué tanto egoísmo para la pobre humanidad doliente?

Israel Rojas no es más que un egoísta explotador de las enseñanzas ocultas. ¿Cuándo dicho señor ha enseñado públicamente el mantram de la cadena de curación AE-GAE que se pronuncia guturalmente así: AE-GAE? Un millón de juramentos les exige a sus discípulos para entregarles el mantram AE-GAE. Eso no es espiritualismo ni es nada, eso es egoísmo y explotación vil.

El mantram AE-GAE y el mantram PANCLARA que se pronuncia así: PAN-CLARA sirven para curarnos y curar a los demás.

En uno de los rituales rosacruces que el maestro Huiracocha trajo a Colombia, hay una oración mántrica que sirve para la magia sexual y que se debe pronunciar en el momento de estar practicando la conexión de magia sexual con la sacerdotisa. La oración dice así:

ORACIÓN

"Oh Hadit, serpiente alada de luz, se tú el secreto gnóstico de mi ser, el punto céntrico de mi conexión. La sagrada esfera y el azul del cielo son míos: O A O KAKOF NA KONSA" (tres veces).

Estos mantrams hacen subir nuestra fuerza seminal de las glándulas sexuales a la cabeza.

¿Por qué el señor Rojas no ha enseñado nada de esto a sus discípulos? ¿Por qué se calla cosas tan importantes para la humanidad? ¿Por qué es así de egoísta?

Eso de que el señor Israel Rojas recibió la iniciación de manos del maestro Zanoni allá en Bogotá, está bueno como para que lo anote como chiste y se lo venda a Cantinflas para alguna obra cómica.

Los que conocemos personalmente al maestro Zanoni, sabemos muy bien que al Maestro ni remotamente se la ha ocurrido vivir jamás en Bogotá. Todo lo que Israel Rojas conoció en Bogotá fue un antioqueño avispado que le enseñó a conocer yerbas, pero ése no era el maestro Zanoni. El maestro Zanoni desencarnó en la guillotina durante la Revolución Francesa y no ha vuelto a obtener cuerpo físico hasta la fecha.

Israel Rojas, cuando habla de (alias) Gómez Campuzano, el antioqueño que se hizo pasar por Zanoni, parece un clérigo de misa y olla. Qué curiosa comicidad la del señor Rojas. En su libro «Logos Sophia», Israel Rojas hace largas y complicadas disertaciones sobre el verbo, pero ni remotamente se le ocurre entregar a sus discípulos públicamente la clave oculta del gran verbo universal de vida, y esa clave no es otra que la magia sexual.

Cuando el kundalini enciende los átomos del lenguaje, situados en el sistema seminal, el hombre adquiere el poder de hablar en todos los idiomas del mundo. Los grandes iluminados de la cadena atlante hablan todos los idiomas del mundo.

El kundalini se hace creador en la garganta. El mago puede crear una determinada figura con la mente y materializarla por medio del verbo creador del kundalini. Así es como crean los ángeles cosas vivientes. Y cuando ya el hombre se une con el Íntimo, al llegar a la alta iniciación, entonces parla el verbo divino de oro en que hablan los dioses y nos elevamos al pleroma de la felicidad eterna; nos convertimos en dioses creadores por medio de la palabra.

Un libro que trate sobre el verbo y que no enseñe magia sexual, es sencillamente un adefesio. Y por ello considero que el libro «Logos Sophia» de Israel Rojas está bueno únicamente para envolver comino. Quitarle a la palabra los misterios del sexo es el colmo de la locura, porque el sexo es la base misma de la palabra y no se puede llegar a parlar el verbo de oro sin despertar el kundalini, y éste sólo se despierta practicando magia sexual.

El que se une con el Íntimo se vuelve omnipotente y omnisciente. Sabe mandar y obedecer, jamás se envanece porque ha aprendido a ser sencillo y humilde en el cosmos.

La vista del maestro penetra en todas las esferas de la naturaleza y, como un soberano del infinito, desata las tempestades, apacigua los huracanes, hace temblar la tierra, y el rayo le sirve de cetro y el fuego de alfombras para sus pies.

Practicando magia sexual conseguiremos el elíxir de larga vida y nos haremos omnipotentes, pero es indispensable aprender primero a obedecer a la jerarquía blanca para llegar a la omnipotencia.

"Yo soy el Alfa y Omega, principio y fin, el primero y el último. Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y entren por las puertas en la ciudad" (Apocalipsis, cap. 22, vers. 13 y 14).

EL CANTAR DE LOS CANTARES

Siento en mis entrañas un fuego atormentador;

es el vino delicioso del amor...

Yo soy la Rosa de Sarón,

y el lirio de los valles,

yo soy el delicioso perfume de la pasión.

Yo vivo entre la copa de los poetas coronados,

yo soy el canto de las Abacales,

yo soy el amor de los cielos estrellados,

yo soy el cantar de los cantares...

La miel de tus labios agita mis entrañas,

y siento que te amo...

Eres el monte de la mirra..

y el collado del incienso...

Eres el fuego del Arcano...

eres la erótica colina...

y la deliciosa sonrisa...

do el amor se ha desnudado...

Ahora, alegres del vino inmortal,

encendamos una hoguera y cantemos las Walkirias

con un canto triunfal

de llamas y poesías.

Venga licor, venga luz y música...

Que dancen las parejas sobre la suave alfombra,

Que la Rosa de Sarón brille entre las copas

y que el fuego devore las sombras...

Venga alegría, ensueño y poesía...

Dancemos felices en brazos del amor,

digan lo que digan

gocemos en la deliciosa cámara nupcial,

entre los nardos y las mirras,

y cantemos nuestro himno triunfal

de luz y poesías...

Por AUN WEOR

Índice

Capítulo 17.- Bel y su Revolución

Todo en la vida es sólo cuestión de costumbres. Un fornicario es un sujeto que acostumbró sus órganos genitales a cohabitar intensamente; pero si ese mismo sujeto cambia la costumbre de cohabitar por la costumbre de no cohabitar, entonces se transforma en un casto. Tenemos por ejemplo el caso asombroso de María Magdalena, la famosa prostituta. María Magdalena vino a ser la famosa Santa Magdalena, prostituta arrepentida.

María Magdalena vino a ser la casta discípula del Cristo.

Pablo de Tarso, el encarnizado perseguidor de los gnósticos, después del acontecimiento que le sucedió en su camino a Damasco, recibió la sagrada iniciación y dejó la costumbre de perseguir a los cristianos, y en cambio adoptó las costumbres gnósticas, y se volvió un profeta gnóstico cristiano.

Un malvado, si cambia sus costumbres de malvado por las costumbres de santo, se vuelve santo.

Y después de este preámbulo, entremos en el interesante tema de nuestro presente capítulo.

Belcebú, el antiguo príncipe de los demonios, en nuestro actual período terrestre llegó a un grado de perversidad imposible de pintar con palabras.

Cuando el mago quería llamarlo en el astral, tenía que armarse de un valor terrible para poder hacerle frente a la bestia más monstruosa que hayan podido conocer los innumerables ciclos de evolución histórica.

El mago pronunciaba el siniestro mantram de evocaciones tenebrosas que se escribe así:

Antia rara ra ra........ y se pronuncia así: aaaaannn... tiiiii... aaaaaa... ra... ra... ra... ra... Y llamando a Belcebú tres veces por su nombre.

Entonces una brisa de muerte helaba la atmósfera del evocador, y el príncipe de los demonios contestaba con un rugido aterrador que parecía salir de todas las cavernas de la tierra.

Belcebú concurría al llamado del valeroso mago, y sus pasos eran como el trotar de un potro infernal, y su presencia mil veces más terrible, mil veces más horrible que la muerte.

¡Ay de aquel osado que se atreviera a llamar al príncipe de los demonios sin estar debidamente preparado!. ¡Ay del atrevido! porque moría bajo las garras de la horrible bestia.

Pero el mago bien disciplinado, firme como un guerrero, extendía su mano derecha hacia el príncipe de los demonios y lo conjura con las siguientes palabras: En nombre de Júpiter, padre de los dioses, yo te conjuro "Te vigos cossilim" y el monstruo queda entonces apabullado.


fig. 2.- Su presencia era como la de un melenudo
y gigantesco gorila...


Su presencia era como la de un melenudo y gigantesco gorila. Con su larga cola envolvía a sus discípulos o amigos mientras hablaba con ellos.

Sus ojos eran como de toro, su nariz como de caballo, boca como de mula, sus pies y manos enormes y horribles, su cuerpo peludo como el cuerpo de un gorila. En la cabeza llevaba un bonete y en sus hombros una capa negra de príncipe de los demonios, y en su cintura un cordón con siete nudos, como el que usan los caballeros templarios de Cherenzi y los magos negros de la escuela Amorc de California. Todas estas prendas denotaban que era un príncipe de los demonios, un mago negro de 13ª iniciación negra.

Cuando firmaba pacto con los magos negros escribía en un documento lo siguiente: "Bel tengo mental la petra, y que a el la anduve sedra vao genizar ledes".

Belcebú sabía abandonar el plano astral momentáneamente para entrar en el plano físico y así se hacía visible y tangible para sus atrevidos invocadores del plano físico.

Enriquecía a aquellos con quienes firmaba pactos y el alma del pactante quedaba esclava de Belcebú. Él les daba dinero, pero el invocador tenía que resolverse a seguir a Belcebú en determinado momento, en día, hora y minuto determinado. Belcebú mismo desencarnaba al pactante y se lo llevaba para ponerlo a su servicio, pues le exigía la vida y el alma de su hijo más querido. Sé de un rico hacendado que tiene pacto firmado con otro demonio que no es Bel, y cada año desaparece misteriosamente un obrero de su finca.

Una niña contempló a su madre precisamente en el momento en que por mano misteriosa desaparecía arrancada por alguien sin ser visto, quedando la niña huérfana; y es que los magos negros pueden llevarse al plano astral a sus víctimas aun con carne y hueso para ponerlas a su servicio en ese plano.

Tanto los rosacrucistas como sus congéneres los pseudorosacrucistas dirán que esto es un imposible, que el autor anda desquiciado de banda a banda. Yo les recomiendo que estudien la novela iniciática de ocultismo de Krumm Heller (Huiracocha) para que se den cuenta de la historia del Santo Grial. Ese cáliz estuvo en el plano físico y ahora está metido dentro del plano astral, junto con el templo que antes era físico y una parte de la montaña de Monserrate en España, Cataluña. Esto se llama estado de Jinas. Dicho cáliz está lleno de la sangre del Redentor del mundo, que José de Arimatea recogió al pie de la Cruz del Gólgota. En dicha obra vemos cómo el comandante Montero entró con su cuerpo físico al templo auténtico rosacruz de Chapultepec. Ese templo está en estado de Jinas, y Montero entró a ese templo con su cuerpo en estado de Jinas.

El doctor Rudolf Steiner, gran médico alemán, dijo: "Un cuerpo puede estar dentro de los mundos internos, sin perder sus características físicas".

Mario Rosso de Luna hace bellos estudios sobre las tierras de Jinas. Don Mario murió desilusionado de la Sociedad Teosófica.

La Rosacruz es uno de los siete santuarios iniciáticos que están en el astral; pero todas las escuelas rosacrucistas conocidas en el mundo físico actualmente, son falsas. Dichas escuelas cayeron en manos de Yahvé.

Los indios de América conocieron a fondo los estados de Jinas, y cuando llegaron los conquistadores españoles, escondieron sus templos más sagrados dentro del plano astral, y así salvaron sus misterios mayas de la profanación española. El Santuario de Misterios Mayas es otro de los siete grandes santuarios ocultos que están ahora dentro del plano astral.

Cuando un cuerpo físico actúa dentro del plano astral, queda sujeto a las leyes de dicho plano, sin perder sus características fisiológicas.

Sé de un sujeto que se hurtó dos barras de oro de la profunda Cueva de los Pregoneros (Estado Mérida, Venezuela) y ya fuera de la cueva, el hombre en cuestión sintió que las barras se movían en sus manos simultáneamente con una tempestad que estalló cuando el hombre salió de la cueva. Al mirar vio que sus dos barras de oro se le habían vuelto dos horribles culebras. El hombre las arrojó de sus manos y huyó despavorido.

También sucede que un desencarnado abandone momentáneamente el plano astral y se meta dentro del plano físico. Entonces, dicho individuo se hace invisible para los del plano astral, pero queda visible y tangible para los del mundo físico. En ese caso queda el desencarnado sujeto momentáneamente a las leyes que rigen en el plano físico, pero sin que su cuerpo astral pierda sus características. De esos casos se cuentan por miles en los anales de las apariciones de las sociedades psíquicas. Estas son las apariciones de fallecidos de que hablan los espiritistas. Pero éstos jamás han sabido explicar estas cosas y sólo superficialmente dicen que esos son fenómenos de materialización y los llenan de un millón de teorías.

Ellos ignoran que el alma puede entrar a los distintos departamentos del Reino. Lo que se requiere es aprender a hacerlo tal como lo saben los magos. El mago no necesita de médiums espiritistas para realizar estos fenómenos de magia práctica. Lo que sucede es que, cuando se explica la magia tal como es, a los fantásticos se les hace algo sin razón y prefieren seguir su mundo de ilusión. Conozco el caso de un evocador que llamó a Belcebú con la clavícula (clave) de Salomón, que es como sigue: "Agíon tetra-gram vaicheón estimilia matón espares tetragrammaton orgoran irion. Erglion existion eryona ómera brasin moim mesias soler, Emanuel Sabaot Adonai. Te adoro y te invoco".

Cuando el evocador vio a Belcebú en mitad de la pieza, se llenó de infinito terror y no se atrevió a hacer con él ningún pacto porque se le trabó la lengua.

Belcebú tenía siempre su caverna llena de armas y de sellos para marcar los cuerpos astrales de sus discípulos. Yo, Aun Weor, observaba siempre en el astral a Bel y procuré ganarme su cariño, porque me llamaba sobremanera la atención el hecho de que irradiaba amor a sus amigos.

Era un caso rarísimo y único en su género, pues yo jamás había oído hablar de que un demonio irradiara luz azul que es la del amor.

Ciertamente que me hacía terribles amenazas, pero yo lo vencía con mis mantrams y lo acompañaba a sus cavernas en el astral. Y llegué hasta tomar parte en sus festines, fingiéndome mago negro y hasta su colega, para así estudiar más de cerca a aquel personaje. Mi intención a largo plazo era realizar la hazaña más grande del cosmos: Sacar a Bel de la Logia Negra y convertirlo en discípulo de la Logia Blanca.

Mis discípulos consideraban todo aquello como un verdadero imposible, y Bel no dejaba de amenazarme, pero a pesar de todo yo no desmayaba. Hubo un curioso suceso que vino a darme ánimo en mi intento. Una noche, junto con un chela, invocamos a Belcebú en astral, y una vez que él concurrió a nuestro llamado, lo invitamos a cenar. Él aceptó la invitación y concurrimos a un restaurante del plano astral. Como ya hemos explicado, el cuerpo astral también come elementos afines a su organismo y el mundo astral es casi igual al nuestro. Así fue que pedí para Bel un alimento, y yo me contenté con beber un vaso de agua. Cuando Bel se sentó a la mesa se quitó el bonete de la cabeza y caballerosamente empezó a comer.

Era curioso ver a aquella especie de gorila comiendo en la mesa como todo un señor. Algunos chelas que se hallaban en aquel recinto se dirigieron a mí diciéndome que eso era falta de respeto mío, llevando a ese demonio a aquel recinto y, como era de esperar, lo miraban con asco e hicieron el vacío. Yo les contesté: éste también es un hombre y merece que se le respete. Bel tomó la palabra y en tono de profunda tristeza dijo: "Todos me desprecian. El único que no me desprecia es mi amigo Aun Weor".

Esta experiencia astral me dio ánimo para continuar con mi anhelado propósito de sacar a Bel de la Logia Negra y hacerlo discípulo de la Fraternidad Blanca.

A algunos teosofistas se les hará imposible que el cuerpo astral pueda beber y comer, pero es que a ellos su mística morbosa les vive diciendo que el cuerpo astral es algo vago, un fluido vaporoso, intangible e inmaterial. Y como sólo son teorizantes, no se les ocurre comprobar. Que se estudien dichos señores a Vivekananda para que se enteren de que los cuerpos internos (cuerpo astral) también son materiales. Los gnósticos decimos que nada puede existir, ni aun Dios, sin el auxilio de la materia. El cuerpo astral también es material y es un organismo tan denso como el físico. Por el hecho de que la materia en última instancia se reduzca a energía, por ello no se va a negar cuando pase a dicho estado. Si con nuestro sentido de la vista no lo podemos ver, es porque pertenece a la cuarta dimensión, y nuestros ojos físicos no sirven para ver el astral hasta tanto que los hagamos aptos o que nos metamos en el mundo astral con nuestro cuerpo físico. El organismo astral es tan denso como el físico, pero pertenece a otro departamento del Reino.

El cuerpo astral es muchísimo más sensitivo que el cuerpo físico. El organismo astral es como un duplicado del físico y tiene que nutrirse con alimentos afines, tal como lo hace el cuerpo físico. El ocultista utiliza el cuerpo astral para estudiar y para sus grandes investigaciones, porque dicho cuerpo está colocado ventajosamente sobre el material, para él no existe tiempo ni distancia, y lo que él aprende queda de inmediato grabado para siempre en la conciencia del Ser. Así, mi caro lector, no se os haga raro el que Belcebú haya cenado conmigo en dicho campo.

Varias veces había yo llamado la atención al Íntimo de Bel para que hiciera algo por su alma, pero la contestación de su Íntimo era: "no puedo, no me obedece; mucho he luchado, pero es imposible".

Y es que Belcebú, como los magos negros de la escuela Amorc, consideraba que el espíritu es inferior y que el alma es superior, por ser dizque más psíquica. Belcebú, al igual que los discípulos de la escuela Amorc, estaba convencido de que el Guardián del Umbral era su Yo superior. Precisamente por ellos Bel no escuchaba a su Íntimo. Él ignoraba que estaba en el mal y atacaba furioso a los magos blancos creyéndolos perversos. Él se sentía santo y bueno y a los magos blancos los consideraban demonios.

Él ignoraba nuestro principio gnóstico que dice: "Un alma se tiene, y un espíritu se es".

"Antes de que la falsa aurora apareciera sobre la tierra, aquellos que sobrevivieron al huracán y a la tormenta, alabaron al Íntimo y a ellos se les aparecieron los heraldos de la aurora" (Del testamento de la sabiduría).

El Íntimo es nuestro sol interno, y el alma que se aleja del Íntimo, va al Abismo.

El espíritu es nuestro Yo superior, y el alma que se aleje de su espíritu, se desintegra. Esa es la muerte segunda.

Lleno de ánimo por aquellas palabras que Belcebú manifestó en medio de la cena, hice un nuevo experimento. Lo invoqué nuevamente en el astral y, una vez que concurrió a mi llamado, diplomáticamente lo invité a tomarse algunas copas conmigo. Belcebú, alegre y feliz, aceptó mi invitación, y conforme caminábamos por el plano astral, le iba yo cambiando la vibración, hasta que al fin lo saqué del plano astral y lo llevé al plano de conciencia más divino del cosmos.

Este plano es llamado por la Maestra Blavatsky, en su primer tomo de la «Doctrina Secreta», El anillo no se pasa. Consideremos al cosmos como un gran árbol, con sus raíces en el Absoluto. Esas raíces vienen a ser El Anillo no se pasa, porque de ese plano no puede pasar nadie, ni los dioses más grandes del cosmos pueden pasar de ese anillo.

Quedó Belcebú realmente deslumbrado ante la terrible luminosidad de esa inefable región, indescriptible por su belleza y felicidad, pero sintió terror. Hacia cuatro eternidades que Belcebú vivía entre las tinieblas de las cavernas tenebrosas, y ahora, al ver la luz, sentía miedo... y con voz ronca, exclamó:

—Esto siempre es terrorífico.

—Más terroríficas son las tinieblas en que tú vives —le respondí—.

Y caminando por ese plano, pasamos por frente a una casa.

—¿Se puede entrar? —me preguntó—.

Y yo le contesté afirmativamente. Inmediatamente entramos y estuvimos en ella un rato. Para Belcebú todo aquello era realmente nuevo y se sentía mal. Él estaba acostumbrado a vivir entre los profetas velados y, por lo tanto, la luminosidad terrible de ese plano lo fastidiaba horriblemente. Después de un rato de luz, lo llevé al otro extremo, a las terribles tinieblas del Avitchi de nuestra tierra, donde no se ven sino pedazos de almas en estado de desintegración, almas de prostitutas que a fuerza de tanto cohabitar se separaron totalmente del Íntimo, quienes, acostadas en sus inmundos lechos, se van desintegrando cual velas que se derriten con el fuego de la pasión.

Había allí almas de demonios que ya parecían sólo pedazos.

—Aquí me siento un poco mejor —me dijo Belcebú, y yo le contesté:

—Tendrás que acostumbrarte a la luz.

—Eso da trabajo porque hace mucho tiempo que vivo en las tinieblas —me respondió—.

Y yo, mostrándole los pedazos de almas, le advertí:

—Aquí vendrás, si sigues con tus maldades.

Luego lo llevé nuevamente a su plano astral.

A pesar de que no fue del todo satisfactoria para mí aquella prueba, yo no desmayé. Comprendí que él tenía el Guardián del Umbral dentro de sus cuerpos internos y, como es lógico, ese guardián, tan respetado por los magos negros de Cherenzi y de la Amorc, lo esclavizaba totalmente a pesar de las esperanzas prometedoras que yo observaba en Belcebú.

No se había enfurecido contra la luz, únicamente lo había fastidiado. En el astral sufría mucho. Todos los espiritualistas le hacían el asco y él estaba muy desilusionado de su gente.

Siempre el mismo déspota que detrás del altar dirigía su templo, siempre los mismos vicios, y esos vicios lo tenían ya hecho un gorila, una bestia inmunda. Todo esto, yo, Aun Weor, lo comprendía y por ello no desmayaba, máxime cuando ya él trataba de sentir cariño por mí y me consideraba su mejor amigo.

Realicé un tercer experimento, el cual fue realmente decisivo. Llevé a Bel por segunda vez al Anillo no se pasa. Ya allí, invoqué sus mejores y antiquísimos amigos de la época de Saturno. Esos amigos eran ahora luminosos señores de la mente, señores de la luz y, llenos de dolor, abrazaron a Belcebú y le dijo uno de ellos:

—Jamás creí llegar a verte en este estado.

Bel respondió:

—Ya veis a dónde he llegado.

Parecía Bel en aquel plano algo así como un gorila de la selva africana dentro de un elegante salón de París.

Pero Belcebú, al reconocer a sus amigos más queridos, se consternó en lo hondo de su alma y comprendió totalmente su extravío. Ese era Belcebú, el simpático y apuesto galán de la Arcadia. Si no hubiera sido por las tabernas, no hubiera conocido al horrible mago negro que lo extravió.

Pedí permiso a los maestros de aquel luminoso plano, para dejar a Belcebú por un tiempo en esa luminosa región, y los maestros accedieron gustosos a mi petición a condición de estarlo visitando constantemente. Y formamos cadena de amor alrededor de Bel y lo inundamos con nuestro amor, y lo llenamos con nuestros mejores átomos y lo saturamos de luz y esplendor.

Constantemente visitaba yo a Belcebú. Él permanecía triste. Era el único gorila en aquel plano de dioses. Todos los seres de aquella región lo miraban con curiosidad y los antiguos amigos del período de Saturno lo aconsejaban y ayudaban.

Belcebú se iba acostumbrando poco a poco a la luz, y en el fondo de su alma sentía remordimiento por el tiempo perdido, vergüenza con sus mejores amigos y ansias de mejoramiento. Lo ayudamos y lo unimos temporalmente con su Dios interior, con su Íntimo, y el Glorian también hizo un esfuerzo supremo para llamar a su alma a la unión con el Íntimo.

Al llegar a esta parte de nuestro libro, a los ocultistas se les hará raro oír hablar del Glorian. En realidad, el Glorian no es más que un rayo de donde emanó el Íntimo. El Glorian es sustancia, pero no es espíritu ni materia.

El Glorian es un hálito para sí mismo ignoto, un hálito del Absoluto, uno de los tantos hálitos del Gran Aliento, el hilo átmico de los hindúes, el Absoluto en nosotros, nuestro rayo individual, nuestro Real Ser todo hecho gloria. El alma aspira a unirse con el Íntimo, y el Íntimo aspira a unirse con el Glorian.

La sede de nuestro Glorian es la silla turca de nuestro organismo.

La silla turca está formada por las vértebras cervicales de nuestra columna espinal. Ahí tiene el Glorian sus átomos de plata, y al unirse Bel con su Glorian, brillaba la luz blanca del Glorian con todo su esplendor en esa parte de su organismo astral.

La momentánea fusión con el Íntimo le quitó la horrible apariencia de gorila y, vestido con las vestiduras del Íntimo, tomó la presencia del simpático joven de la Arcadia. No debemos olvidar que los átomos del Glorian son de plata, y que el Santo Grial es de plata y no de oro como pretenden algunos rosacrucistas, y el cáliz que llevan sobre la capucha de su frente los iniciados del Dios Sirio, es de plata.

Cualquier chela que visite la iglesia trascendida de la estrella Sirio, se convencerá de mi afirmación. En Belcebú se producía una gran revolución interior. Una noche, la más quieta, la más callada, hice unos experimentos de teúrgia, que fueron realmente decisivos.

Proyecté para Bel, sobre el escenario cósmico, algunas escenas de los Archivos Akáshicos.

Allí aparecían aquellas primitivas épocas del período de Saturno, cuando aún Belcebú era un hombre bueno y sencillo, cuando todavía no había cogido vicios, cuando aún no era amigo de lupanares ni tabernas. Aquellas escenas se deslizaban todas en sucesivo orden, y Belcebú las contemplaba silencioso. Luego aparecieron las tabernas y las fiestecitas y las noches de vela, y vinieron los lupanares y la orgía.

Belcebú, lleno de terrible emoción interna, contemplaba aquellas antiquísimas escenas y recordaba sus errores. Estaba en presencia de las primitivas causas que lo habían conducido a su actual estado.

Una verdadera revolución de Bel estaba en actividad.

Se revolucionaba Bel contra el odio, contra el egoísmo, contra los vicios, contra la fornicación, contra la ira, contra el crimen, etc.

De pronto surge dentro de la escena algo tétrico y horrible. Este ser era un horrible demonio vestido con túnica negra, y en sus orejas llevaba dos aretes. Los ojos de semejante demonio se brotaban hacia afuera, y lo envolvía una atmósfera de profundas tinieblas. Belcebú se quedó atónito contemplándolo; era su antiquísimo maestro, era el horrible mago negro que con sus claves maravillosas lo sacaba siempre triunfal en el vicio del juego, era el horrible demonio que lo condujo a la primera iniciación negra.

Fue quien lo esclavizó del guardián del umbral en aquel antiquísimo templo tenebroso, donde pasó el primer ritual que hoy en día pasan los magos negros de la escuela Amorc de California.

Sonriente se acercó el siniestro personaje a Bel para saludarlo, y Belcebú, como atraído por un hechizo hipnótico, quiso acercarse para corresponder el saludo, pero se detuvo. Un gesto de rebeldía surgió en el fondo de su alma y exclamó heroicamente:

—¡No, no te saludo, nada quiero contigo, tú eres el culpable de que yo esté en este estado!.

Entonces el siniestro personaje respondió con una voz muy ronca, que parecía emanar del fondo de los siglos y de la profundidad de las cavernas tenebrosas:

—¿Este es el pago que dais a mis servicios? ¿Ya no te acuerdas de mis sacrificios? ¿Ya no te acuerdas de las enseñanzas que yo te di? Te estáis dejando llevar por el camino malo.

Pero Belcebú respondió lleno de energía:

—No quiero escucharte, tú eres el culpable de que yo esté en este estado. Los favores recibidos, creo habértelos pagado.

Entonces yo conjuré al siniestro personaje para que se retirara, y el mago negro se retiró con sus profundas tinieblas. Pareció hundirse en el Abismo. Esta fue una prueba para Bel y salió bien de la prueba.

Bel se revolucionó contra la magia negra. Un gesto de rebeldía estallaba en el fondo de su alma.

Y después que hube proyectado estos archivos akáshicos en la atmósfera para que Bel los contemplara, los maestros y mis discípulos hicimos cadenas de amor para irradiar luz a Belcebú.

Luego proyecté para Bel y en forma de cuadros, el porvenir que le aguardaba si seguía el camino negro.

Aparecían cuadros donde se veía a Belcebú feliz en las tabernas, entregado a todos los vicios de la tierra. Por último aparecía el crepúsculo de la noche cósmica, los mares desbordados sobre la tierra, todo ruinas y hielo, y allá, en una playa arrojado, un pedazo de la cabeza con su pecho y brazos del que antes había sido Belcebú.

Una vez terminado este cuadro le dije:

—He aquí el porvenir que te aguarda si sigues el camino negro.

Luego le proyecté en cuadros el porvenir que le aguardaba si seguía el camino de la magia blanca. En esos cuadros se veía a Belcebú ya unido con su Íntimo, vestido con la túnica del maestro, con su capa larga de hierofante y su cetro de poder. Aparecía un luminoso jardín y Belcebú se paseaba en él como un dios omnipotente y celestial.

—Este es el porvenir que te aguarda si sigues el camino de la magia blanca. ¡Resuélvete ahora mismo! ¿Sigues con la magia blanca o continúas por el camino negro?

Belcebú contestó:

—Sigo con la magia blanca.

Su contestación fue firme, y Belcebú cayó de rodillas llorando como un niño. Levantó sus ojos al cielo, juntó sus manos sobre el pecho, y entre lágrimas y sollozos oró al cielo.

Un demonio arrepentido. Brillaban los cuernos de su frente como si quisieran ya desvanecerse con la luz.

Los hermanos mayores lo abrazaban con lágrimas en los ojos. Todos se regocijaban entre sí, y sonó una marcha triunfal y deliciosa con sus inefables melodías en los cielos estrellados de Urania.

Y es que "hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por mil justos que no necesitan de arrepentimiento".

Luego, de rodillas me postré ante el jerarca más poderoso del cosmos, llamado por los tibetanos la Madre de Misericordia, o la voz melodiosa Oeaoeh.

Ese es el Único Engendrado, el Gran Verbo Universal de Vida, cuyo cuerpo son todos los sonidos que se producen en el infinito. Su belleza es inefable, lleva una corona de tres picos, y su larguísima capa es llevada por los Elohim. Ellos llevan la larga cola de su capa.

Y rogué al Único Engendrado que tuviera a Belcebú junto para que le arreglara el kundalini.

El kundalini de Belcebú fluía hacia abajo formando el rabo del demonio. Ahora tocaba al Único Engendrado subirle el kundalini hacia la cabeza para que se convirtiera en ángel. El Maestro aceptó mi ruego, y en aquel plano de luz diamantina colocó a Belcebú dentro de un resplandeciente jardín, y le entregó un libro cósmico para que lo estudiara, y lo instruyó en el sendero de la luz y lo llenó de átomos de sabiduría.

Más tarde le hice "revivir" a Belcebú toda su vida a través de los cuatro grandes períodos cósmicos, y le mostré el bello porvenir que le aguardaba si seguía por el luminoso sendero, y al verse Bel ya hecho un jerarca del futuro me preguntó:

—¿Esto será pronto?

Yo le contesté afirmativamente. Cuando ya revivió todo esto, llegó a donde el Único Hijo diciendo:

—Vengo con el alma transformada.

Y el maestro continuó ayudándolo. El kundalini subió y desapareció la cola del Demonio, pero los cuernos seguían sobre su frente, porque los cuernos son del Guardián del Umbral y él estaba estrechamente fusionado con el Guardián del Umbral.

Esa bestia interna era realmente un obstáculo terrible para su evolución, y había necesidad de que él la expulsara fuera para liberarse de ese monstruo interno que, hacía edades innumerables, lo tenía esclavizado.

Ese monstruo interno se había adueñado de su voluntad, de su pensamiento, de su conciencia, de todo, y había necesidad de expulsarlo fuera de su ser para realizar un rápido progreso interno.

Entonces fue cuando lo llevé al astral para sujetarlo a la primera prueba iniciática, por la cual tiene que pasar irremediablemente todo el que quiera llegar a la iniciación. Esta es la prueba del Guardián del Umbral.

Al invocar al monstruo, éste sale fuera de nosotros y se nos lanza amenazadoramente.

Belcebú llamó varias veces; una brisa horrible soplaba por doquiera y entonces apareció el Espectro del Umbral en forma terrible y amenazadora. Aquel ser era un gigante como de tres metros de estatura, y como de dos metros de grueso. Tenía la apariencia de un gorila monstruoso, de rostro chato y redondo, con cuernos y ojos saltados.

Belcebú lo había fortificado a través de las edades, y ahora no le quedaba más remedio que combatirlo. Así pues, se lanzó Bel sobre el monstruo valerosamente y lo puso en derrota.

Este era el monstruo que daba a Bel esa horrible apariencia de gorila; esa era la Bestia del Umbral. Un ruido seco resonó en el espacio. Este sonido es distinto al sonido metálico que se produce en casos similares con nuestros discípulos actuales, y es que Belcebú es de otro período mundial.

Se le recibió en el Salón de los Niños con gran fiesta y música deliciosa, y quedó convertido en discípulo de los hermanos mayores. Los maestros le regalaron una simbólica copa de plata.

Pasada la primera prueba, lo llevé nuevamente a donde el Único Engendrado para que lo siguiera ayudando. Los cuernos desaparecieron de su frente, porque esos cuernos eran de su bestia interna, del Guardián del Umbral llamado por los rosacruces de Amorc El Guardián de su Cámara, el Guardián de su Sanctum.

La monstruosa figura de gorila también desapareció porque esa no era suya, era del Guardián del Umbral, llamado por los Rosacruces de Amorc el Guardián de su Conciencia. Belcebú se embelleció, pero ahora debía cumplir con lo que dijo el Maestro: "Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".

Él tenía que devolverle a los magos negros las prendas que tenía de ellos; el bonete, el cordón de siete nudos y la capa de príncipe de los demonios. También tenía que borrar su nombre del libro donde estaba inscrito.

Al llegar a esta parte de nuestro presente capítulo, hemos de dar algunas explicaciones sobre el particular, porque a muchos lectores se les hace raro oír hablar de libros en el mundo astral, y es que la gente está acostumbrada a pensar que el plano astral es un mundo vago, fluido, vaporoso, intangible, inmaterial, etc. Nosotros los gnósticos somos esencialmente realistas y hemos llegado a la conclusión de que nada puede existir, ni aun Dios, sin el auxilio de la materia, y es que esta última es absolutamente desconocida para las así llamadas escuelas materialistas.

Dichas escuelas son tan solo "jaulas de loros" teorizantes, porque en realidad de verdad, los sabihondos del materialismo no conocen sino los estados más groseros de la materia. Pero ¿qué saben ellos, por ejemplo, sobre la química oculta y la anatomía y ultrabiología de los cuerpos internos del hombre?

Tampoco compartimos nosotros con los apotegmas doctrinales de esos pietistas mojigatos de las escuelas espiritualistas. Dichos intonsos fantásticos están totalmente alejados de las realidades fundamentales de la vida.

Todo el mundo ha sido testigo del desquiciamiento mental y de las aberraciones místicas de esos ilusos del rosacrucismo, del teosofismo y del espiritismo. Ya es hora de que las autoridades de policía acaben con esas aulas de espiritismos morbosos y de rosacrucismos y teosofismos enfermizos y ampulosos que están llevando a la degeneración y a la demencia a muchas personas. Las ciudades están llenas de espiritistas "chiflados" con ínfulas de trascendidos y de rosacrucistas y teosofistas que están causando gravísimos daños a los cerebros jóvenes de ambos sexos. Tanto las teorías materialistas como las espiritualistas han llevado a muchos "ilusos" al manicomio.

El escepticismo materialista es el resultado de una demencia cerebral. Esto lo acabaron de confirmar los médicos psiquiatras de París al analizar el cerebro de un existencialista.

Y es que, en realidad de verdad, dentro de todo hombre normal existe una mística natural sin aberraciones de ninguna especie, y tanto las teorías materialistas como las espiritualistas están llenas de aberraciones y fantasías. Así pues, nosotros los gnósticos no somos espiritualistas ni materialistas, "somos realistas". Conocemos a fondo las infinitas manifestaciones de la materia y del espíritu, y sabemos que la base fundamental del ser no es espíritu ni materia. El Glorian es sustancia que a sí mismo se da sustancia, pero no es espíritu ni materia.

Cuando afirmamos que Belcebú debía de borrar su nombre del libro de un templo, hablamos con tanta seguridad como cuando decimos que debemos borrar un nombre de un libro físico material, y es que, si en el plano físico existen objetos materiales, en la región astral también existen objetos sólidos materiales, porque dicho plano es tan material como el físico, y aun podemos visitarlo cada vez que queramos, penetrando dentro de él con cuerpo de carne y hueso, vestidos y preparados como si saliéramos a la calle a pasear.

En todo templo de magia negra existen libros de materia astral en los cuales están anotados los nombres de sus afiliados, y todo mago negro, al retirarse de un templo de magia negra, debe siempre borrar su nombre del libro donde está anotado. También deberá devolverse todas las prendas a sus dueños: "Dad a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César".

Así pues, después de la prueba del Guardián del Umbral, se presentó Belcebú a su tenebroso templo para borrar su nombre del libro donde estaba anotado. Aquel es un enorme y gigantesco templo de magia negra.

Detrás del altar estaba el gran jerarca del templo; y cuando vio venir a Belcebú, impaciente y colérico exclamó:

—¿Al fin te acordaste de venir? Siendo Ud. quien dirige este templo, ¿por qué se demoró tanto para venir?

Entonces Belcebú contestó en tono enérgico:

—Yo ya no pertenezco a este templo, ahora sigo el camino de la magia blanca.

Enseguida se quitó el bonete de la cabeza y el cordón de la cintura y lo arrojó sobre el altar diciendo:

—Ahí le dejo eso porque ya no lo necesito. Ahora soy de la Logia Blanca; —y añadió—: alcánceme el libro para borrar mi nombre.

Entonces contestó el tenebroso sacerdote en forma déspota:

—Busque el libro Ud., yo no me pongo en ese trabajo.

Y Bel buscó el libro y borró su nombre y salió del templo con paso firme y triunfal.

Enseguida nos dirigimos a cierta caverna tenebrosa, donde debía entregar la capa de príncipe de los demonios.

Al entrar Bel a la negra caverna, habló diciendo:

—Vengo a entregar esta capa que ya no me pertenece, porque ahora soy discípulo de la Logia Blanca.

Y les arrojó la capa. Mientras aquellos magos negros de la caverna le insultaban, salía Bel de la caverna.

Una vez fuera de esa caverna, nos dirigimos a la propia de Bel. Allí se veían innumerables armas y sellos de magia negra.

Bel quemó todo aquello con las salamandras del fuego. Y así, querido lector, fue como se liberó de la magia negra el antiguo príncipe de los demonios, Belcebú.

Belcebú siguió morando entre la luz de El Anillo no se Pasa y el Único Hijo siguió enseñándolo.

Días después, se presentó la prueba del Gran Guardián del Umbral Mundial. Esta es la segunda prueba que todo discípulo debe pasar, y Belcebú se enfrentó al segundo Guardián valerosamente, y se le celebró fiesta en otro templo, y se le entregó otra simbólica copa de plata.

Pasada la segunda prueba, viene otra prueba para quemar con fuego las escorias que hayan quedado en el discípulo.

Belcebú entró al Salón de Fuego y se sostuvo entre las llamas valerosamente. Esta es la tercera prueba, y Belcebú la pasó bien. El fuego quemó todas las larvas de su cuerpo astral y así quedó limpio.

Más tarde pasó las cuatro pruebas y probó en ellas que estaba dispuesto hasta a besar el látigo del verdugo.

Estas cuatro pruebas son: la de Tierra, Fuego, Agua y Aire. Belcebú pasó esas cuatro pruebas valerosamente y entonces recibió la capa de chela de la Logia Blanca, y se le vistió con túnica morada. Belcebú se hizo discípulo de la Logia Blanca y se santificó totalmente.

Los hermanos mayores celebraron con tal motivo una gran fiesta cósmica, y el divino Rabí de Galilea lo recibió entre sus brazos y a mí, Aun Weor, me felicitó por el triunfo.

El acontecimiento quedó escrito en el libro de los 24 ancianos y el cosmos todo se estremeció.

Este es el acontecimiento más grande de la evolución cósmica.

Yo había oído hablar de ángeles caídos, pero jamás había oído hablar de un demonio arrepentido.

Se entregó Belcebú a curar enfermos y a llevarlos por la noche en cuerpo astral al templo de Alden para su curación. Se entregó al bien, a la bondad y a la justicia. Cambió sus costumbres demoníacas por costumbres de santo y se volvió santo.

Perdido el principal eslabón, que era Belcebú, cundió el pánico entre la Logia Negra. Los magos negros desenrollaban viejos pergaminos y se asombraban al leer los innumerables grados que tenía Belcebú, y cómo los había dizque traicionado. Algunos comentaban el caso diciendo:

—Ahora no nos queda sino el "Jefe Yahvé", el "Patrón". Si él nos abandona, estamos perdidos.

Después que Bel pasó las cuatro pruebas de Tierra, Fuego, Agua y Aire, visitó a Yahvé, su antiguo jefe, y le dijo:

—Vengo a despedirme. Ahora ya no dependo más de tu gobierno, porque ahora soy discípulo de la Logia Blanca.

Yahvé furioso le respondió:

—¡Traidor! ¡Miserable! ¡Canalla! Te dejaste convencer por Aun Weor, pero Aun Weor no tiene tus grados ni los míos; fíjate que vais por el camino malo.

Entonces Bel le respondió en tono enérgico:

—El que va por el camino malo eres tú. Yo sigo con Aun Weor; yo no había visto la luz, pero ahora que él me la mostró, ya no me vuelvo a salir de ella, y sigo a Aun Weor como lo siguen todos sus discípulos.

Entonces Yahvé le dijo:

—¡Maldito! ¡maldito! ¡maldito! Mi maldición te perseguirá eternamente.

Pero Belcebú, sonriendo, le respondió:

—Tu maldición no me entra porque estoy protegido por la Logia Blanca.

Y después que hubo hablado Bel, se volvió Yahvé contra mí diciéndome:

—A ti es a quien debo atacar, porque tú eres el responsable de todo esto.

Acto seguido, me atacó con todo su siniestro poder oculto, pero lo conjuré fácilmente y lo puse en derrota.

Siguió Bel curando enfermos y llegó el instante en que se hizo necesario pedir cuerpo físico para escalar el sendero de la Iniciación.

Y Bel pidió el cuerpo y fue aceptada su petición, y se inscribió en la oficina kármica número 9 e ingresó en nuestra evolución humana.

El iniciado "Gargha Cuichin" ofreció generosamente su cooperación para que Belcebú tomara cuerpo en su hogar, pero aquello fue completamente imposible por motivos de salud de su esposa. Ella no pudo soportar la terrible vibración de Bel.

Pero los Hermanos Mayores todo lo tenían bien previsto, y el chela Belcebú se encarnó en cuerpo femenino en Francia. Ahora es una bella niña de Francia que asombrará al mundo por su santidad, poder y sabiduría.

Sus padres son un matrimonio joven y bello, donde sólo reina el amor y la comprensión, pues ambos son iniciados. Son obreros, pero gozan de una vida sencilla y hermosa.

Belcebú nació con cuerpo de niña, porque el cuerpo femenino es indispensable para el desarrollo del sentimiento, de la ternura y del amor. Ahora ya con cuerpo físico podrá ir pasando rápidamente las 9 iniciaciones de misterios menores, y al fin se unirá con el Íntimo y se convertirá en un maestro de misterios mayores de la Fraternidad Blanca.

De los grandes pecadores nacen los grandes virtuosos.

LA SAPIENCIA DEL PECADO

La sabiduría se elabora con la sapiencia del pecado

y el vértigo del Absoluto.

¡Oh! Magdala vencida,

tus labios marchitos de tanto besar,

también saben amar...

Por eso yo a ti te quiero,

mujer caída,

yo por ti me muero,

digan lo que digan,

Me gusta el baile y tus amores.

¡Ay! mujer, no me dejes,

que yo por ti me muero.

¡Ay! mujer, no me dejes

que yo sólo a ti te quiero.

La fruta prohibida nos hace dioses.

Las palabras deliciosas

de amor, y tus graves juramentos

son como el fuego de las rosas,

son como aquellos deliciosos momentos

que nadie sabe...

Los ángeles más grandes

siempre fueron diablos

de las grandes bacanales.

Ellos gozaron los labios de amor,

ellos cantaron el cantar de los cantares...

Las rosas rojas son mejores que las blancas,

porque tienen la sapiencia del pecado

y el vértigo del Absoluto.

Y por lo mucho que han llorado,

un dulce Nazareno las perdona...

La tentación es la madre del pecado,

y el dolor del pecado es la sapiencia.

Cristo amó a la que mucho había llorado,

y díjole: "mujer,

por lo mucho que habéis amado,

yo te perdono"...

Los dioses más divinos,

son los que han sido más humanos.

los dioses más divinos,

son aquellos que fueron diablos.

¡Canta, Bel!, canta tu canción,

¡Canta, Bel! un canto de amor.

Mujer, sois rosa de pasión,

tienes mil nombres deliciosos,

pero tu verdadero nombre es amor...

Yo quiero ceñir tus sienes con laurel,

yo quiero besar tus labios con amor...

Yo quiero decirte cosas raras,

yo quiero decirte cosas íntimas,

yo quiero decirte todo,

en la perfumada pieza de caoba.

Quiero decirte todo en noches estrelladas;

tú eres la estrella de la Aurora,

tú eres la luz de la Alborada...

Tus pechos destilan miel y veneno,

y el licor de la fémina

es licor de mandrágoras,

es cumbre, es inmensidad, es fuego,

es la llama ardiente y adorada

por donde se entra al cielo...

Por AUN WEOR

Índice

Capítulo 18.- El Milenio

Roto el eslabón principal de la Logia Negra, la revolución de Bel se extendió sobre toda la faz de la tierra y comenzó El Milenio, exactamente en el año de 1950.

Los cimientos del mundo se estremecieron y otros magos negros siguieron el ejemplo de Bel.

Astarot, compañero inseparable de Belcebú, y santa María, compañera de Mariela la gran maga, también siguieron el ejemplo de Bel.

La Revolución de Bel está en marcha. Por donde quiera se levantan los oprimidos contra los opresores, y por donde quiera hay guerras y rumores de guerras. Lo viejo, ya agonizante, se agarra a la vida, y lo nuevo quiere nacer y vivir.

La Revolución de Bel está en marcha. La edad de Acuario se aproxima y la tempestad de los exclusivismos se ha desatado con todo su furor. Los partidos luchan contra los partidos, las religiones contra las religiones. Las naciones se lanzan a la guerra y cada mano se levanta contra cada mano. Todo lo caduco, todo lo viejo lucha por vivir, mientras lo nuevo quiere imponerse.

Es la lucha entre dos épocas: una que agoniza y otra que nace. Entramos en el Milenio. La evolución humana fracasó. Casi todos los humanos que actualmente viven en la tierra, ya recibieron la marca de la bestia en sus frentes, y son demonios. Las billonadas de almas que actualmente están encarnadas son almas demonios, almas perversas. Sólo un pequeño puñadito de almas se salvaron.

El astral estaba lleno de trillonadas de demonios que luchaban terriblemente por ganar la gran batalla y establecer su gobierno mundial tal como figura en los Protocolos de Sión.

Yahvé y su Logia Negra ya estaban a punto de triunfar totalmente sobre la tierra, todo marchaba de acuerdo con sus planes.

La tempestad estaba en todo su apogeo. Se acercaba la edad de Acuario y no había ni un rayo de esperanza entre las tinieblas del odio.

La segunda guerra mundial acababa de pasar y millones de almas desencarnadas en los distintos teatros de la guerra seguían en nuestro ambiente astral sedientas de sangre.

Entonces fue cuando la venerable Logia Blanca entregó en mis manos la llave del Abismo y una gran cadena para que se cumpliera el versículo primero del capítulo 20 del Apocalipsis que dice:

"Y vi un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una grande cadena en su mano".

Y recibí orden de los Señores del Karma para encerrar a Yahvé y a todos los magos negros en el Abismo.

La tarea era realmente abrumadora para mí, pero me sentí omnipotente porque los venerados Maestros, después de someterme a las terribles pruebas de la iniciación, me entregaron la espada de la justicia y el caballo blanco. Se me confirió el honor más grande para un ser humano cual es "juzgar" e iniciar la edad de Acuario.

Y se me puso una cinta sobre el muslo, que en letra simbólica dice "Rey de Reyes y Señor de Señores" para que se cumpliera el Capítulo 19, vers. 16, del Apocalipsis que dice:

"En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: «Rey de Reyes y Señor de Señores»".

Esa cinta la llevo en el muslo para representar que el poder del ser humano está en el sexo, y en consecuencia se me entregó la misión de enseñarle a la humanidad por primera vez en la vida los terribles secretos del sexo. Por ello es que el Íntimo o Yo superior del que esto escribe, lleva esa cinta en el muslo. Con ello se simboliza mi misión en ese sentido.

Llegada la noche en que debía obedecer la orden de prender a Yahvé, marché con todos mis discípulos en rigurosa formación militar, echándole "vivas" a Yahvé, y lo rodeamos y prendimos por sorpresa. Él estaba convencido de que lo íbamos a agasajar y por eso no se nos escapó de las manos.

Luego lo encerramos en el Avitchi de la luna negra. Siete puertas atómicas de hierro conducen a ese plano de conciencia, y en la gran puerta externa permanece colgada la espada con que Miguel venció a Luzbel y a todas las legiones tenebrosas de los antiguos períodos cósmicos. Los magos negros se horrorizan al ver esa espada.

Yahvé tenía un karma gravísimo, pues fue el autor secreto de la crucifixión del Cristo, y el directo responsable del fracaso de la evolución humana en la tierra. Esa deuda vieja tenía irremediablemente que pagarla, pues nadie puede impunemente burlarse de la ley.

Los Señores del Karma me entregaron una enorme y pesada cruz llena de púas para que crucificara a Yahvé con la cabeza para abajo y los pies para arriba, pues él crucificó al Cristo y ahora el karma entrará en acción.


fig. 3.- ...lo até a la cruz
y lo coloqué con la cabeza hacia abajo.


Y yo obedecí la orden y lo até a la cruz y lo coloqué con la cabeza hacia abajo y los pies para arriba.

Y así se cumplieron los versículos 2 y 3 del Apocalipsis, capítulo 20 que dicen:

"Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua que es el Demonio y Satanás, y lo ató por mil años".

"Y arrojóle al abismo, le encerró y selló sobre él, para que no engañe más a las naciones, hasta que mil años sean cumplidos; y después de esto es necesario que sea desatado un poco de tiempo".

Mil años significan varios miles de ellos. Yahvé y su gente permanecerán en el Abismo durante todo el luminoso ciclo de Acuario. En el ciclo de Capricornio, se les brindará la última oportunidad en nuestra Tierra para que se arrepientan.

Las palabras Dragón, Demonio y Satanás son palabras individuales y genéricas, porque simbolizan a Yahvé y a las billonadas de almas, que yo, Aun Weor, estoy encerrando en el Abismo.

Al localizar el mal del mundo, pude darme cuenta que toda la maldad del Asia tenía su foco principal en China, y toda la maldad occidental tenía su foco principal en Roma,. Me acordé que a la culebra se mata por la cabeza y comencé por llevar al Abismo a todos los jerarcas de otros períodos cósmicos junto con sus trillonadas de demonios.

Y vi a Luzbel con su túnica y turbante rojos. En la punta de su cola llevaba enrollado un antiquísimo pergamino.

Y vi a Ahrimán, el autor del grosero materialismo. Ahrimán lleva túnica y capacete rojo.

Y vi a Lucífugo Rofocale, autor del dinero.

Y vi a Orhuarpa, el fundador de los misterios del sol tenebroso en la Atlántida.

Y vi a Bael, el polo contrario del luminoso ángel Adonai. El rey Bael lleva corona, y en un gran libro enseñaba a sus discípulos en su caverna del desierto.

Y vi a los soldados de Yahvé que asesinaron al Cristo. Me disfracé de anciano y mago negro para convencer a Luzbel que su patrón Yahvé lo llamaba con todas sus legiones.

Y dancé delante de ellos, y poco a poco los conduje al Abismo.

Y así cayeron Lucifer y sus legiones, Ahrimán y sus legiones, Lucífugo y sus legiones, Orhuarpa y sus legiones, Bael y sus legiones, Baal Peor y sus legiones.

Delante de esos jefes hice maravillas: dancé, canté, toqué timbales etc. Hice todo lo que estuvo a mi alcance para limpiar la atmósfera del mundo. Utilicé todos mis antiquísimos conocimientos para encerrar todas esas billonadas de demonios que ya tenían el mundo en sus garras.

Me disfracé de mil maneras para poder llevar a los magos negros al Abismo.

Y todos esos magos negros con sus gentes me presentaron grandes combates en la luz astral, y yo, montado en un caballo blanco y con la espada de la justicia en la boca, los vencí. Y así se cumplieron los versículos 15 y 19 del capítulo 19 del Apocalipsis que dicen:

"Y de su boca sale una espada aguda para herir con ella a las gentes, y Él los regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso".

"Y vi la bestia y los reyes de la tierra y sus ejércitos congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército".

Todas estas maravillas las realizó el Yo superior del que esto escribe y las realizó bien.

El que esto escribe es tan sólo la humilde y tosca personalidad del maestro Aun Weor. Este Maestro es mi Yo superior, es decir, mi Íntimo, mi Real Ser, mi Mónada.

Y limpié la China, y limpié el Occidente, y fueron tan numerosos los magos negros de la China y del Occidente como las arenas de la mar.

Todos los magos negros de la China dependían de las órdenes de la Logia Negra, llamada el Dragón Negro.

Y todos los magos negros de Occidente dependían de cierto mago negro de Roma (el Papa).

Y cayeron en el Abismo millones de muertos de la segunda guerra mundial.

Y cayeron en el Abismo millones de sacerdotes católicos, y centenares de pontífices romanos, y todos ellos quedaron encerrados en el Abismo. Todos los templos negros, todas las aulas quedaron vacías.

Y en el Avitchi, los Señores del Karma establecieron tribunal y se me dio el poder de juzgar a estos magos negros y de aplicarles castigo.

Y así se cumplió el versículo 11 del capítulo 19 del Apocalipsis que dice:

"Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él era llamado fiel y verdadero, el cual con justicia juzga y pelea".

Llenaríamos enormes volúmenes si relatáramos minuciosamente todas las escenas y todas las cosas que hice para poder limpiar la Tierra de tanta maldad. Si no hubiéramos hecho esto, hubiera sido imposible iniciar la luminosa edad de Acuario. Yo, Aun Weor, soy el gran Avatar de Acuario, y estoy cumpliendo fielmente mi misión, y agradezco hondamente a los Maestros el honor que me confirieron. Yo soy el iniciador de la Nueva Era.

Y los Maestros pusieron sobre mi cabeza muchas diademas brillantes, y mi ropa parecía teñirse de sangre en medio de la batalla. Y así se cumplieron los versículos 12 y 13 del capítulo 19 del Apocalipsis que dicen:

"Y sus ojos eran como llamas de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno entendía sino Él mismo.

Y estaba vestido de una ropa teñida de sangre, y su nombre es llamado «El Verbo de Dios»".

En este nombre, Verbo de Dios, se oculta el nombre de mi Yo superior, pues la Biblia es altamente simbólica.

Dios se representa con el monosílabo Aun, y con la V y b de Verbo se forma una W que, junto con las otras tres letras restantes de la palabra Verbo forma el Weor, y así tenemos el nombre Aun Weor oculto dentro de la frase Verbo de Dios.

Y fue a propósito ocultado mi nombre dentro de esa frase, porque esta misión la he cumplido con la Palabra Perdida, con el Verbo de Dios, con la sentencia respaldada entre ese fíat luminoso y espermático del primer instante, con el silbido del Fohat. Y después de todas estas cosas, el plano astral quedó limpio de magos negros.

La palabra perdida de la Logia Negra, Mathrem, que figura en la monografía de 9º grado de la escuela de Amorc, los amparó millones de años entre el velo de la oscuridad, pero ahora en el Milenio ya no los protegerá más.

Los Dioses juzgaron a la Gran Ramera con el número 6 y la consideraron indigna. La sentencia de los Dioses fue: ¡Al Abismo, al Abismo, al Abismo!.

El plano astral quedó limpio. Millones de almas humanas cayeron en el Abismo, pero en el plano físico quedaron billonadas de demonios con carne y hueso. Entonces fue cuando los Dioses juzgaron a la gran ramera para lanzarla al Abismo.

La tercera guerra es ya inevitable, y morirán las gentes a millones, como las arenas del mar, para que se cumplan los versículos 17 y 18 del capítulo 19 del Apocalipsis que dicen:

"Y vi un ángel que estaba en el sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid y congregaos a la cena del gran Dios.

Para que comáis carnes de reyes, y de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos, libres y siervos, de pequeños y de grandes".

Morirán los hombres a millones como las arenas del mar, y el coloso del Norte pagará su karma. Habrá guerra entre Oriente y Occidente para bien de la humanidad. Así dice el señor Jehová: "Las almas demoníacas de los muertos de la tercera guerra irán al Abismo".

De 1950 en adelante, sólo se le dará cuerpo físico a las almas debidamente preparadas para vivir en la edad de Acuario. Nuestro planeta quedará casi deshabitado, pero millones de habitantes de otro planeta, vendrán a iluminar la edad de Acuario.

En nuestro libro «El Matrimonio Perfecto», ya hablamos sobre los platillos voladores y explicamos que son naves voladoras y que en ellas vendrán los instructores de Acuario.

En el Avitchi de la Luna Negra, los seres de nuestra Tierra se están estableciendo con las mismas costumbres que aquí han tenido. Han formado su ambiente tal como aquí lo han tenido.

Y los jerarcas de la Logia Negra son obedecidos por esas billonadas de almas demonios.

Allí se ven por doquiera las mesas adivinatorias. Las famosas figuras mágicas de Phurbu sobre la tortuga cuadrada, las placas y mesas de sacrificio, los círculos de Chinsreg.

Todos estos magos negros tienen despierto el kundalini negativamente, y cohabitan incesantemente para practicar la magia sexual negra que enseña Omar Cherenzi Lind, para darle fuerza a su kundalini negativamente.

Pues, como ya dijimos, en esta obra hay dos magias sexuales: una que crea para la vida y otra que crea para la muerte. La primera es magia blanca y la segunda es magia negra.

En un principio, estos magos hicieron millares de experimentos para escapar del Avitchi, pero todos sus experimentos les fracasaron.

Y es que ellos creían en el principio que el Avitchi era alguna cueva o algo por el estilo, y ahora ya se están dando cuenta de que el Avitchi es un plano de la naturaleza, análogo al ambiente físico de la tierra. Así pues, ellos hicieron millones de experimentos y consultaron sus libros sin tener ningún resultado, todos sus conocimientos les fracasaron.

Y allí permanecerán hasta la edad de Capricornio, en que se les brindará la última oportunidad para arrepentirse de sus maldades.

El fuego todo lo transforma, porque del fuego todo salió y al fuego todo vuelve.

La redención del hombre está en el fuego. Fohat transforma todo lo que es, todo lo que ha sido y todo lo que será.

Hemos vencido a la muerte y somos inmortales. La espada de Damocles se levanta amenazadora contra la muda calavera. El mundo está entre el fuego de la Alquimia, y las escorias están cayendo en el Abismo.

He terminado este libro en medio de la tempestad. Rugen los cañones, tiembla la tierra, se oye el terrible estampido del trueno, y entre el espantoso gemido del huracán, se escuchan voces de majestad y palabras terribles.

La tierra está en llamas y Fohat silva incesantemente. Y entre el terrible silbido del Fohat se escucha la sentencia de los Dioses del fuego: ¡Al abismo! ¡Al abismo! ¡Al abismo!

FIN

Índice

Himno de la Nueva Era

(para cantar en coros)

Por el gran Avatar de Acuario, Aun Weor

I

Rompamos cadenas,

ya cayó la tiranía.

Om... om... om...

Está de fiesta la vida.

Rompamos cadenas.

om... om... om...

II

Buen Jesús, ven, ven, ven.

Él no quiere esclavos.

Ya cayó Yahvé, ya cayó Luzbel;

III

Rompamos cadenas,

ya cayó la tiranía.

om.. om.. om...

Está de fiesta la vida.

Rompamos cadenas,

om.. om.. om..

IV

En los espacios infinitos

los dioses inmortales,

entre relámpagos divinos

cantaron cantos celestiales

V

Ya pasó la negra noche,

y sus cadalsos de dolor.

Ahora cantemos a los héroes de la noche

un canto de amor.

VI

Rompamos cadenas,

ya cayó la tiranía.

om... om... om...

Está de fiesta la vida.

Rompamos cadenas,

om... om... om...

VII

Buen Jesús, ven, ven, ven.

Él no quiere esclavos.

Ya cayó Yahvé, ya cayó Luzbel,

ahora somos libres,

ahora somos sabios.

Ya cayó Luzbel.

VIII

Rompamos cadenas,

ya cayó la tiranía.

om... om... om...

Está de fiesta la vida.

Rompamos cadenas,

om... om... om...

INRI INRI INRI





Aun Weor

Maestro de Misterios Mayores de la Fraternidad Universal Blanca

Fin de «LA REVOLUCIÓN DE BEL»


nota 1.-

Con respecto a este texto, tuve la oportunidad de consultarlo con un miembro de su familia.

Esta fue mi consulta:

En «La Revolución de Bel» cap. XIV LA MAGIA NEGRA DE LOS ATLANTES, dice:

Tenemos el caso típico de Lenin, que libertó a un pueblo de la esclavitud. Lenin es realmente un maestro de misterios mayores, lo mismo Carlos Marx.

Quisiera preguntarte si eso fue escrito así por el Maestro en aquel año 1950, o puede haber sido un añadido intencionado de alguien. Lo digo porque las muchas referencias del Maestro al tema del Marxismo-Leninismo quedan bien definidas en toda su obra. Por ejemplo en «Sí hay Infierno, Sí hay Diablo, Sí hay Karma» donde dice:

Me viene a la memoria en estos momentos, un encuentro en los Mundos Sumergidos con Carlos Marx... Lo encontré en esas Regiones Tenebrosas. Aquel sujeto había despertado en el mal y para el mal; sin embargo, era un Boddhisattva caído. Le seguía Lenin como una sombra nefasta, inconsciente, profundamente dormido...”.

Te pregunto porque, antes de entregar este libro al grupo, he de explicarles algo al respecto.

Su respuesta:

Estimado amigo, me complace saludarte.

En realidad, hay muchas cosas que vale la pena escudriñarlas para poder hacer tu propio criterio, ya que se dicen cosas que no son y se niegan otras que sí son. Efectivamente, él lo escribió, pero después de investigar se dio cuenta de que no era tal como lo había visto; hasta estuvo de acuerdo con la Revolución y dijo que, de no haberse dedicado a la Gnosis, se hubiera dedicado a la revolución armada, y hasta llegó a tener amistad con el "Che Guevara". Samael terminó siendo Revolucionario Gnóstico.

(nota 2).-

En esta segunda obra que escribiera el maestro Aun Weor en el año 1950, utiliza el concepto de "Yo Superior", para referirse al Íntimo. Posteriormente, un análisis más profundo le hizo ver que este supuesto "Yo divino o Yo superior" era un concepto erróneo. Así, dice el Maestro en su libro «Tratado de Psicología Revolucionaria», cap. XI:

"Como quiera que superior e inferior son dos secciones de una misma cosa, no está de más sentar el siguiente corolario: "YO SUPERIOR, YO INFERIOR" son dos aspectos del mismo EGO tenebroso y pluralizado.

Cuando el YO quiere continuar aquí y en el más allá, se autoengaña con el falso concepto de un YO Divino Inmortal. El denominado "YO DIVINO" o "YO SUPERIOR", "ALTER EGO" o algo por el estilo, es ciertamente una triquiñuela del "MÍ MISMO", una forma de AUTOENGAÑO.

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